Kamala Harris sacó su vena más agresiva y dura para acorralar y provocar a Donald Trump en el debate televisivo entre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos para las próximas elecciones del 5 de noviembre.
Después de que el primer debate televisado entre Joe Biden y Donald Trump le costase prácticamente el puesto al actual presidente norteamericano por sus claras lagunas mentales achacables a su ya muy avanzada edad, llegó el turno para la actual vicepresidenta y candidata del Partido Demócrata, que sustituyó a Biden a última hora en medio de la carrera electoral frente a Trump.
Duro debate
Kamala Harris superó la difícil prueba y supo sacar de sus casillas a Donald Trump con un discurso agresivo que puso a la defensiva al candidato del Partido Republicano. En un debate sin público y con la constante intervención de los moderadores para remarcar los dos minutos con los que contaba cada interviniente para mostrar su discurso político, Harris y Trump enseñaron sus argumentos, para defender sus posturas y para reafirmar su visión de cómo debe ser el próximo presidente de Estados Unidos.
“La actuación de Kamala (Harris) fue mejor de lo que se esperaba. Los dos buscaron provocarse y no sé si llamaría ‘explosión’ lo de Trump, pero claramente Harris consiguió generarle molestia y bastante agitación. Pero, por otro lado, creo que Kamala no habló mucho de la parte sustancial. Fue un debate bastante básico”, afirmó al medio France 24 Martín de Luca, exfiscal de Nueva York y asesor estratégico.
Donald Trump buscó apoyarse en uno de sus temas estrella, la gestión de la inmigración, conocida su postura proteccionista y de endurecimiento de requisitos para la entrada de inmigrantes en Estados Unidos. También atacó a Kamala Harris por la política económica llevada a cabo por el Gobierno de Joe Biden en los últimos años, con la propia Kamala Harris de vicepresidenta.
Aunque más que entrar de fondo en determinados temas, ambos candidatos buscaron el “cuerpo a cuerpo” y, sorprendentemente, Kamala Harris supo desenvolverse bien en ese terreno mostrando un discurso afilado y duro que buscó acorralar a Trump y ponerle muy nervioso para que perdiese un poco el control.
En este sentido, Kamala Harris hizo hincapié en los problemas judiciales que han acuciado a Trump, por casos como el detestable asalto al Capitolio por parte de radicales “trumpistas” motivado por el rechazo a los resultados electorales que dieron la victoria a Joe Biden en las pasadas elecciones norteamericanas, el caso con la actriz porno Stormy Daniels, el asunto de la injerencia electoral en el estado de Georgia o el caso de los documentos clasificados conservados por Trump tras salir de la Casa Blanca.
Por ejemplo, respecto al espinoso asunto del asalto al Capitolio en Washington, Kamala Harris manifestó: “Estaba en el Capitolio. Yo era la vicepresidenta electa. También era senadora y, ese día, el presidente de Estados Unidos (Trump) incitó a una turba violenta a atacar la capital de nuestra nación, a profanar la capital de nuestra nación”. En este sentido, la candidata demócrata quiso mostrar a Donald Trump como una absoluta amenaza para la democracia.
La candidata del Partido Demócrata también quiso mostrar la figura de Donald Trump como la de un millonario desconectado de la realidad, con un perfil autoritario o dictatorial, que no tiene nada que ver con lo que debe ser el líder del país considerado como el adalid de la democracia en el mundo.
La vicepresidenta remarcó el carácter de “criminal convicto” de Donald Trump, ahondando en sus problemas con la justicia, destacando sus juicios por presunta intromisión electoral y rechazando sus alegatos sobre “fraude” electoral en las elecciones de 2020; respecto a lo cual, Donald Trump ha venido manteniendo siempre que no perdió las pasadas elecciones ante Joe Biden.
Kamala Harris llegó a calificar a Donald Trump de “inmoral” y “delincuente”, en lo que supuso un duro ataque en toda regla al candidato del Partido Republicano que puso contra las cuerdas a este.
Economía e inmigración
En el comienzo del debate, ambos candidatos debatieron sobre economía. Kamala Harris habló sobre la creación de una “economía de oportunidades” y de una rebaja de impuestos para favorecer a la clase trabajadora, mientras señaló a Trump por querer rebajar los impuestos a los ricos. Por su parte, el candidato republicano criticó a los demócratas por la inflación que padece Estados Unidos.
“Creo en la ambición, las aspiraciones y los sueños del pueblo estadounidense y, por eso, imagino y tengo en realidad un plan para construir lo que yo llamo una economía de oportunidades”, expresó Harris, quien también acusó a Trump de haber generado “el peor desempleo desde la Gran Depresión”.
Donald Trump apuntó a las debilidades de la Administración Biden ahondando en que el alza de precios en la nación es el “peor de la historia”. El candidato republicano llamó a la vicepresidenta “marxista” y acusó a la candidata demócrata de copiar el plan de Biden. Además, recalcó que su Gobierno había hecho un gran trabajo con relación a la economía, hasta que llegó la pandemia.
En cuanto a otro de los temas a destacar, la inmigración, Trump trató de jugar sus bazas criticando a Kamala Harris por el gran aumento de los flujos migratorios durante este tiempo de Gobierno de los demócratas. El candidato republicano añadió que las políticas de Joe Biden están “destruyendo el tejido social del país” y aseguró que quienes entran al país de forma irregular son “criminales” y “prófugos de instituciones mentales”, además de que se quedan con los trabajos que hay en la nación, como ya dijo en campaña electoral. Trump se mantuvo así en su línea dura, acusando a la Administración Biden, y por extensión a Kamala Harris, de debilidad respecto a la seguridad fronteriza
Por su parte, Kamala Harris criticó a Trump por rechazar una legislación que habría reforzado la seguridad en la frontera con México y establecido determinadas vías para la legalización de la situación de refugiados en el país.
