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La nueva jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, se mostró este martes preocupada por el resurgimiento del extremismo en Siria tras la caída de Bachar el Asad. En una comparecencia ante la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, Kallas instó a evitar “la violencia sectaria y el vacío de gobernanza” para no repetir “escenarios horribles como los de Irak, Libia y Afganistán”. Por eso, agregó la jefa de la diplomacia europea, la comunidad internacional debe “acompañar el pueblo sirio en reparar una sociedad rota”, aunque admitió que “queda por delante mucho trabajo” por lo que se comprometió a vigilar “con cuidado y de cerca la situación” y a estar en contacto estrecho “con los interlocutores en la región”.
En paralelo, el enviado especial de Naciones Unidas en Siria, Geir O. Pedersen, pidió a Israel que cese “los ataques y los movimientos” en territorio sirio. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguró que las tropas israelíes han avanzado 14 kilómetros adentro, fuera de la llamada zona desmilitarizada, y están cada vez más cerca de la capital, Damasco. El ejército de Israel, sin embargo, lo niega y mantiene que solo busca “proteger las fronteras” de cualquier fuerza hostil. Con ese objetivo, lanzó una ola de más de 300 ataques desde el fin de semana contra almacenes de armamento, buques de guerra y aviones de combate, con los que dijo haber destruido “el 70% de las capacidades militares de Siria”.
El nuevo Gobierno de transición sirio estará liderado por Mohamed el Bashir hasta el 1 de marzo de 2025, según anunció el hasta ahora primer ministro del Gobierno de Salvación Nacional en una comparecencia retransmitida por la televisión. Nacido en Zawiya (noroeste de Siria) en 1983, El Bashir se graduó en Ingeniería Eléctrica y Electrónica en la Universidad de Alepo en 2007 y, posteriormente, en Sharía (ley islámica) en la Universidad de Idlib, la provincia nororiental que sirvió de principal feudo opositor en los últimos años y de donde es oriundo. El salto a la política lo dio tras las revueltas populares de 2011 contra El Asad, en el marco de la llamada Primavera Árabe que, posteriormente, se extendieron por toda Siria y fueron duramente reprimidas con el apoyo de Irán y Rusia. El Bashir fue nombrado en enero jefe del Gobierno de Salvación, una suerte de rama política que está vinculada a Hayat Tahrir al Sham (HTS), el grupo armado que ha liderado la ofensiva en Siria.
La Defensa Civil siria, conocida como los cascos blancos, dio por terminadas las labores de búsqueda de posibles detenidos dentro de Saidnaya, situada unos 30 kilómetros al norte de Damasco, sin encontrar “pruebas de celdas secretas o sótanos ocultos”, aunque los familiares siguieron aferrados a cualquier remota esperanza. La historia de Osama Hasan al Batayna, que desapareció de su Jordania natal cuando tenía 18 años, en 1986, ilustra el daño que esta prisión ha ocasionado a la sociedad siria. Un total de 38 años después, Al Batanya volvió a su país de origen tras la liberación de los reclusos de Saidnaya.