Por Roberto Macedonio Vega & Euronews en español
El líder opositor venezolano, reconocido como ganador de las elecciones en Estados Unidos, ha visitado Argentina, donde ha mantenido un encuentro con Javier Milei, y Uruguay, antes de llegar a Washington para hablar con Joe Biden. Faltan cinco días para la toma de posesión en Venezuela.
El líder de la oposición Venezolana, al que la mayor parte de la comunidad internacional ha reconocido como ganador de las elecciones, Edmundo González Urrutia, ha visitado este fin de semana Uruguay tras pasar por Argentina, donde mantuvo un encuentro con el presidente Javier Milei.
Antes de acudir a Washington para reunirse con el todavía presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el diplomático de carrera ha hecho parada en Montevideo. Allí le recibió el presidente saliente Luis Lacalle Pou, una de las voces más críticas con Nicolás Maduro dentro de Latinoamérica.
Allí, Edmundo González reiteró su intención de asumir la presidencia de su país el próximo 10 de enero. Por su parte, Maduro ha insistido en que él también lo hará. Sobre González pesa una orden de captura. Si entra en Venezuela será detenido, pero él dice que lo hará y que no tiene miedo.
“Quiero agradecer al buen amigo, presidente Lacalle, por haber sido solidario con la causa venezolana no desde hoy, sino desde hace mucho tiempo atrás. Él se ha jugado con declaraciones muy importantes que han sido clave para el desarrollo político de la campaña electoral“, ha afirmado González Urrutia durante la visita.
“Y él fue el que tuvo la idea de que viniera a compartir estos minutos con ustedes aquí en la calle”, continuó el líder venezolano junto a la residencia presidencial, rodeado de compatriotas venezolanos.
Organizaciones como el Centro Carter, que estuvieron presentes durante el proceso electoral, han señalado falta de transparencia en el recuento y han puesto en duda los resultados. Tanto el Congreso como el Senado de España han reconocido el triunfo de González Urrutia, al igual que el Parlamento Europeo, que aprobó esta postura gracias al respaldo de las fuerzas conservadoras.
Por su parte, la oposición venezolana y sectores de la diáspora han denunciado un clima de represión, violencia y persecución que consideran insostenible. Amnistía Internacional ha alertado repetidamente sobre violaciones de derechos humanos en el país, donde la organización Foro Penal calcula que existen más de 2.000 presos políticos, incluyendo menores de edad.