Washington D.C. – Más de 1,200 personas fueron arrestadas y sobre 500 detenidas como parte de los operativos del fin de semana del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para deportar indocumentados, que han incluido a Puerto Rico, generando denuncias por acciones indiscriminadas y tensiones internacionales.
Las redadas –parte del plan del presidente Donald Trump para endurecer las medidas sobre inmigración– han generado críticas en Estados Unidos y Puerto Rico por incluir detenciones o solicitudes indiscriminadas de documentos, y de gobiernos latinoamericanos por poner en marcha extradiciones sin consultas o “maltratos” a personas extraditadas.
Los operativos de ICE se intensificaron el domingo en ciudades como Chicago (Illinois), Los Ángeles (California), San José (California), Austin (Texas), Miami (Florida) y San Juan (Puerto Rico), en momentos en que The Washington Post ha informado que la administración Trump ha impuesto una cuota de, al menos, 75 arrestos diarios a cada oficina de ICE.
La intención es lograr entre 1,200 y 1,500 diarios.
El domingo, según ICE, los arrestos sumaron 956. El sábado, 286. ICE promedió 311 detenciones durante el pasado año fiscal federal, que concluyó el 30 de septiembre de 2024. En la primera semana de esta segunda presidencia de Trump, el promedio de deportaciones superaba los 430, y se prevé que aumentará.
Trump ha prometido deportar a millones de indocumentados, pero el senador republicano Lindsey Graham (Carolina del Sur) ha indicado que, para cumplir esa meta, el Congreso tendrá que asignar fondos adicionales.
Tensiones con Latinoamérica
El gobierno de Trump ha tenido tensiones con Colombia, Brasil y México debido a la forma en que se han dado las extradiciones de cientos de personas.
Dos vuelos, con unas 160 personas deportadas, llegaron este lunes a Ciudad de Guatemala, en Guatemala.
El gobierno de México tuvo reparos iniciales por la inclusión de personas que no son nacionales mexicanos en los vuelos.
Después del presidente de Colombia, Gustavo Petro, aceptar recibir a sus nacionales, rechazó por unas horas el uso de aviones militares estadounidenses para deportar colombianos sin consultas y por entender que serían transportados sin dignidad.
Luego de amenazas de Trump de imponer nuevas tarifas comerciales y tras una crisis diplomática que se desató por la red social X, el presidente Petro anunció el domingo que aceptaba las deportaciones, pero en aviones colombianos.
El gobierno de Trump ha generado, además, críticas del gobierno de Brasil, tras varios de sus nacionales deportados denunciar que se enfrentaron a duras condiciones durante el viaje desde Estados Unidos.
Por un lado, varias de las personas entrevistadas por el gobierno brasileño indicaron que el avión de ICE tuvo desperfectos mecánicos que requirieron escalas en Panamá y Manaos (Brasil).
Los pasajeros indicaron, además, a la prensa brasileña que el avión de ICE no tenía acondicionador de aire y que los dejaron –incluidos niños–, por horas, en Panamá y Manaos bajo un fuerte calor y esposados.
Tras las personas extraditadas hacer las denuncias en Manaos, un avión de la Fuerza Aérea de Brasil terminó el viaje hasta la ciudad de Belo Horizonte.
En medio de esas tensiones, la presidenta de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, convocó para el viernes una reunión urgente del organismo para discutir las consecuencias del endurecimiento de la política migratoria estadounidense, por medio del gobierno de Trump.
Al igual que en Puerto Rico, en Estados Unidos se han reportado varios casos en los que testigos denuncian que agentes de ICE –que son apoyados por agentes del Departamento de Justicia, incluida la Agencia Antidrogas (DEA)– reclamaron documentos a ciudadanos de forma indiscriminada.
En Chicago, Yelitza Marquina, de origen mexicano, dijo a CNN que su padre fue arrestado después de vivir 30 años en Estados Unidos. “Están separando familias”, indicó Marquina.
Tanto el gobernador de Illinois, JB Pritzker, como el fiscal general del estado, Kwame Raoul -ambos demócratas-, advirtieron sobre el arresto y deportación de gente que ha “cumplido con la ley” y residido en Estados Unidos durante décadas.
Los funcionarios de Illinois han reconocido también un interés especial del presidente Trump en cazar una pelea con la ciudad de Chicago, de tendencia demócrata.
“Necesitamos deshacernos de los criminales violentos. Pero también necesitamos proteger a las personas, al menos, a los residentes de Illinois y de todo el país, que están haciendo lo que esperamos que hagan los inmigrantes”, indicó Pritzker el domingo en el programa “State of the Union”.
Según informes, el presentador de televisión “Doctor Phil” (Phil McGraw) ha estado acompañando a agentes federales en Chicago durante las redadas, teniendo un acceso para su programa de televisión que no han tenido periodistas.
“Esto es un espectáculo. Un gigantesco ‘reality show’”, dijo el congresista demócrata Joaquín Castro (Texas), al indicar que Trump se ha alejado del plan inicial de deportar primero a personas convictas de crimen.
En Newark, Nueva Jersey, se reportó la semana pasada la detención temporal de un exmilitar puertorriqueño que es gerente de un almacén de un negocio de venta de mariscos y restaurante.
El lunes, el comisionado residente en Washington, Pablo José Hernández, y el congresista demócrata Adriano Espaillat (Nueva York) pidieron cuentas a la secretaria de Seguridad Interna, Kristi Noem, y al director de ICE, Caleb Vitello, sobre denuncias de comportamientos erróneos e imprudentes de parte de agentes federales en Puerto Rico y Nueva Jersey.
“¿Se tomaron en cuenta factores como la raza o la etnia?”, cuestionaron Hernández, miembro del Comité de Seguridad Interna, y el congresista Espaillat, presidente del Caucus Hispano del Congreso.