De acuerdo a las encuestas de intención de voto, las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos 2024 prometen ser de las más reñidas de la historia. Kamala Harris y Donald Trump se enfrentan en las urnas el 5 de noviembre y todo lo que pueda pasar de aquí hasta esa fecha será determinante para uno u otro candidato. En este sentido, uno de los temas centrales que puede influir en la decisión final de la ciudadanía es, sin dudas, el migratorio.
En diálogo con LA NACION, Andrés Echevarría, socio del estudio jurídico internacional Vivanco & Vivanco, analizó la situación actual y anticipó lo que puede llegar a pasar si gana Harris o lo hace Trump. “El sistema migratorio de EE.UU. tiene mucha presión de altos influjos de inmigrantes de todo el mundo y esta demanda ha sido siempre creciente hasta hoy”, comenzó el experto.
“Hay algunos aspectos que sobresalen por ser más críticos, como la situación de la frontera sur con México y los cerca de 11 millones de inmigrantes indocumentados que integran la población estadounidense”, agregó.
Sobre lo que pasa en la actualidad con la Administración de Joe Biden, Echevarría destacó que se “han intentado ampliar y flexibilizar ciertas políticas, como el parole humanitario, pero los desafíos persisten”. “Este programa ha sido útil para brindar protección temporal a ciertos grupos vulnerables, pero también ha generado críticas, ya que no aborda una reforma migratoria estructural”.
Al ser consultado acerca del rol que tomó Harris en términos migratorios desde que asumió la vicepresidencia, el abogado argentino, que también está matriculado para ejercer en EE.UU., explicó que la candidata demócrata “ha centrado su política principalmente en la frontera sur y la inmigración irregular”.
“Aunque en 2019 su discurso era más benevolente y progresista hacia este tema, durante su campaña presidencial ha adoptado una postura más firme sobre la necesidad de proteger los límites de los estados sureños. Este cambio refleja una evolución en su mensaje, que pasó de respaldar propuestas como la despenalización de los cruces fronterizos ilegales a defender una postura más centrada en el control y la seguridad nacional”, indicó.
En reiteradas ocasiones, Harris consideró que el sistema de inmigración de Estados Unidos está “roto” y requiere una solución legislativa integral. En este contexto, como candidata presidencial ha propuesto políticas que incluyen un enfoque bipartidista para la seguridad fronteriza.
Sobre este tema, Echevarría detalló cuáles son esas medidas prometidas por la lideresa progresista: “La elevación de los estándares de elegibilidad para el asilo; asignar US$8000 millones para expandir la capacidad de los centros de detención de migrantes; concesión de residencia permanente condicional para los aliados afganos que llegaron a EE.UU. tras la retirada militar en 2021; un incremento en el financiamiento, con aproximadamente US$20.000 millones destinados a oficiales, patrullas fronterizas y asistencia legal para los solicitantes de asilo”.
Del otro lado, Trump es conocido por su postura menos “amigable” para con los inmigrantes. “Propone un enfoque mucho más restrictivo y orientado hacia la seguridad fronteriza y la reducción drástica tanto de la inmigración legal como irregular”, evaluó Echevarría. Y recordó que el político conservador “ha prometido llevar a cabo la ‘operación de deportación doméstica más grande en la historia de Estados Unidos’, que incluiría el despliegue de tropas militares en la frontera con México, redadas en lugares de trabajo y la construcción de más centros de detención en la frontera sur”.
El especialista añadió que el magnate “planea anular el acuerdo Flores (1997), que brinda protección a los niños migrantes, y eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento para hijos de padres indocumentados”. A su vez, enumeró el resto de las propuestas del líder republicano:
Sin embargo, no todas sus medidas son “antiinmigrantes”, sino que también prevé algunos beneficios en caso de llegar nuevamente al poder. “Aunque su plataforma es mayoritariamente restrictiva, una de las propuestas proinmigración que ha anunciado es la concesión automática de tarjetas de residencia permanente para extranjeros graduados de universidades de EE.UU.”, destacó Echevarría.
Echevarría indicó que “si Harris llegara a ser presidenta, es probable que continúe con las políticas de Biden en relación con los inmigrantes indocumentados”. “Probablemente, Harris no abogaría por deportaciones masivas y podría estar más inclinada a realizar una reforma migratoria integral”, consideró el entrevistado.
En tanto, si Trump volviera a la presidencia, él ha sido claro en su enfoque de “tolerancia cero”, lo que sugiere un control más severo de la frontera y una posible disminución de los programas humanitarios implementados por la gestión de Biden.