Casi seis semanas después de que la Primera Presidencia anunciara la intención de la Iglesia de construir una facultad de medicina en su universidad insignia, el presidente de BYU, C. Shane Reese, emitió una actualización brindando más detalles en una carta publicada en BYU News (en inglés) el jueves, 5 de septiembre.
Entre otra información, el presidente Reese explicó que BYU proporcionará un nuevo edificio en su campus de Provo, Utah, para acomodar la instrucción en el aula y las necesidades administrativas de la facultad de medicina.
Sin embargo, la capacitación clínica se llevará a cabo en múltiples ubicaciones hospitalarias fuera del sitio. “Las conversaciones entre Intermountain Health, la Universidad de Utah y otros han sido productivas con respecto a la perspectiva de colaboraciones clínicas”, dijo.
Explicó que también se está creando un equipo médico asesor para ayudar a desarrollar y solidificar los planes relacionados con la nueva facultad de medicina.
Haciendo eco de la declaración original de la Primera Presidencia del 29 de julio, el presidente de BYU también reiteró que la facultad de medicina proporcionará un “programa de alta calidad con base espiritual que refuerza la misión de BYU y de la Iglesia”.
Se centrará en la enseñanza y la capacitación con investigación en áreas de importancia estratégica para la Iglesia, como cuestiones de salud internacional y los esfuerzos humanitarios mundiales de la Iglesia.
El presidente Reese expresó su agradecimiento por “el entusiasmo y el gran apoyo a este emocionante esfuerzo” y su intención de brindar información actualizada a la comunidad universitaria a medida que los planes continúan desarrollándose.
“Jesucristo sanó a los enfermos y sirvió a los necesitados. Como discípulos de Jesucristo, creemos que la facul de medicina de BYU es otra forma de ayudar a los hijos de Dios”, dijo el presidente Reese.
Acerca de BYU
La misión de la Universidad Brigham Young (en inglés), fundada y apoyada por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, es ayudar a las personas en su búsqueda de la perfección y la vida eterna.
Fundado en 1875 por el presidente de la Iglesia, Brigham Young, el campus principal se encuentra en aproximadamente 299 hectáreas y es el hogar de más de (en inglés) 35 000 estudiantes que provienen de 105 países y los 50 estados de EE. UU. En abril de 2024, BYU otorgó 7198 títulos: 283 doctorados, 1095 maestrías y 5820 licenciaturas.
Los programas de posgrado de BYU brillan en las clasificaciones anuales de escuelas de posgrado de U.S. News & World Report. BYU Law ocupó el puesto 22 entre todas las facultades de derecho en la clasificación 2023-2024 (en inglés), y la Marriott School of Business ocupó el puesto 35 entre los programas de MBA. BYU ocupa el puesto 20 en general en la clasificación de las mejores universidades de Estados Unidos de 2024 de The Wall Street Journal.
Hace menos de un año, cuando el presidente Reese fue nombrado como el decimocuarto rector de la universidad, el élder D. Todd Christofferson, presidente del comité ejecutivo de la junta directiva de BYU, encargó al presidente Reese que ayudara a la universidad a convertirse en “lo que los profetas pasados y presentes han previsto que llegaría a ser”.
Durante su respuesta inaugural, el presidente Reese dijo que está asombrado por la guía profética dada a esta universidad por los profetas de los últimos días. El presidente de la Iglesia, Spencer W. Kimball, articuló “un mapa poderoso” (en inglés) para el futuro de BYU, llamándola “la mayor institución de aprendizaje en todo el mundo”.
Más recientemente, el élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles y ex presidente de BYU, enseñó que BYU hará realidad la visión del presidente Kimball “sólo en la medida en que acepte su singularidad, su unicidad” y sea “una institución de enseñanza universitaria que sea inequívocamente fiel al evangelio del Señor Jesucristo”.
