Un breve descanso entre Nueva York y Colorado, los lugares elegidos para energizarse para lo que resultará el nuevo desafío. El día señalado llegó para una sociedad que once meses atrás hizo entrar en ebullición a la Fórmula 1: Lewis Hamilton ingresó oficialmente como piloto a Ferrari, escudería con la que lo une un contrato multianual y con la que pretende reescribir la historia del Gran Circo con la conquista de la octava estrella.
Una jornada lluviosa, un ambiente británico, como si se tratara de una visita a la sede de Mercedes, en Brackley, en el condado de Northamptonshire, aunque el séptuple campeón es ahora un integrante del ejército rojo con base en Maranello. “Hay días que sabes que recordarás para siempre y hoy, el primero como piloto de Ferrari, es uno de ellos. En mi carrera tuve la suerte de alcanzar metas que nunca hubiera creído posibles, pero en parte siempre me aferré al sueño de correr vestido de rojo. No puedo estar más feliz de hacer realidad este sueño”, comentó en las redes sociales el británico, que a las 10 arribó en una van con vidrios polarizados e hizo una entrada rápida por la puerta principal de la Dirección Deportiva.
Un centenar de personas, entre aficionados y curiosos, esperaron estoicos para inmortalizar el momento en el que Hamilton hizo el ingreso por la vía Gilles Villeneuve. En la pequeña plaza del circuito de Fiorano, que fue bautizada con el nombre de Michael Schumacher -el primer ganador de siete coronas en la F.1, cinco de ellas con Ferrari- fue recibido por Benedetto Vigna –director ejecutivo de Ferrari-, que tras una breve recorrida por la emblemática casa y oficina de don Enzo -el fundador de la marca- invitó a la estrella a tomarse las fotografías junto a un Ferrari F40, el modelo deportivo favorito de Lewis.
“El cambio siempre es importante y Hamilton se ha puesto de nuevo en marcha. Me encantó leer su post en Linkedin a principio de año, un poderoso mensaje para no perder la esperanza en todos los ámbitos”, apuntó Vigna, sobre la frase que dejó el británico en la red: “No podría estar más entusiasmado con el año que empieza”, publicó, y agregó el hashtag #newjob.
La figura de Frédéric Vasseur, el jefe del equipo y con el que el británico mantiene una relación desde que corrió y se consagró campeón en las categorías teloneras de la F.1 -el ingeniero francés lo dirigió en ASM, en 2005, y en el renombrado ART GP, en GP2, en el siguiente curso- hizo menos protocolar cada movimiento de Hamilton en la ronda por Maranello.
El periplo de presentaciones continuó con charlas con el presidente John Elkann, una reunión con la dirección y también con Piero Ferrari –segundo y único hijo sobreviviente de don Enzo-; luego fue el turno de recorrer los distintos departamentos técnicos. La admiración de los empleados y la atención ceremonial de Hamilton fue perdiendo la rigidez del arranque y de los apretones de mano se pasó a algunas risas.
Las reuniones técnicas y briefings continuarán en los próximos días, donde la agenda señala un programa intenso para la primera semana. Las conversaciones con el personal técnico serán un pilar para la relación, porque la intención es que en 48 horas el piloto gire en Fiorano.
La comunicación con Riccardo Adami será esencial. El ingeniero italiano se inició en Minardi en 2002 y en Toro Rosso trabajó con Sebastian Vettel: juntos arribaron a la Scuderia en 2015 y siguieron ligados durante los años del alemán en Ferrari. El tetracampeón entregó a su amigo Lewis las mejores referencias sobre el ingeniero, que en los últimos años se desempeñó con el español Carlos Sainz Jr. El madrileño debió buscarse un nuevo horizonte ante la contratación de Hamilton: Williams es su nuevo cobijo. La intención de que su ingeniero Peter Bono Bonnington y Andrew Shovlin, director de operaciones en pista, lo acompañaran desde Mercedes quedó trunca por la cláusula –”non poaching clause”- que en 2023 el piloto acordó con la escudería de Brackley, que impedía la salida unilateral de empleados jerárquicos para acompañar a un superior que decide marcharse a la competencia.
La lluvia impidió cualquier ilusión de una salida a la pista, aunque la fecha original que Ferrari alistó en el calendario es el miércoles. Será una jornada de pruebas junto a su nuevo compañero Charles Leclerc. Los pilotos se alternarán los modelos SF-23 y el F1-75, de 2003 y 2022, respectivamente, monoplazas de al menos dos años de antigüedad y permitidos por el reglamento de Testing of Prevous Car (TPC), que son supervisados por la Federación Internacional del Automóvil y que en 2025 tendrá un límite de 20 sesiones.
Los ensayos con autos de temporadas anteriores tendrán un objetivo funcional para Hamilton, que al estar bajo contrato con Mercedes hasta el 31 de diciembre de 2024 no pudo ser parte de los tests de postemporada que la F.1 desarrolló en Abu Dhabi: desandar los 1000 kilómetros para adquirir rodaje, conocimiento del coche y de las tareas del equipo, comunicación con el ingeniero Adami…
Asimilar las diferencias entre las prestaciones de Mercedes y de Ferrari, acostumbrarse a una nueva posición de manejo, la disposición de los mandos del volante –Hamilton personaliza el suyo-, la potencia del motor… Las jornadas en Fiorano tendrá un segundo capítulo, aunque en un destino diferente: el emblemático circuito de Barcelona, reemplazado por el de Barhéin para los tests de pretemporada, recibirá a la Scuderia con sus dos espadas para una segunda sesión antes de que los equipos desembarquen en el autódromo de Sakhir para las pruebas que medirán el potencial de cada estructura rumbo al estreno en Melbourne, el 16 de marzo.
Las dos primeras presentaciones no tendrán como reto pulverizar el cronómetro, sino aumentar la confianza y agilizar los procedimientos. Las sensaciones del modelo de 2025 serán dentro de un mes, en Fiorano: Hamilton y Leclerc rodarán 200 kilómetros y dejarán el auto configurado para volar a Bahréin, donde entre el 26 y 28 de febrero el Gran Circo girará en conjunto.
Reacio a los simuladores y a los test, Hamilton, a los 40 años, sabe que cada detalle contará para iniciar sin ofrecer ventajas la temporada. El desafío para el séptuple campeón del mundo ya comenzó.
Conforme a los criterios de