Parece que este viernes 21 de junio terminó el curso escolar y empezó el verano. Esto me da la oportunidad de hablar sobre teatro y fin de curso, concretamente de los Trabajos Fin de Grado (TFG) que actualmente se están presentando en la Escola Superior de Arte Dramática de Galicia (ESADG), donde trabajo. Se trata de espectáculos teatrales con los que los nuevos profesionales del sector salen del refugio de la academia para encontrarse con el mundo laboral de nuestras artes escénicas. Una pequeña parte continúa estudios de posgrado. Otra sale a buscar fortuna en otros lugares con más oportunidades en el ámbito teatral. Y otra parte se queda aquí, en Galicia, luchando por enriquecer y ampliar ese eje fundamental de la cultura gallega que es el teatro. En este espacio podemos situar a Álvaro Reboredo, más conocido como Fiti o Fitinho, que acaba de presentar su TFG en el itinerario de Dramaturgia, dentro de la especialidad de Dirección Escénica y Dramaturgia, con la pieza ‘Vidas torcidas’. Una obra en la que se atreve a inserir la exigente disciplina del circo, con la rueda Cyr y el payaso, en el dispositivo dramatúrgico de una pieza teatral, llena de magnetismo, sobre las trayectorias que las personas toman en la vida, especialmente aquellas que parecen torcerse o desviarse de la norma.

Se trata de un TFG excepcional, dentro del contexto de la ESADG, porque Álvaro es profesional del circo y las artes del movimiento desde hace años, antes de ingresar en nuestra escuela. También es especial porque no es un TFG que permanecerá en el ámbito académico. Con su Compañía IO, junto a Bea (Beatriz Rubio), ampliará ‘Vidas torcidas’ para convertirlo en un espectáculo de mayor duración y ponerlo en contacto con muchos públicos (como TFG lo presentó en un formato «site-specific» de 30 minutos, en un espacio no convencional, en el hall de la Sala Pedra Seixa de la ESADG, con público a tres bandas).

Esto también me da la oportunidad de hablar de la Compañía IO, dedicada al nuevo circo y las artes del movimiento. De los cuatro espectáculos de su repertorio, hasta donde sé, dos de ellos salieron de mis clases de Dramaturgia en la ESADG y eso me llena de alegría y satisfacción, porque Álvaro fue uno de esos estudiantes excepcionales que supieron tomar las cuestiones teóricas y las herramientas técnicas y metodológicas de la asignatura de dramaturgia para la creación escénica. Esas dos obras son: ‘¿Cuántas patas para un banco?’, que juega con la metáfora de todas las formas en que se puede montar un banco, aunque salgan bancos raros e inesperados; y ‘4 segundos’, en la que juega con la dilatación temporal que representan 4 segundos, que pueden volverse eternos cuando, por ejemplo, ocurre un accidente o una caída. Otra pieza de su repertorio es ‘Espida’ (‘Desnuda’), en la que aborda cuestiones de género y las nuevas masculinidades.

En todos ellos, la tónica general es una suerte de deconstrucción del circo, buscando el lado más poético y plástico de sus disciplinas: las telas, la acrobacia, la danza aérea, la rueda Cyr, el clown etc., con un trabajo muy especial en lo que atañe al espacio sonoro, que incluye la percusión y el juego con los propios elementos que componen el dispositivo espacial. También ese factor de aprovechar la materialidad y las formas que pueden dar las estructuras metálicas o de madera que utilizan para colgarse de ellas o para actuar dentro de ellas. La activación sonora y coreográfica de esos materiales y elementos genera una poética muy especial, que puede recordar a una estética futurista, muy alejada de los clichés del circo más tradicional o comercial. En definitiva, se trata de creaciones en las que siempre hay un motor existencial y filosófico que anima la acción teatral, caracterizado por la hibridación de modalidades escénicas y por una fisicalidad y una energía que nos atrapa, para, además de entretenernos, interpelarnos sobre cuestiones humanas.

Llega el verano con su circo cálido y soleado y en algunos espacios abiertos, en calles, plazas, prados y arenales, si tenemos suerte, podremos encontrar la fascinación de las artes escénicas, la danza, el circo, incluso, a lo mejor, algunas de las piezas de la Compañía IO. ¡Termina el curso académico y llegan los frutos del verano!