A pesar de los cientos de miles de euros de donativos de los feligreses, la nave de la iglesia evangélica Samaria de Terrassa, donde presuntamente se han cometido abusos sexuales durante años por parte de cuatro miembros de la comunidad, tenía “deficiencias” y fue inspeccionada en octubre de 2022 por el consistorio de la localidad vallesana, según han confirmado a EL PERIÓDICO fuentes municipales. Fue por esas fechas cuando la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) retiró la acreditación para predicar a José García, el pastor de la Iglesia Samaria de Terrassa, tras recibir la información de que varias feligresas aseguraban haber sido abusadas sexualmente por él, según aseguraron representantes legales del Consell Evangèlic de Catalunya, la sectorial catalana de la federación estatal. Esa entidad también le retiró la acreditación como templo de culto. Así que tampoco se construyó el centro para 5.000 personas para el que los fieles denuncian que se llegaron a recaudar 800.000 euros.
Los responsables de la Iglesia Samaria traspasaron el establecimiento el 8 de febrero de 2023, pocos meses después, a otra congregación denominada Ministerio Evangélico Apostólico Palabra Viva, también de la misma confesión, que actualmente lo sigue ocupando. Antes de este cambio de titularidad, técnicos del Ayuntamiento de Terrassa se reunieron con los anteriores propietarios y los actuales y estos últimos se comprometieron a hacerse cargo de todas las deficiencias que se detectaron en una inspección realizada el 19 de octubre de 2022. A pesar de haberse constatado estos desperfectos (las fuentes no concretan cuáles), el consistorio no pudo multar a la entidad porque es se trata de un centro de culto y no de “una actividad económica ordinaria”, por lo que tienen una normativa específica, según las mismas fuentes municipales.
La familia del pastor ha explicado a este diario que no se han quedado el dinero de la recaudación
Los miembros de la Iglesia Samaria con los que ha hablado este diario se preguntan, entre otras cuestiones, dónde han ido a parar los miles de euros de donativos que se recogían en las ceremonias con la intención de construir un nuevo templo para 5.000 personas, y que nunca se llegó hizo. La denuncia presentada por los dos feligreses por abusos sexuales, representados por Mónica Santiago, del despacho Vosseler Abogados, subraya que los miembros de la comunidad entregaban como diezmo el 10% de sus ganancias laborales, aunque “en muchos” casos se entregaban “sumas ingentes de dinero”, siempre con la idea de participar activamente en el mantenimiento de la iglesia o la promesa de la construcción de una nueva nave que, al final, nunca se hizo. La familia del pastor, José García, ha explicado a este diario que no se han quedado el dinero de la recaudación.

Recibo de donación a la Iglesia Samaria. / EP
“Ofrenda de sacrificio”
En este sentido, víctimas destacan que los fondos que podrían haber sacado con esta recolecta de dinero superarían los 800.000 euros. Este diario ha tenido acceso a uno de los recibos que se firmaban en la iglesia al hacer las donaciones para el nuevo templo. “Nuestro compromiso de tiempo para construir. Yo (Nosotros) quiero participar en la implementación de la visión de la iglesia cristiana Samaria”, reza el documento, en que se precisa que la donación realizada en octubre de 2011 en concepto de “ofrenda de sacrificio” era de 3.000 euros, aunque también hay un compromiso para entregar otros 250 euros al mes.
Fue en septiembre de 2011 cuando el diario ‘Punt Avui’ publicó que la Iglesia Samaria construiría un templo de culto con capacidad para más de 5.000 personas en unos terrenos municipales. El consistorio abrió un concurso público para ceder un derecho de superficie para construir el centro de culto, ya que contaba con diferentes demandas de congregaciones religiosas desde 2009 para levantar sus equipamientos. Finalmente solo la iglesia evangélica Samaria optó al concurso para ocupar esta parcela de 7.870 metros cuadrados, donde se podría edificar el templo pagando 801.708 euros por un periodo de 50 años. Precisamente meses después, en enero de 2012, se constituyó la sociedad Construcciones Samaria 2011, en la que figura como administradora la mujer del pastor de esa congregación. Fue liquidada en marzo de 2017 por esta misma persona.
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