Pablo Scarpellini Los ngeles
Actualizado
Tener un Tesla en Estados Unidos se ha convertido en una suerte de manifiesto ideolgico. La irrupcin en poltica de su CEO, Elon Musk, y su incorporacin al gobierno de Donald Trump, ha cambiado por completo la percepcin de la marca de vehculos elctricos. Ahora son muchos los que ven en sus modelos un respaldo directo a las polticas trumpistas y por eso la cantidad de dueos que se estn deshaciendo de ellos ha alcanzado niveles rcord.
Segn datos de Edmunds, en la primera mitad de marzo, el porcentaje de modelos de Tesla entregados en concesionarios como moneda de cambio para adquirir un modelo usado o nuevo alcanz un 1,4% del total del mercado en EEUU, ms del triple que hace un ao y dos dcimas por encima de la cifra registrada en febrero.
La tendencia ya vena en aumento desde mediados del ao pasado, coincidiendo con las primeras donaciones de Musk a la campaa electoral de Trump. Despus, su implicacin directa en su nueva administracin comenz a incrementar el deseo de muchos de los dueos de Tesla de deshacerse de ellos y ahora parece estar en pleno boom.
Musk ha pasado de ser uno de los abanderados de la causa contra el cambio climtico a sacar la motosierra, literalmente, para escenificar los drsticos recortes en el gobierno que ha orquestado y que han costado ya miles de puestos de trabajo en distintas agencias federales. En cuestin de meses se ha convertido en uno de los hombres odiados entre los votantes progresistas.

Grafiti en una tienda de Tesla en San FranciscoJosh EdelsonAP
Stephanie Barr es una de ellas. Junto a su marido compraron dos modelos de Tesla antes de que comenzara el giro poltico de Musk y ahora se encuentran en la incmoda situacin de decidir qu hacen con los coches. “El problema es que nos gustan mucho. Son lo mejor que hemos tenido jams, pero somos conscientes de que el tipo es una basura“, dice a EL MUNDO desde su casa de Los ngeles.
El mismo Musk parece consciente de la situacin que ha creado en una de las varias compaas que posee. En una entrevista con el periodista Larry Kudlow, el hombre ms rico del mundo reconoci que las est manejando “con gran dificultad” mientras acomete sus ambiciosos recortes en Washington, con la meta de sumar un billn de dlares en ahorros para cuando haya terminado de meter la tijera.
El problema que es para entonces el dao a sus empresas, y a Tesla en particular, puede ser irreparable. Son varios los expertos que sostienen que ya no hay marcha atrs mientras la empresa no cambie de dueo, un escenario harto improbable. Y los mercados parecen estarle dando la razn. Tesla ha perdido casi la mitad de su valor en Bolsa desde que Trump asumi la presidencia, con Musk de mano derecha.
“Los cambios en la confianza del consumidor de Tesla podran generar una oportunidad para que los fabricantes de automviles tradicionales y las startups de vehculos elctricos ganen terreno”, seal a CBNC Jessica Caldwell, directora de anlisis de Edmunds. “A medida que la lealtad y el inters por la marca Tesla flaquean, aquellos que ofrecen precios competitivos, nueva tecnologa o simplemente menos controversia, podran captar a los propietarios de Tesla que abandonan la marca y a quienes compran un vehculo elctrico por primera vez”.

Coche Tesla incendiado en SeattleLindsey WassonAP
El otro escenario negativo con el que se estn teniendo que enfrentar son los ataques a los Tesla en varias partes de EEUU. Muchos han acabado incendiados en Oregn, Colorado y Carolina del Sur. En Ontario, Canad, unos 80 vehculos resultaron daados despus de que tres individuos usaran ccteles Molotov, en un caso que la fiscal general de EEUU, Pam Bondi, ha calificado de “terrorismo domstico”.
Incluso Trump se moviliz al organizar un acto publicitario en la Casa Blanca junto a Musk para promocionar la venta de Teslas, prometiendo hacerse con uno para tratar de revertir el mal momento que atraviesa la empresa de su fiel colaborador.