• Ha consolidado el relevo generacional de una nueva monarquía, más moderna y exigente
Enrique Díaz-Tejeiro, presidente de Solaria Energía y Medio Ambiente.
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Han pasado ya diez años desde la proclamación del rey Felipe VI y aún recuerdo que en su primer discurso como monarca se refirió al siglo XXI como el siglo del medio ambiente. Sin duda, una definición muy acertada. La sociedad actual se enfrente a una serie de desafíos ecológicos que amenazan la salud y la sostenibilidad del planeta sino cuidamos el medio ambiente.

En esta década, el Rey ha demostrado una conducta ejemplar en la que sin duda ha conseguido renovar la legitimidad de la institución. Ha tenido que lidiar con notables acontecimientos políticos y sociales tanto en clave nacional como internacional.

Felipe VI ha consolidado el relevo generacional de una nueva monarquía, más moderna y exigente, en la que la defensa de los valores constitucionales o el impulso a las relaciones internacionales han sido claves desde su proclamación en 2014.

Durante estos diez años en España se ha avanzado y mucho. En nuestro sector –el de las energías renovables– hemos experimentado un gran crecimiento y la producción de electricidad a partir del sol y del viento nos ha posicionado como una potencia económica mundial. En lo que a energía solar fotovoltaica se refiere, nuestro país tiene un potencial inmenso por tres sencillas razones: porque somos ricos en radiación solar, porque tenemos abundante suelo para ubicar las plantas y porque contamos con empresas punteras capaces de realizar esta tarea.

Debo resaltar que Felipe VI, durante este periodo, ha sido un defensor acérrimo de la transición energética. Quizás sea porque Su Majestad es ya de una generación que ha vivido muy de cerca las terribles consecuencias del cambio climático y, por ello, ha reconocido en diferentes ocasiones que la sostenibilidad es clave para España y para Europa. En varios de sus discursos, ha enfatizado en la urgencia de abordar este cambio para enfrentar la contaminación y el cambio climático, y la necesidad de la adopción urgente de medidas por parte de todos los gobiernos, empresarios y sociedades.

Desde su etapa como Príncipe de Asturias, el Rey ha demostrado en infinidad de ocasiones su gran interés y sensibilidad por los valores medioambientales, así como su apoyo al desarrollo de las energías renovables. Invertir en el desarrollo de las energías limpias es garantizar nuestra autonomía estratégica, tan necesaria en este contexto de desafíos internacionales sin precedentes, en el que la seguridad energética es crucial. España es uno de los países que más contribuyen a reforzar el liderazgo de la UE en la transición hacia una economía más sostenible, basada en las energías renovables, y empresas como Solaria jugarán un papel clave.

Permitidme que hoy dé las gracias a Su Majestad el Rey por estos diez años de trabajo al servicio de todos los españoles.

Muchas felicidades, Majestad, por esta primera década.