Cuando se trata de aliviar el dolor, la mayoría de las personas recurre rápidamente a medicamentos analgésicos disponibles sin prescripción. Sin embargo, este comportamiento puede ser más peligroso de lo que parece, ya que existe un error común que muchos cometen al utilizar estos medicamentos sin la debida precaución.
Los expertos en salud advierten al medio Tribune sobre los riesgos asociados con el uso indebido de analgésicos, que incluyen efectos secundarios graves e incluso daños a largo plazo en el cuerpo.
El uso excesivo de analgésicos para dolores leves
Es tentador recurrir a los analgésicos para calmar incluso los dolores más leves, como un dolor de cabeza o una pequeña molestia muscular.
No obstante, el Dr. Martin Hoffman, jefe de medicina física y rehabilitación en el Sistema de Atención Médica de la Administración de Veteranos del Norte de California, aclara que “los analgésicos son medicamentos potentes y, si su dolor es leve o moderado, existen alternativas no farmacológicas más saludables, como el descanso, el yoga y las terapias de frío y calor”.
Este uso frecuente de analgésicos puede en realidad hacer más daño que beneficio. Si bien pueden bloquear temporalmente el dolor, estos medicamentos también afectan la producción de prostaglandinas, que son compuestos responsables de la inflamación y el dolor. A largo plazo, su uso continuado puede hacer que el cuerpo se vuelva más susceptible al dolor.
- La combinación inapropiada de medicamentos para el resfriado y el dolor
Según los expertos, otro error común es la combinación de analgésicos con otros medicamentos, especialmente cuando se padecen resfriados o gripe. Los productos para el resfriado suelen contener analgésicos, y al tomar otro medicamento adicional para aliviar el dolor, se corre el riesgo de consumir una dosis peligrosa.
“Muchos productos multisintomáticos para el resfriado y la gripe ya contienen analgésicos. Por lo tanto, es importante ser cauteloso“, advirtió Deborah Pasko, directora de Seguridad y Calidad de Medicamentos en la Sociedad Estadounidense de Farmacéuticos del Sistema de Salud.
El uso excesivo de medicamentos en estas situaciones puede llevar a una sobredosis, lo cual pone al paciente en riesgo de efectos secundarios graves, como daño hepático o renal. Para evitarlo, se recomienda leer cuidadosamente las etiquetas de los medicamentos y no duplicar la dosis de analgésicos.
- Tomar analgésicos de manera preventiva antes del ejercicio
Algunos recurren a los analgésicos para prevenir el dolor muscular después de hacer ejercicio. Aunque puede parecer una forma eficaz de mejorar el rendimiento físico, esto puede ser contraproducente.
Tomar analgésicos de forma profiláctica puede enmascarar el dolor y, como señala Pasko, “el dolor es un mecanismo de seguridad que le indica al cuerpo lo que está sucediendo“.
Al no sentir el dolor, se corre el riesgo de agravar lesiones existentes o de forzar al cuerpo más allá de sus límites naturales, lo que puede resultar en lesiones graves.
Además, pueden tener efectos adversos, como dañar los riñones si se consumen en exceso y el cuerpo no está suficientemente hidratado, lo cual es común entre los atletas que realizan entrenamientos intensos.