Expertos en Derecho y personal sanitario analizan esta semana en Alicante la regulación legal de la medicina personalizada por inteligencia artificial. Unos tratamientos médicos cada vez más frecuentes y en los que se usan las nuevas tecnologías, cuyo uso sigue planteando numerosas incertidumbres éticas y legales. El Auditorio de la Diputación de Alicante es el escenario de este encuentro en el que participan profesionales de toda España y que organiza la Asociación de Juristas de la Salud. Un encuentro que el colectivo lleva 32 años organizando en distintas ciudades españolas y que por primera vez se celebra en Alicante. «El objetivo es crear sinergias en algo muy transversal como es la salud en sentido amplio y la sanidad», aseguró a este diario el vicesecretario general de la Universidad de Alicante y profesor de Derecho Administrativo Josep Ochoa.
El uso de la inteligencia artificial va a estar muy presente en estas jornadas que terminarán el viernes. Este miércoles se abordó el uso de la inteligencia artificial para el estudio del genoma, así como distintas experiencias de ciberseguridad en las instituciones para garantizar la protección de los datos de los ciudadanos. Hoy otra de las mesas abordará la transformación digital en el ámbito sanitario. «Tenemos que encontrar el equilibrio entre la eficiencia médica y la privacidad de los datos », señaló a este diario el presidente de la Asociación de Juristas de la Salud (ASJ), José María Barreiro. Oportunidades versus riesgos. También incidió en que se trata de tecnologías caras, por lo que se corre el riesgo de que no todo el mundo pueda tener acceso a estos tratamientos, que deben llegar de manera equitativa a toda la población, tanto en España como en el conjunto de la Unión Europea. Prevención y predicción. El congreso ha sido inaugurado por la rectora de la Universidad de Alicante (UA) Amparo Navarro, el edil de Innovación Antonio Peral, la directora territorial de Sanidad, Begoña Comendador y José María Barreiro. Tanto la UA como el Colegio de Procuradores de Alicante colaboran en la organización.
El catedrático Ángel María Carrecedo con su homólogo de Murcia, Eduardo Osuna, en el congreso. / Pilar Cortés
La primera de las intervenciones ha corrido a cargo del catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Santiago, Ángel María Carracedo, que es uno de los mayores expertos en genética. Carracedo se dedicó en su exposición a analizar la medicina genómica o personalizada, que está revolucionando el diagnóstico de enfermedades raras, la farmacogenética y el cáncer, con la prescripción de tratamientos personalizados. «Están teniendo un impacto tremendo en el campo de la Medicina y requieren una organización cuidadosa», aseguró a este diario, subrayando que la implementación de estas tecnologías no está exenta de retos éticos y legales.
Por el momento Carracedo considera que la regulación existente es la adecuada y que ése es el camino que se debe seguir en un futuro. Sobre todo ante el uso de estas mismas tecnologías para la predicción de enfermedades comunes. Ante los millones de datos que suponen analizar el genoma humano, la inteligencia artificial se configura como una herramienta de gran utilidad para procesar esa información. «La genómica se ha convertido en una parte esencial de la medicina gracias a una regulación inicial adecuada. La inteligencia artificial debería seguir el mismo camino», afirmó el experto, subrayando la importancia de no regular aspectos irreales o de ciencia ficción.
En un futuro cercano, la prevención y predicción de riesgos de enfermedades comunes mediante herramientas genómicas, conocidas como estimas de riesgo genético, cobrarán mayor relevancia. «Esta evolución, denominada medicina 5P (personalizada, predictiva, preventiva, participativa y poblacional), está avanzando rápidamente, requiriendo que los sistemas de salud se adapten y evalúen qué aspectos deben ser trasladados a la práctica clínica», aseguró.
Manipulación genética
Sin embargo, Carracedo alertó sobre los riesgos potenciales de estas tecnologías. Entre ellos, uno de los más conocidos y que causó en su día un gran escándalo, como es el caso de las gemelas chinas a las que se les modificó un gen para hacerlas inmunes al virus del sida, «una práctica eugenésica muy reprobable». Además, el catedrático expresó su preocupación por la genética dirigida al consumidor sin estándares médicos y éticos adecuados. «Es crucial que las pruebas genéticas mantengan calidad y autoridad clínica», insistió. Entre estas prácticas cuestionables se encuentran las pruebas genéticas para la selección de rasgos o la predisposición a determinadas enfermedades.
En cuanto a la inteligencia artificial, el especialista resaltó sus peligros, especialmente en el ámbito de la genómica, donde «es fundamental mantener una vigilancia constante».
A juicio de Carracedo, para el que la Medicina forense es una especialidad, las bases de datos forenses en España están bien reguladas, pero «siempre existe el riesgo de que grupos o países intenten crear bases de datos de toda la población, lo cual podría atentar contra la privacidad y seguridad, especialmente en regímenes no democráticos». El uso ético de la inteligencia artificial está siendo una de las principales fuentes de debate con las nuevas tecnologías.
En este sentido, consideró que la regulación adecuada es crucial, destacando el Reglamento Europeo de inteligencia artificial, recientemente aprobado, así como la propuesta del Parlamento de la ley del espacio de datos europeo como avances significativos. El catedrático también destacó que se ha implementado un nuevo catálogo de servicios de genética y genómica en el sistema nacional de salud. «Este catálogo está bien estructurado y amplio, facilitando la organización de grandes proyectos nacionales e internacionales de datos genómicos», dijo.
La amenaza del ciberataque
El congreso ha analizado también el riesgo de ciberataques que suponen que los hackers obtengan datos confidenciales del historial clínico de los ciudadanos. Los expertos lamentan que desde las administraciones se hacen grandes esfuerzos para la protección de sus sistemas contra intrusiones externas, pero en la mayoría de las ocasiones el riesgo lo están generando particulares que conectan con sus dispositivos a esas aplicaciones y sin que éstos tengan la protección adecuada.
A través de estas aplicaciones, los ciudadanos tienen acceso a todas sus citas médicas pendientes, así como a los tratamientos médicos que están recibiendo. Una información sensible que puede quedar a disposición de los hackers.
Por este motivo, los expertos inciden en que todos esos cuidados para evitar esas intrusiones de los ciberatacantes lleguen también a los particulares.
