Marcelo Mena, exministro del Medio Ambiente y actual CEO de Global Methane Hub, se refirió al futuro del proyecto Dominga y la situación en torno al comité de ministros.
Esto, luego que el Tribunal Ambiental emitiera un nuevo fallo en contra del Gobierno y desestimara la intervención del Tribunal Ambiental de Antofagasta.
En entrevista con radio ADN Mena, la exautoridad como uno de los 100 líderes climáticos más influyentes del mundo por la revista Time, sostuvo que “el Ministerio de Ambiente apeló a lo que ocurrió en el Tribunal Ambiental y su dictamen reciente en diciembre para que, básicamente, se anule el fallo en cuanto a tener que volver a fallar con respecto a este proyecto. Entonces, en el caso de una apelación, se cesa el efecto del fallo y continúa hasta la instancia superior, como es el caso de la Corte Suprema”.
“Aunque no se haya tomado una resolución respecto al fondo del proyecto, la reunión del comité de ministros cumple con lo establecido en el fallo del Tribunal Ambiental. Esto se debe a que no se puede obligar a tomar decisiones de manera ilegal si no se sabe quién conforma el comité, quién lo preside ni quién reemplaza al ministro del Medioambiente”, agregó.
“Entonces, en vez de tener el sentido común de permitir que falle la Corte Suprema, el Tribunal Ambiental insiste en que se junte este comité de ministros. Este comité de ministros se juntó ya el último veinticuatro de diciembre y entonces se determinaron que era imposible poder decidir porque no sabía quién presidía este comité de ministros y de quién iba a conformarlo y por eso hace la consulta antes de la Contraloría”, complementó.
Respecto a las implicancias del proyecto Dominga en términos ambientales, el exministro indicó que “este proyecto tiene una base deficiente, y el tribunal no puede pronunciarse sobre temas ambientales. Su tarea es simplemente aprobar el proyecto, lo que constituye una interferencia indebida de un poder sobre otro, lo que debe dirimirse ante la Corte Suprema”.
“La ciudadanía debe tener garantías de que se han considerado sus argumentos, especialmente cuando se descartan elementos cruciales como la línea base. El proyecto se evalúa sobre una línea base de 2013, lo que dificulta prever los impactos ambientales en un ecosistema completamente distinto”, explicó.
“Este proyecto está ubicado en un área protegida, en una zona que fue declarada por el Consejo de Ministros de Sustentabilidad. El Tribunal Ambiental ha decidido ignorar este cambio significativo y parece que su insistencia no responde a un interés por impartir justicia, sino a la imposición de su voluntad sobre un comité que debería tener las facultades para tomar decisiones informadas”, argumentó.
Marcelo Mena también destacó que el comité de ministros no ha actualizado la línea base del proyecto en los últimos siete años. “Cuando presidí el comité de ministros, no se hizo ningún esfuerzo por actualizar la línea base. Además, desde entonces se ha construido un nuevo observatorio en la región de Coquimbo, que podría verse afectado por la contaminación lumínica. Estos nuevos factores tampoco han sido considerados”.
“Es importante que se impartan justicia y se actualicen los estudios. Este proyecto está mal emplazado, y por lo tanto, se debe revisar la línea base y considerar que se ubica en un área protegida, lo que tampoco se ha tenido en cuenta en la evaluación ambiental actual”, finalizó.
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