NEWPORT BEACH —
El ex presidente Donald Trump se dirigió a un concurrido evento de recaudación de fondos en la isla Harbor de Newport Beach el sábado por la tarde, hablando con seguidores sobre la economía y la inmigración, según los asistentes. Unas 400 personas asistieron al evento, que estaba “lleno de energía y entusiasmo por Trump”, dijo Michelle Hall, residente de Newport Beach que estuvo entre los invitados.
“La gente está más detrás de él que nunca”, dijo. “El puerto y las calles estaban llenos de seguidores”.
Varios cientos de seguidores, que no asistieron al almuerzo, donde los boletos oscilaron entre los $3,300 y los $100,000, se alinearon en las calles de Newport Beach temprano el sábado en anticipación de la llegada del ex presidente.
Vestidos de rojo, blanco y azul, algunos con sombreros de copa adornados con estrellas y grandes banderas sobre sus hombros, seguidores ardientes, algunos de los cuales se congregaron durante horas a lo largo de Jamboree Road y Bayside Drive, levantaron carteles que decían “Bienvenido, Presidente Trump” y “Trump 2024, Recuperemos América”.
Era una atmósfera festiva, con música patriótica y clásica resonando y aplausos sonando para los autos que pasaban tocando la bocina. Y esos gritos solo se hicieron más fuertes cuando la caravana del ex presidente pasó por Jamboree y Bayside alrededor de las 12:40 p.m. Trump, desde detrás de una ventana cerrada, saludó a las multitudes amistosas. El evento de recaudación de fondos, que se llevó a cabo aproximadamente una semana después de su condena por delito grave, se realizó en la extensa casa de la isla Harbor de John y Kimberly Word y fue organizado conjuntamente por el empresario tecnológico Palmer Luckey. Los asistentes disfrutaron de carne, camarones, arroz y ceviche, dijo Hall, y Trump habló sobre temas “que más afectan a los estadounidenses”.
“Abordaron desde la inmigración ilegal hasta la sobrerregulación, la inflación y la tributación”, dijo Hall.
“El condado de Orange está emocionado de dar la bienvenida al presidente Trump de vuelta”, dijo Nikan Khatibi, otro asistente. “Estamos deseando devolver al presidente Trump a la Casa Blanca”.
“Me fui inspirado y renovado en mi confianza de que la única opción para Estados Unidos y sus aliados en todo el mundo es el presidente Donald J. Trump”, continuó Khatibi, un nombrado por Trump para la Junta Asesora Nacional del Cáncer, señalando específicamente los planes de Trump para abordar la disparidad económica e Irán.
Para Michael Cooper, un residente de Newport Beach entre la multitud que salió a saludar al ex presidente, ver realmente a Trump en el automóvil fue “súper emocionante”.
“Estaba saludando”, dijo Cooper, de 55 años. “Me encantó venir aquí y simplemente mostrar apoyo por el país y por él, especialmente a la luz de todos sus problemas legales. … Es importante estar aquí y animarlo. Creemos en él. Nos da mucha esperanza para nuestro futuro”.
Bryan Christoffersen estaba en su bote frente a la isla Harbor cuando Trump salió de la casa donde se llevaba a cabo el evento de recaudación de fondos.
“Él saludó y dio un pulgar arriba”, dijo el residente de Dana Point. “La electricidad era increíble. La energía positiva estaba en todas partes y la gente estaba emocionada de verlo. Todos estaban ondeando banderas estadounidenses y la gente estaba muy emocionada de verlo”.
Christoffersen dijo que había cientos de personas en el agua frente a la isla Harbor. “La gente estaba en barcos, botes inflables, Duffys, kayaks y tablas de paddle”, dijo.
Según los planes de la ciudad, la Bayside Drive, desde Jamboree Road hasta la Pacific Coast Highway, estuvo cerrada al tráfico automotor durante gran parte del día. Los residentes locales podían acceder a la carretera, pero solo con prueba de domicilio, como una identificación con foto o pasaporte.
Trump dejó el evento de recaudación de fondos alrededor de las 3 p.m.
Pero antes del evento de recaudación de fondos, los residentes de Linda Isle, una comunidad exclusiva a pocos metros del puente hacia la isla Harbor, se alinearon afuera de sus puertas esperando la llegada del ex presidente.
Entre ellos estaba Casey Lloyd, quien estaba emocionado de ver la caravana de vehículos.
“Estoy aquí para apoyar a Trump”, dijo, agregando que cree que es importante que todos voten por quien crean que es mejor. “Estoy muy emocionado de ver a tanta gente preocupándose por Estados Unidos nuevamente. Que Dios nos bendiga a todos”.
Cerca estaba Terry Shifflet, de 53 años, de Eastvale.
“Somos seguidores de Trump, republicanos acérrimos. Las cosas van mal para nuestro país”, dijo Shifflet, quien llevaba un sombrero de Make America Great Again. Dijo que la reciente condena por delito grave solo lo hizo querer mostrar más apoyo a Trump. Parte de un grupo “Asiáticos por Trump”, Clare Chu dijo que salió a apoyar “la justicia y el bien”. “Este país va en la dirección equivocada”, dijo Chu. Poco después de que la caravana del presidente pasara, gran parte de las grandes multitudes se dispersaron. Pero otros se quedaron atrás para comprar mercancía temática de Trump en un puesto instalado en la esquina de Jamboree y Pacific Coast Highway.
Phyllis Friedman, de 83 años, de Mission Viejo, tuvo como prioridad llegar temprano a Bayside Drive.
“Estoy aquí por las personas de 80 años”, dijo Friedman, que llegó a las 8:30 a. m. para poder ver bien la caravana. “Soy partidario de Trump. Me gusta todo sobre él”.
Y Danny Hannah, de 24 años, dijo que tiene muchos amigos de su edad con ideas afines que “nunca estuvieron interesados en la política y ahora se meten en ella para apoyar a Trump”.
“Quiero que mis futuros hijos crezcan en un país que sea suyo y que tenga futuro”, dijo Hannah, también residente de Mission Viejo.
Pero otros vinieron de todo el sur de California, como Blake Marnell de San Diego y Dana Nordbeck de Riverside.
Vestido con lo que llamó su “traje fronterizo” (parecía ladrillos marrones y blancos), Marnell, de 59 años, viajó a Newport Beach después de asistir a un evento de Trump en Phoenix a principios de semana. Se dirige a Las Vegas el domingo para otro.
“Me gusta estar rodeado de gente que apoya al presidente Trump”, dijo. “No todo el mundo tiene la oportunidad de hablar de política en el trabajo o con la familia. Aquí podemos”.
Si bien el condado de Orange ha pasado de ser un bastión republicano de larga data a una verdadera región púrpura (el registro de votantes favorece a los demócratas sobre los republicanos entre un 37,4 % y un 33,6 % y ningún candidato presidencial republicano ha ganado en el condado de Orange desde el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney en 2012), el condado costero de Orange sigue siendo un área en la profunda California donde los candidatos republicanos aún podrían lograr un gran éxito en la recaudación de dinero y apoyo.
“El oeste de Los Ángeles y el condado costero de Orange son las principales áreas del país para la recaudación de fondos de Trump, pero lo fueron para los republicanos antes de Trump y lo serán después de que él abandone la escena”, dijo Matt Jarvis, profesor asociado de ciencias políticas en Cal State. Fullerton.
Newport Beach, en particular, es un territorio muy favorable para los republicanos.
La residente Tracy Arnold esperó durante horas para ver la caravana de Trump el sábado y dijo que el momento valió la pena.
“Sólo en Estados Unidos puedes pararte en una esquina y ser escuchado políticamente”, dijo.
En Newport Beach, los republicanos superan en número a los demócratas por casi el doble, 47,7% frente a 25,7%, y la ciudad se ha clasificado constantemente entre las pocas docenas que donan generosamente a Trump.
En 2020, el código postal 92660, donde Trump celebró un evento de recaudación de fondos en octubre en la casa de Luckey en Lido Isle, estuvo entre los 45 códigos postales principales del país donde recibió la mayor cantidad de dinero. Este año, Trump hasta ahora ha recaudado cerca de 400.000 dólares en ese código postal.
El expresidente, que cumplirá 78 años la próxima semana, se encuentra en medio de su tercera candidatura a la Casa Blanca. Estuvo en San Francisco el jueves y en Beverly Hills el viernes por la noche para apuntalar las arcas de su campaña.
El evento de Beverly Hills tuvo lugar en la residencia privada de Lee Samson, miembro de la junta directiva de la Coalición Judía Republicana y propietario de una cadena de residencias de ancianos. Anteriormente recibió a Trump para una recaudación de fondos en 2019 que recaudó 5 millones de dólares.
Desde la condena de Trump en el caso del dinero secreto la semana pasada, su campaña y el Comité Nacional Republicano han dicho que han visto una afluencia de donaciones.
A principios de esta semana, la campaña y el Comité Nacional Republicano dijeron que recaudaron 141 millones de dólares en mayo, atribuyendo el apoyo a una respuesta al veredicto en el juicio por dinero secreto de Trump. Otras organizaciones pro-Trump aportaron 150 millones de dólares adicionales en mayo, dijeron.
Pero Trump también ha enfrentado críticas por depender de donaciones a su campaña para pagar sus costosos honorarios legales. Según algunas estimaciones, ha gastado más de 100 millones de dólares de donantes hasta principios de 2024 para pagar a sus abogados.
Es una situación única, dijo Jarvis, profesor de Cal State Fullerton, porque el país no ha tenido un candidato presidencial que enfrente acusaciones activas. Desde el punto de vista legal, es un vacío legal, afirmó.
“No creo que la ley tuviera este propósito para el gasto de campaña, pero la FEC no ha tomado medidas enérgicas al respecto, y probablemente no puedan hacerlo”, dijo Jarvis. “Estoy seguro de que no hay manera de que el Congreso actual actualice la ley para esto”.
En cuanto a la ética, Jarvis dijo que cree que la pregunta fundamental es: ¿Cuál es el propósito de las donaciones de campaña?
“Está mal gastar el dinero que te dan para un fin en otro, sí. Pero las campañas de Trump siempre han girado en torno a Trump”, dijo.
Trump viaja junto a Nevada para otra recaudación de fondos esta noche. Organizado por el magnate de la construcción Don Ahern en el Ahern Luxury Boutique Hotel, el evento del domingo por la noche tiene un precio que va desde unos modestos 1.000 dólares hasta la sorprendente cifra de 844.600 dólares.
