La reconocida actriz texana Eva Longoria reveló que decidió mudarse fuera de Estados Unidos junto a su esposo, José Bastón, y su hijo Santiago, de seis años, tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. La familia ahora divide su tiempo entre España y México, una decisión motivada, según ella, por el clima político y social que atraviesa EE.UU.
En una entrevista reciente con Marie Claire, Longoria expresó su descontento con el rumbo que ha tomado Estados Unidos, especialmente tras la victoria electoral de Trump: “El país es un lugar aterrador. Si cumple con sus promesas, será un lugar aterrador”. Además, recordó lo qué pensó cuando el mandatario republicano se impuso en los comicios de 2016: “En el fondo de mi alma, creía que de verdad ganaba el mejor. Y entonces pasó eso, y me dije: ‘La mejor persona no gana””.
Según Longoria, el contexto en Estados Unidos había comenzado a cambiar incluso antes de la pandemia, pero la llegada del Covid-19 intensificó los problemas. “El ambiente era diferente. Luego llegó el coronavirus y lo llevó al límite. Ya sea por la falta de vivienda o por los impuestos, siento que este capítulo de mi vida ya terminó”, explicó respecto de sus motivos para abandonar su estancia en California.
En 2020, The Washington Post calificó como a la actriz de Desperate Housewives como “una agente de poder política”, debido a sus esfuerzos en campaña para movilizar el voto en favor del Partido Demócrata, especialmente entre las mujeres y los latinos. Cuatro años después, desde su lugar, también realizó campaña por la candidata demócrata Kamala Harris.
“Soy privilegiada. Puedo escaparme e ir a algún lado. La mayoría de los estadounidenses no tienen tanta suerte. Se quedarán atrapados en este país distópico y mi ansiedad y mi tristeza son por ellos”, lamentó. La actriz, acostumbrada a expresarse políticamente, no ocultó su descontento con la victoria de Trump, calificándola como “impactante”. “Lo chocante es que un criminal convicto que escupe tanto odio pueda ocupar el cargo más alto”, concluyó.
Donald Trump se convertirá en el primer presidente de Estados Unidos en ser declarado culpable de un delito penal. Un jurado lo condenó en mayo por falsificar registros comerciales relacionados con un pago de 130 mil dólares a la actriz porno Stormy Daniels antes de las elecciones presidenciales de 2016. Se estima que el pago fue para comprar su silencio sobre presuntas relaciones sexuales que ambos mantuvieron.
Recientemente, según informó Associated Press, el juez de Nueva York Juan M. Merchan pospuso la decisión sobre este caso hasta, al menos, el 19 de noviembre debido a la victoria electoral del expresidente. La defensa de Trump intenta desestimar las acusaciones citando a la Corte Suprema, que dictaminó que los expresidentes no pueden ser procesados por acciones que tomaron en el curso de gobernar el país.
Sin embargo, los fiscales esgrimen que este juicio incluye 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales. Además, el exmandatario enfrenta un total de 88 cargos distribuidos en cuatro causas diferentes. A pesar de los indicios que apuntan a una posible prisión, la reciente victoria electoral de Trump podría asegurarle inmunidad, por lo menos mientras sea presidente de Estados Unidos.
Por su parte, según lo cita AP, el portavoz de la campaña de Trump, Steven Cheung, dijo que la victoria del mandatario electo deja “abundantemente claro que los estadounidenses quieren un fin inmediato a la politización del sistema de justicia”, y que este caso en contra del líder republicano “nunca debería haberse presentado”.
