Astrónomos tuvieron la capacidad de desvelar un nuevo enigma cósmico que desafía nuestras comprensiones actuales del universo. Utilizando el radiotelescopio MeerKAT, ubicado en Sudáfrica, los científicos detectaron una tenue estructura circular cerca del corazón de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Este enigmático objeto, al que bautizaron como Kýklos (círculo en griego), despertó la curiosidad de la comunidad científica.
Los ORCs, que son estructuras circulares de gran tamaño y baja luminosidad, fueron identificados por primera vez debido a su amplia extensión en el cielo, lo que los hacía difíciles de observar con telescopios de campo estrecho. Kýklos también es circular y no se detecta en longitudes de onda distintas a las de radio, pero a diferencia de los ORCs, que se encuentran a cientos de millones de años luz de distancia, Kýklos está mucho más cerca, a solo 6 grados del plano de la Vía Láctea.
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Kýklos presenta similitudes con los llamados Círculos Radio Eléctricos Extraños (ORCs) descubiertos previamente por el telescopio ASKAP en Australia. Sin embargo, existen diferencias cruciales entre ambos. Mientras que los ORCs se encuentran asociados a galaxias distantes, Kýklos se ubica en las proximidades de la Vía Láctea y no muestra una conexión evidente con ninguna galaxia lejana.
La naturaleza de Kýklos es un misterio. Su origen podría estar relacionado con eventos explosivos como supernovas o con la pérdida de masa de estrellas masivas. Los investigadores propusieron diversas hipótesis, pero ninguna logró explicar completamente este fenómeno.
Buen panorama a futuro
El descubrimiento de Kýklos no solo amplía nuestro conocimiento sobre la diversidad de objetos cósmicos, sino que también subraya la importancia de los radiotelescopios en la exploración del universo. Estos instrumentos nos permiten observar fenómenos que son invisibles a nuestros ojos y desvelar los secretos más profundos del cosmos.
A medida que los astrónomos profundizan en el estudio de Kýklos, es probable que surjan nuevas pistas que nos acerquen a la comprensión de este enigmático objeto. El descubrimiento de Kýklos, junto con el hallazgo de los ORCs, demuestra que los telescopios MeerKAT y ASKAP no solo están cumpliendo su función de prueba para los futuros radiotelescopios Square Kilometer Array (SKA), sino que también están revelando fenómenos inesperados en el universo. La comunidad astronómica espera que los SKA proporcionen aún más descubrimientos sorprendentes.
