La alimentación no solo influye en la salud de quien la consume, sino también en el bienestar de sus futuras generaciones. Un estudio reciente de la Universidad de Tulane, expone cómo las deficiencias nutricionales de tus abuelos podrían afectar tu salud actual.
En 1850, Ludwig Feuerbach, filósofo alemán, afirmaba que “somos lo que comemos”. Hoy en día, esta premisa se amplía gracias a los descubrimientos científicos que demuestran que nuestra dieta podría dejar huellas en la salud de las generaciones venideras.
El estudio utilizó ratones para examinar los efectos de una alimentación baja en proteínas en una generación y su impacto en la descendencia.
Los resultados fueron sorprendentes: las crías nacían con menor peso, riñones de tamaño reducido y un número disminuido de nefronas, las estructuras responsables de filtrar desechos en los riñones.
Las consecuencias de la dieta deficiente continuaron afectando a cuatro generaciones, incluso cuando las crías subsiguientes recibieron una nutrición adecuada. Giovane Tortelote, líder de la investigación, explicó:
“Es como una avalancha; aunque se mejore la dieta, las marcas dejadas por las deficiencias de los ancestros persisten”. Este fenómeno resalta la profundidad del impacto nutricional a nivel epigenético.
Los pequeños riñones y la reducción en el número de nefronas están vinculados a condiciones como hipertensión y enfermedad renal crónica, las cuales afectan la calidad de vida y la longevidad, especialmente después de los 50 años.
Además, el estudio señala que no solo la dieta materna es determinante. Los padres con baja ingesta de proteínas también transmiten alteraciones epigenéticas que comprometen el desarrollo renal de sus hijos.
Aunque se requiere más investigación para confirmar estos resultados en humanos, los hallazgos subrayan la necesidad de una nutrición adecuada en cada etapa de la vida.
No obstante, según Tortelote, las modificaciones epigenéticas heredadas explican por qué las deficiencias nutricionales se extienden por varias generaciones antes de corregirse por completo.