En el mismo momento en que tomaba posesión el dictador Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, Estados Unidos reveló que aumentó la recompensa para quien colabore con la captura del cuestionado mandatario, fijándola en la cifra de 25 millones de dólares, unos 109.000 millones de pesos.
Diosdado Cabello, el poder detrás del régimen y número dos del chavismo, también tiene sobre su cabeza la misma recompensa. La jugosa cifra fue anunciada por el Programa de Recompensas del Departamento del Tesoro, el cual desde hace 35 años tiene a cargo tal función para desmantelar a las organizaciones trasnacionales dedicadas especialmente al narcotráfico, que con su accionar criminal le hacen daño a los ciudadanos de dicho país.
La recompensa es llamativa porque cobija al presidente de un país y es la más alta que legalmente puede ofrecerse según las leyes de Estados Unidos. Además, es una muestra de que el gobierno de Joe Biden -en pocos días entra Donald Trump- endureció su postura de no reconocer la elección de Maduro, a quien organizaciones sociales, mandatarios de otros países y la oposición han denunciado por desarrollar una jornada fraudulenta el año pasado, de la que Edmundo González fue el ganador según las actas, sobre las cuales Colombia ha pedido su divulgación pública.
El nexo criminal que le sindican a Maduro es que “ayudó a gestionar y, en última instancia, a dirigir el Cartel de los Soles, una organización venezolana de narcotráfico integrada por funcionarios venezolanos de alto rango. A medida que ganaba poder en Venezuela, Maduro participó en una conspiración narcoterrorista corrupta y violenta con las Farc, una organización terrorista extranjera designada”.
Desde hace al menos siete años, Estados Unidos está tras la pista de Maduro, quien precisamente no ha podido salir a otros países en los que podrían detenerlo. En Colombia, una de sus últimas visitas más recordadas fue cuando estuvo en la firma del Acuerdo de Paz de 2016, en Cartagena. Y ya en el gobierno del presidente Gustavo Petro, en 2023 el venezolano alcanzó a llegar hasta la frontera en Cúcuta, pero no pisó suelo colombiano debido a sus requerimientos legales.
De hecho, por el paradero y detención del terrorista Osama Bin Laden, considerado el criminal más buscado en la historia de Estados Unidos, también se ofrecieron 25 millones de dólares. Por él, el Senado alcanzó a decir que daba hasta 50 millones, pero finalmente la que quedó en firme fue la del Programa de Recompensas.
Los otros más buscados
En este caso, la medida contra Nicolás Maduro expedida el 8 de enero está acompañada de los 15 millones que se están dando por Vladimir Padrino, el ministro de Defensa venezolano y número dos del chavismo sobre quien dicen que desde hace años ha facilitado el envío de cocaína desde su país a Centroamérica.
“Padrino López cobraba a las organizaciones de transporte de drogas una tarifa de protección para permitir que estas aeronaves cargadas de droga salieran de Venezuela de manera segura. Esta tarifa de protección superaba habitualmente los 60.000 dólares. Si el dinero de protección no se pagaba por adelantado, Padrino López hacía que el ejército venezolano destruyera la aeronave no aprobada”, anotó el Departamento del Tesoro.
El requerimiento de Estados Unidos por los tres venezolanos es de tal magnitud, que así como se equipara al de Osama Bin Laden, es cercano a la cifra de 20 millones de dólares que en su momento se dio por el capo mexicano Rafael Caro Quintero, el cofundador del Cartel de Guadalajara al que apodaron ‘el narco de los narcos’. Mientras que por Ismael ‘El Mayo’ Zambada, jefe del Cartel de Sinaloa, el gobierno del país norteamericano alcanzó a ofrecer 15 millones.
En Colombia, una de las mayores recompensas desde Estados Unidos fue por Pablo Escobar, jefe del Cartel de Medellín que se opuso a una extradición. Para la época, los cinco millones de dólares por su cabeza también fueron considerados como una jugosa cifra.
Carlos López – Justicia – @CarlosL49 – carben@eltiempo.com