Este martes, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la organización de economía circular WRAP lanzaron una guía en la que señalan los 10 plásticos más perjudiciales para el medioambiente en México.
La lista fue creada en colaboración con empresas mexicanas y destaca los productos plásticos con mayores probabilidades de liberarse al ambiente, de contener sustancias químicas peligrosas para la salud humana y con dificultades para su reciclaje.
Entre los productos mencionados se encuentran los plásticos utilizados en botellas de colores u opacas, microplásticos presentes en cremas exfoliantes, envases de PVC para embalaje, bolsas de plástico de un solo uso y envases de poliestireno de alto impacto, comúnmente usados para yogures o gelatinas.
La lista continúa con los aditivos oxodegradables, el poliestireno expandido, popotes desechables, etiquetas de cloruro de polivinilo y sobreempaques innecesarios que no brindan mayor protección al producto.
Ninel Escobar, directora de cambio climático de WWF México, explicó que esta lista busca orientar a las empresas de los sectores de alimentos, bebidas y cuidado personal para reducir la contaminación plástica en el país.
“Se estima que entre 2 y 3.6 millones de toneladas de residuos plásticos se filtran cada año en el medio ambiente, contaminando ríos y océanos”, señaló Escobar, quien además destacó que hasta el 90 % de la basura en playas mexicanas es plástico.
México lidera la región
Con esta publicación, México se posiciona como el segundo país en Latinoamérica y el onceavo en el mundo en contar con un listado de plásticos dañinos.
Carolina Fernández, gestora de alianzas internacionales de WRAP, señaló que el Pacto de los Plásticos de México es un esfuerzo pionero que articula estrategias entre el sector privado, la academia, el gobierno y la sociedad civil para reducir la contaminación y promover una economía circular.
El Pacto de los Plásticos de México propone una serie de estrategias para cada tipo de plástico en la lista. Estas incluyen la eliminación o sustitución por materiales de menor impacto ambiental, la reutilización, rediseño, mejora de procesos de reciclaje y recolección, así como intervenciones políticas que apoyen soluciones sustentables.
Escobar destacó que el objetivo de la lista no es demonizar el plástico o el trabajo de las empresas, sino ayudarlas a priorizar acciones basadas en criterios técnicos que permitan atender este problema en el corto plazo.