Por Allan Smith —NBC News
Cuando Camera Bartolotta, senadora republicana estatal de Pennsylvania, se enteró de que el expresidente Donald Trump había mencionado a una pequeña ciudad en su distrito como parte de su narrativa antiinmigrante, la funcionaria supo que tenía que decir algo.
En un mitin a principios de este mes, Trump dijo que Charleroi, donde viven 4,000 personas, había experimentado una ola significativa “de inmigrantes haitianos bajo la vicepresidenta Kamala Harris”, que estaba “costando a los contribuyentes locales cientos de miles de dólares”. También dijo afirmó que la ciudad estaba ahora “prácticamente en quiebra”, ya que los inmigrantes trajeron “crimen masivo a la ciudad y a todos los lugares cercanos a ella”.
Poco después, los influencers de derecha comenzaron a crear contenido, con la esperanza de documentar evidencia de malversación de fondos para los inmigrantes y evidenciar divisiones en la ciudad. Los rumores de trabajadores inmigrantes siendo “transportados en autobús” se extendieron rápidamente en línea.
Entonces, Bartolotta recurrió a las redes sociales. En Facebook, dijo que los inmigrantes recientemente llegados a su comunidad estaban allí “LEGALMENTE para TRABAJAR, pagar impuestos, criar a sus hijos.”
Y en la red social X, rechazó los videos que supuestamente mostraban a inmigrantes siendo transportados en autobús, implorando a la cuenta de derecha Libs of TikTok que “por favor, verifique los hechos antes de publicar información [que] ponga en peligro la seguridad de las personas buenas y trabajadoras”.
Y en una entrevista con NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo, Bartolotta dijo que no podía dejar que estos comentarios pasaran desapercibidos.
“Conozco la historia de mi comunidad y sé la difícil situación de la que escaparon muchas de estas personas. Sé por lo que están pasando los niños”, dijo. “Al ver cómo se estaba tergiversando el asunto y cómo se estaba difamando y amenazando a estas personas y se las estaba tergiversando por completo, sentí que era necesario [hablar], porque represento a todos en mi distrito, incluso a aquellas personas que están allí con visas de trabajo y están haciendo lo mejor que pueden para criar a sus familias”.
“Quería aclarar las cosas”, continuó la republicana. “Creo que acabo de echar gasolina al fuego. ¿Quién sabe? Pero solo quería dejar las cosas claras”.
Bartolotta no es la única republicana que lucha contra estas narrativas. A unos 370 kilómetros al oeste de Charleroi, a lo largo de la carretera interestatal 70, Rob Rue, alcalde de Springfield (Ohio), y Melanie Flax Wilt, presidenta de la Comisión del condado de Clark, han rechazado enérgicamente los rumores sin fundamento que Trump y su compañero de fórmula, el senador republicano por Ohio JD Vance, han difundido sobre inmigrantes haitianos que supuestamente se comen a las mascotas de los residentes.
Aunque estos republicanos no han nombrado a Trump ni a Vance como responsables directos, han intentado contrarrestar la mentira difundida por ambos de que Springfield está siendo invadida y destrozada por los recién llegados, mientras la ciudad ha visto una serie de falsas amenazas de bomba en escuelas locales.
La mentira de los inmigrantes y las mascotas se ha convertido en un punto de conflicto en una elección en la que la inmigración es uno de los temas principales. Trump ha criticado la reciente ola de inmigración a esas ciudades durante el debate presidencial, en mítines y en Internet, mientras que Vance se ha referido más a Springfield.
La reacción de los funcionarios locales recuerda a las consecuencias de las elecciones de 2020, cuando funcionarios electorales republicanos de Arizona, Georgia y Pennsylvania tuvieron que combatir las falsedades de Trump de que la elección fue “robada”.
Lo que está pasando también recuerda la primera contienda de Trump en 2016. Un elemento clave de las campañas del expresidente ha sido prometer revitalizar ciudades como Springfield y Charleroi, que se estaban quedando atrás y que han pasado décadas viendo cómo su población menguay los puestos de trabajo se van.
Sin embargo, contrario a la retórica de Trump, las nuevas olas de inmigración a esas ciudades han contribuido significativamente a revertir algunas de esas tendencias, y los funcionarios locales del Partido Republicano se han asegurado de señalar ese hecho al defender a los recién llegados.
“Hemos visto 8,500 puestos de trabajo crearse aquí en los últimos 10 años”, dijo Rue a NBC News en una entrevista. “Estamos viendo que se construirán casas en los próximos cinco años, alrededor de 2,000 casas. Son cosas de las que podemos presumir para una ciudad como la nuestra y son cosas de las que tenemos que hablar”.
El gobernador de Ohio escribe una columna
El contexto político de Charleroi y Springfield no podría ser más similar. Trump ganó en el condado de Washington, Pennsylvania, donde se encuentra Charleroi, por 22 puntos en 2020. En el condado de Clark, Ohio, ganó por 23 puntos ese año. Charleroi está a aproximadamente una hora de Pittsburgh. Springfield está a aproximadamente una hora de Columbus y a unos 40 minutos de Dayton.
En Charleroi, se estima que entre unos pocos cientos y 2,000 inmigrantes haitianos se han establecido allí en los últimos años (inmigrantes de otras naciones también se han establecido en la zona durante la última década).
En Springfield —que con una población de casi 60,000 habitantes es significativamente más grande que Charleroi— esa cifra es de entre 12,000 y 15,000, muchos de los cuales han podido venir a Estados Unidos gracias a un programa humanitario federal para inmigrantes. Otros tienen visas de turista y green cards, aunque Vance dijo hace poco en un mitin que todavía los consideraba “ilegales” porque no creía en la legitimidad de los programas por los que llegaron.
Los funcionarios de Charleroi y Springfield han destacado los problemas que han surgido debido a la ola de inmigración: preocupaciones por accidentes de tráfico, la necesidad de contratar intérpretes en las escuelas locales, dificultades debido a la barrera del idioma y presiones sobre los recursos. Pero ellos, así como los líderes empresariales locales, han dejado en claro que los nuevos inmigrantes están contribuyendo a la economía local, pagando impuestos y no contribuyendo a un aumento de la delincuencia, al contrario de lo que han dicho Trump y Vance.
“Puede que nunca me vuelvan a ver, pero no pasa nada”, dijo Trump en un mitin la semana pasada, en el que anunció que haría una parada de campaña en Springfield. “‘¿Qué le pasó a Trump?’ ‘Bueno, nunca salió de Springfield’”.
Rue y Flax Wilt no han dicho si apoyarán a Trump en las elecciones. En su entrevista con NBC News, Rue hizo hincapié en que, si bien está registrado como republicano, fue elegido para un cargo no partidista y no está “necesariamente involucrado en conversaciones políticas partidarias”. Si bien recibió apoyo de los electores por la forma en que manejó el episodio, Rue dijo que también escuchó preocupaciones “porque soy republicano”.
Laura Rosenberger, presidenta ejecutiva del Partido Republicano del condado de Clark, dijo que Rue no ha estado involucrado en impulsar el partido local a pesar de que vota por los republicanos. Expresó serias preocupaciones de que tanto Rue como Flax Wilt no salgan públicamente y apoyen al candidato del partido. Agregó que Trump debería visitar otro lugar que no sea Springfield cuando haga un viaje al condado de Clark.
“Si eres republicano y estás admitiendo públicamente ante los medios que no puedes decidir si vas a votar o no por el presidente Donald Trump, bueno, entonces tal vez deberías cambiar de partido”, dijo.
La reacción del Partido Republicano subió un poco más de tono el viernes, cuando el gobernador de Ohio, Mike DeWine, un republicano nacido en Springfield, escribió un artículo de opinión en el New York Times que buscaba contrarrestar la narrativa de Trump y Vance sobre la ciudad. Dijo que “como partidario” de la candidatura, estaba “entristecido por cómo ellos y otros siguen repitiendo afirmaciones que carecen de evidencia y menosprecian a los inmigrantes legales que viven en Springfield”.
“Vienen a trabajar y a pagar sus cuentas”
De vuelta en Charleroi, Bartolotta ha expresado públicamente su apoyo al expresidente y ha dicho que no lo culpa por el escrutinio nacional al que se enfrenta la ciudad. Después del intento de asesinato en la cercana localidad de Butler, Pennsylvania, durante un mitin en julio, Bartolotta cambió su foto de perfil en la red social X por la ya famosa imagen de Trump levantando el puño.
Tiene previsto reunirse con Trump el lunes durante una visita al oeste de Pennsylvania, donde dijo que “estará encantada de pedirle que, por favor, venga a Charleroi para que podamos mostrarle a esta gente maravillosa, porque la historia es diferente en todas partes”.
“Hay mucha tensión en todas partes y algunas personas están leyendo todo tipo de cosas que les llegan desde todos los ángulos diferentes”, dijo. “Es realmente difícil discernir cuál es la verdad a menos que estés aquí. Así que solo espero que la gente haga una pausa y, ya sabes, baje el tono de las críticas”.
Bartolotta destacó que los inmigrantes de Charleroi no habían entrado al país ilegalmente a través de la frontera con México, y añadió que muchos llegaron a la ciudad gracias a los esfuerzos de un importante propietario de una fábrica que llevaba mucho tiempo luchando por encontrar empleados para unas instalaciones que esperaba mantener abiertas en la zona. En estos momentos, la ciudad está movilizada con la esperanza de impedir que otra fábrica abandone la ciudad después de que recientemente anunciara su cierre.
“Déjenme ser muy claro: nadie en el condado de Washington está diciendo nada negativo sobre los haitianos”, dijo Sean Logue, presidente del Partido Republicano del condado de Washington. “No tenemos una opinión negativa de ellos en absoluto. De hecho, tienen una buena reputación en cuanto a ser religiosos y trabajadores”.
Pero dijo que la inmigración ha superado lo que la ciudad puede soportar y culpó a los líderes demócratas estatales y federales por no proporcionar recursos adicionales y reforzar los presupuestos. Logue espera que Trump pronto haga una visita a la ciudad. Brian Hughes, un asesor de alto rango de Trump, se negó a decir si tal visita estaba en proceso.
Cuando se le preguntó sobre la defensa de Bartolotta, Logue dijo que los lugareños “piensan que (ella) es un gran activo” que “representa bien a nuestros electores”.
Joe Manning, administrador del distrito de Charleroi, quien se identifica como independiente, estuvo de acuerdo con Logue sobre Bartolotta. Pero no estuvo de acuerdo con la premisa de que la ciudad necesitaba que el Gobierno federal interviniera de inmediato.
“¿Financiación para qué?”, dijo Manning. “No tengo una partida en mi presupuesto que diga ropa haitiana, vivienda haitiana. Quiero decir, son personas que viven y trabajan aquí. No estoy haciendo nada especial por ellos como lo hago por cualquier otra persona. Van a trabajar, pagan sus cuentas, están aquí legalmente”.
Un punto que Bartolotta quería destacar: el dueño de una tienda local que vende artículos de Trump le dijo al Pittsburgh Post-Gazette que algunos de los inmigrantes locales se han detenido en el interior para decirle que apoyan la campaña del expresidente. Cuando se le preguntó si Charleroi proporcionaba un ejemplo de cómo se podrían revitalizar otras pequeñas ciudades, dijo “absolutamente”.
En “el suroeste de Pennsylvania, hemos estado perdiendo muchísima población”, dijo. “Así que si queremos que vuelvan las personas que van a trabajar, que mantengan nuestras fábricas, que mantengan nuestra producción abierta, entonces necesitamos poder conseguir personas [que puedan] ir a trabajar en nuestras fábricas y nuestras tiendas y cosas así. Bueno, esta es una forma de mantener abiertos estos negocios”.
En cuanto al enfoque de Trump, en particular porque Pennsylvania parece ser el estado que podría definir toda la elección, Bartolotta dijo que cree que el partido debe centrarse en reducir la inflación y crear puestos de trabajo.
“No esta distracción donde hay como una tetera que parece estar silbando”, dijo. “Quítenla del fuego. Concéntrate en los problemas más importantes que afectan a todos”.
En Springfield, Rue dijo que nunca podría haber previsto esta atención por parte de los principales candidatos presidenciales de su partido cuando ganó las elecciones a la alcaldía en noviembre.
“No estoy tan seguro de que me hubiera presentado si esto hubiera estado en la lista”, dijo. “No sé quién en su sano juicio lo hubiera hecho”.
