Más de 5.600 corredores han desafiado al frío este 31 de diciembre por la tarde en Pamplona para cumplir la tradición y despedir el año a la carrera en la XLI San Silvestre que organiza Beste Iruña en Pamplona.
Divididos en seis salidas escalonadas -con 9:45 minutos de diferencia entre los primeros y últimos-, los 4.600 corredores de la categoría absoluta (a los que hay que sumar a los cientos que toman la salida sin dorsal, fotocopias o con dorsales de otros años), han tomado la salida en la calle Navas de Tolosa para afrontar los 4.500 metros de un recorrido que, como es también ya tradicional, ha reunido a miles de personas para animar a los deportistas o, simplemente, disfrutar del ambiente de una prueba que combina el aspecto competitivo con un especial factor lúdico con cientos de corredores disfrazados.
Estanis Ruiz (Grupompleo Pamplona Atlético) y Maitane Melero (Beste Iruña) han repetido como vencedores absolutos. Eso sí, en ambos casos, sufriendo más que en la anterior edición ante la presión de los jóvenes Markel Ciriza y Álvaro Alduan, en el caso del corredor de Cizur que compite habitualmente en Estados Unidos, y de Raquel Echeverría (Barcelona) y Ana Llorens (Grupompleo Pamplona Atlético) en la de Pamplona quién, con un tobillo dañado, ha tenido en duda su participación hasta el último momento.
Previamente se han disputado, en la misma Navas de Tolosa, las pruebas para menores en las que han tomado parte 600 niños.
Además, y como en otras carreras de San Silvestre en Navarra, ha habido un momento de solidaridad antes de la primera salida absoluta con los trabajadores afectados por el anunciado cierre de la empresa BSH.