Por Susanna Twidale
LONDRES, 16 oct (Reuters) – La Agencia Internacional de la Energía (AIE) dijo el miércoles que el mundo se encuentra al borde de una nueva era de la electricidad, con una demanda de combustibles fósiles que tocará pico a finales de la década, lo que significa que los excedentes de crudo y gas podrían impulsar la inversión en energía verde.
Sin embargo, también señaló un alto nivel de incertidumbre debido a los conflictos en Oriente Medio y Rusia, países productores de petróleo y gas, y a las elecciones que tendrán lugar en 2024 en países que representan la mitad de la demanda mundial de energía.
“En la segunda mitad de esta década, la perspectiva de unos suministros más abundantes -o incluso excedentarios- de petróleo y gas natural, dependiendo de cómo evolucionen las tensiones geopolíticas, nos llevaría a un mundo energético muy diferente”, afirmó Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, en un comunicado junto al informe anual de la agencia.
Es probable que los excedentes de combustibles fósiles hagan bajar los precios y permitan a los países dedicar más recursos a las energías limpias, lo que llevaría al mundo a una “era de la electricidad”, afirmó Birol.
A corto plazo, también existe la posibilidad de que se reduzcan los suministros si el conflicto de Oriente Medio interrumpe los flujos petroleros.
Según la AIE, este tipo de conflictos pone de manifiesto la tensión del sistema energético y la necesidad de invertir para acelerar la transición a “tecnologías más limpias y seguras”.
Asimismo, indicó que el año pasado se puso en marcha en todo el mundo una cantidad récord de energía limpia, con más de 560 gigavatios (GW) de capacidad de renovables. Se espera que en 2024 se inviertan unos 2 billones de dólares en energías limpias, casi el doble que en combustibles fósiles.
Sin embargo, el crecimiento de la generación de energía limpia no ha seguido el ritmo del aumento de la demanda mundial de electricidad y se espera que esta tendencia continúe entre 2023 y 2030, lo que significa que el uso de energía de carbón disminuirá más lentamente de lo previsto, según la AIE.
(Editado en español por Carlos Serrano)