Estados Unidos ha decidido mantener a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo por otro año consecutivo, según el informe 2023 sobre terrorismo mundial publicado por el Departamento de Estado. Esta medida, que implica sanciones económicas y diplomáticas significativas, coloca a la isla caribeña junto a Corea del Norte, Irán y Siria, países señalados por Washington por brindar apoyo a actos de terrorismo internacional.
La decisión de incluir a Cuba en este listado fue tomada en enero de 2021 por la administración del entonces presidente Donald Trump, poco antes de finalizar su mandato. La medida respondió, según Washington, a la presencia en la isla de líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, quienes habían viajado a La Habana para negociar la paz con el gobierno colombiano.
Durante una audiencia en el Congreso este miércoles, el secretario de Estado, Antony Blinken, confirmó que no habría ningún cambio en esta política antes de que el presidente Joe Biden terminara su mandato en enero de 2025.
El Departamento de Estado argumenta que el gobierno cubano ha otorgado refugio seguro a terroristas internacionales y ha ignorado solicitudes de extradición. Entre los casos destacados, se menciona a Pablo Tejada y Pablo Beltrán, líderes del ELN cuya entrega ha sido solicitada por Colombia. Además, se denuncia que Cuba alberga a prófugos de la justicia estadounidense acusados de delitos relacionados con violencia política, algunos de los cuales han residido en la isla durante décadas.
Esa designación implica la prohibición de venta de armas , un mayor control a sus exportaciones, restricciones en la ayuda exterior, mayores requisitos para los visados y diversas sanciones económicas.
Cuba fue incluida por primera vez en esta lista en 1982, pero en 2015, durante el mandato de Barack Obama, fue retirada como parte del acercamiento entre ambos países. Sin embargo, la administración Trump revertió ese avance y redobló las sanciones contra La Habana.
El gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, ha calificado la inclusión de su país en la lista como injustificada y dañina, y ha instado repetidamente a Washington a revertir esta decisión, argumentando que no existe evidencia para sostener las acusaciones de apoyo al terrorismo.