La confiabilidad del sistema de “conducción autónoma total supervisada” de Tesla está siendo cuestionada en Estados Unidos. La Administración Nacional de Seguridad del Transporte en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) abrió una investigación sobre el software y su papel en cuatro accidentes viales. La pesquisa podría frenar los planes de negocio de Elon Musk alrededor de las nuevas tecnologías de movilidad.
El regulador de seguridad automotriz informa que la indagatoria preliminar contempla la evaluación de 2.4 millones de vehículos del fabricante. La cifra es equivalente a casi el total de los autos eléctricos de Tesla que circulan en territorio estadounidense. El proceso pretende determinar si el programa de asistencia es capaz de “detectar y responder adecuadamente a condiciones de visibilidad reducida en la carretera”, como “el resplandor del sol, la niebla o el polvo en el aire”. La agencia también quiere averiguar si el sistema se ha visto involucrado en otros incidentes no reportados hasta el momento.
Algunos propietarios de la camioneta eléctrica de Tesla pagaron por esta función cuando la compraron el otoño pasado, y hasta ahora empieza a funcionar.
La indagatoria de la NHTSA sobre la tecnología está centrada en cuatro accidentes ocurridos entre noviembre del año pasado y mayo de 2024. Acontecieron en diferentes localidades de Estados Unidos y bajo diversas condiciones climáticas. Resultaron en coaliciones con otros vehículos, objetos estacionarios y peatones, en donde una persona perdió la vida y otra más resultó herida.
Esta no es la primera vez que la dependencia examina la seguridad de los sistemas de conducción de la automotriz. En abril cerró una investigación de casi tres años sobre el Autopilot, el programa de conducción semiautomática de Tesla. El procedimiento analizó casi 500 percances en los que el sistema estaba activo. Descubrió que 13 de esos accidentes fueron fatales. La compañía ha argumentado en el pasado que advierte a los conductores que deben vigilar constantemente la conducción autónoma total y el piloto semiautomático. Les sugiere estar atentos para tomar el control en cualquier momento.
La última decisión de la NHTSA podría representar un nuevo obstáculo para la estrategia a futuro de Tesla y Elon Musk. El negocio de la firma se enfrenta a retos sin precedentes. La ralentización de la demanda y la creciente competencia de sus rivales chinos destacan en la lista. La compañía registró entre abril y junio su peor margen de beneficio trimestral en más de cinco años. Los beneficios netos de su operación se redujeron 50% en los primeros seis meses de 2024. El empresario ha reorientado el enfoque empresarial de la armadora hacia la conducción autónoma y los robotaxis. Los analistas advierten que la apuesta es arriesgada y no se ajusta a la realidad.
Musk presentó la semana pasada el prototipo del Cybercab, un taxi de dos plazas autoconducido que comenzará a producirse en masa en los próximos tres años, según Tesla. Durante el evento, el magnate afirmó que, en algún momento de 2025, el Model 3 y Model Y estarían listos para transitar por las calles de California y Texas sin supervisión. Sin embargo, no ofreció detalles sobre las autorizaciones y certificaciones de seguridad necesarias para que esto ocurra.
