WASHINGTON (AP) — Los legisladores conservadores en todo Estados Unidos están presionando para introducir más cristianismo en las aulas de las escuelas públicas , poniendo a prueba la separación entre la iglesia y el estado insertando referencias bíblicas en las lecciones de lectura y exigiendo a los maestros que publiquen los Diez Mandamientos.
Los esfuerzos ocurren mientras el presidente electo Donald Trump se prepara para asumir el cargo prometiendo defender el derecho de la Primera Enmienda a orar y leer la Biblia en la escuela, prácticas que ya están permitidas siempre que no estén patrocinadas por el gobierno.
Si bien el gobierno federal tiene explícitamente prohibido ordenar a los estados qué enseñar, Trump puede influir indirectamente en lo que se enseña en las escuelas públicas y su elección puede envalentonar a los activistas a nivel estatal.
Trump y sus compañeros republicanos apoyan la libertad de elección de escuelas , con la esperanza de ampliar la práctica de utilizar vales financiados por los contribuyentes para ayudar a los padres a enviar a sus hijos a escuelas religiosas.
Pero existe un impulso paralelo para incorporar más cristianismo en las escuelas públicas tradicionales que atienden a la abrumadora mayoría de los estudiantes, incluidos los de otras religiones. Y con la ayuda de los jueces designados durante el primer mandato presidencial de Trump, los tribunales han comenzado a bendecir la idea de una mayor presencia de la religión en la esfera pública, incluidas las escuelas .
“El hecho de que Trump sea el presidente electo, y más aún el presidente nuevamente, tiene como efecto que los nacionalistas cristianos se envalentonen como nunca antes”, dijo Rachel Laser, presidenta y directora ejecutiva de Americans United for Separation of Church and State.
Un gran número de estadounidenses cree que los fundadores pretendían que Estados Unidos fuera una nación cristiana. Un grupo más pequeño, parte de un movimiento ampliamente denominado nacionalismo cristiano , defiende una fusión de la identidad estadounidense y cristiana y cree que Estados Unidos tiene el mandato de construir una sociedad explícitamente cristiana.
Muchos historiadores sostienen lo contrario y sostienen que los redactores de la Constitución crearon Estados Unidos como una alternativa a las monarquías europeas con iglesias estatales oficiales y opresión de las minorías religiosas.
En varios estados se han realizado esfuerzos para introducir más cristianismo en las aulas.
En Luisiana, los republicanos aprobaron una ley que obliga a que en todas las aulas de las escuelas públicas se publiquen los Diez Mandamientos, que comienzan con “Yo soy el Señor tu Dios. No tendrás otros dioses delante de mí”. Las familias han presentado demandas.
En Texas, las autoridades aprobaron en noviembre un programa de estudios que combina las artes del lenguaje con lecciones bíblicas . Y en Oklahoma, el superintendente estatal de educación ha pedido que las lecciones incorporen la Biblia desde el quinto hasta el duodécimo grado, un requisito que las escuelas se han negado a cumplir .
Los legisladores del estado de Utah designaron los Diez Mandamientos como un documento histórico, en la misma categoría que la Declaración de Independencia y la Constitución, para que los maestros pudieran exhibirlos en sus aulas. Muchos otros estados han visto legislación que los colocaría en más aulas. Y los fiscales generales de 17 estados liderados por el Partido Republicano presentaron recientemente un escrito en apoyo del mandato de los Diez Mandamientos en Luisiana.
Se permite a las escuelas, e incluso se las alienta, que enseñen sobre religión y expongan a los estudiantes a textos religiosos, pero algunos dicen que las nuevas medidas están adoctrinando a los estudiantes, no educándolos.
Los críticos también han expresado su preocupación por la proliferación de planes de estudio. Algunos estados han permitido que los profesores utilicen vídeos de la Universidad Prager, una organización sin ánimo de lucro fundada por un presentador de un programa de entrevistas conservador, a pesar de las críticas de que los vídeos destacan positivamente la difusión del cristianismo e incluyen puntos de discusión de carácter nacionalista cristiano.
Durante su primera administración, Trump encargó el Proyecto 1776 , un informe que intentaba promover una versión más patriótica de la historia estadounidense. Fue criticado por historiadores y académicos que dijeron que atribuía al cristianismo muchos de los giros positivos en la historia de Estados Unidos sin mencionar el papel de la religión en la perpetuación de la esclavitud, por ejemplo.
El proyecto se convirtió en un programa de estudios en el Hillsdale College, un centro conservador de Michigan, y ahora se enseña en una red de escuelas concertadas financiadas con fondos públicos y apoyadas por el colegio. También ha influido en los estándares estatales de Dakota del Sur .
Las impugnaciones a algunas medidas estatales ahora están abriéndose paso a través de los tribunales , que se han vuelto más amigables con los intereses religiosos gracias a los nombramientos judiciales de Trump.
En 2022, la Corte Suprema falló a favor de un entrenador de fútbol del estado de Washington que fue despedido por rezar con los jugadores en el centro del campo después de un partido, y afirmó que el distrito escolar había infringido sus derechos a la expresión religiosa. Los jueces disidentes señalaron que algunos jugadores se sintieron presionados a unirse al entrenador. Pero el tribunal superior dijo que una escuela pública no puede restringir la actividad religiosa de un empleado solo porque podría interpretarse como un respaldo a la religión, revirtiendo un precedente de cinco décadas.
El fallo podría allanar el camino para que los conservadores introduzcan más cristianismo en las escuelas públicas, dijo Derek Black, profesor de derecho en la Universidad de Carolina del Sur.
“Los nombramientos judiciales de Donald Trump han envalentonado a los estados” a poner a prueba la separación entre la Iglesia y el Estado, dijo.
A raíz del caso del entrenador de fútbol, los tribunales ahora analizan la separación entre la Iglesia y el Estado a través de la lente de la historia, dijo Joseph Davis de Becket, una firma de abogados de interés público centrada en la libertad religiosa que defiende a Luisiana en su mandato de los Diez Mandamientos.
La Corte Suprema ha respaldado la idea de que “está bien tener expresión religiosa en los espacios públicos”, dijo Davis, “y que deberíamos esperar eso… si es una gran parte de nuestra historia”.
Los críticos dicen que algunas medidas para introducir más referencias históricas al cristianismo en las aulas han llevado las cosas demasiado lejos, insertando referencias bíblicas gratuitamente, mientras borran el papel que jugó el cristianismo al justificar las atrocidades perpetradas por los estadounidenses, como el genocidio de los pueblos indígenas.
Estas son algunas de las críticas que enfrenta el nuevo plan de estudios de lectura en Texas. Creado por el estado, los distritos no están obligados a utilizarlo, pero reciben incentivos financieros por adoptarlo.
“Los autores parecen esforzarse por incluir lecciones bíblicas detalladas en el programa de estudios, incluso cuando son innecesarias e injustificadas”, escribió el especialista en estudios religiosos David R. Brockman en un informe sobre el material . “Aunque la libertad religiosa es vital para la democracia estadounidense, el programa de estudios distorsiona su papel en la fundación de la nación y subestima la importancia de otras libertades fundamentales apreciadas por los estadounidenses”.
Texas Values, un grupo de expertos conservador que apoyó el nuevo plan de estudios de lectura, dijo en una declaración que el giro del tribunal hacia permitir más cristianismo en las escuelas y permitir que más dinero de los contribuyentes fluya a las instituciones religiosas es correctivo.
El caso del entrenador de fútbol ha devuelto legítimamente las protecciones a la religión y la libertad de expresión en las escuelas públicas, dijo Jonathan Saenz, presidente de Texas Values.
“Los votantes y los legisladores se están cansando de los ataques a Dios y a nuestra herencia de ser ‘Una nación bajo Dios’”, dijo.
