NACIONALES | 8 jun 2024
MEDIO AMBIENTE
Se trata de tres proyectos, con colaboración ciudadana, que apuntan a proteger especies fundamentales para el control de plagas, la producción de alimentos y el sostenimiento de la fertilidad de los suelos.
El 5 de junio se conmemoró el Día Mundial del Medioambiente, establecido por la Organización de las Naciones Unidas con el objetivo de sensibilizar a la población en temáticas ambientales. El medioambiente es un bien común de toda la humanidad, en el que interactúan todos los seres vivos. Los beneficios que brinda son imprescindibles para la vida de las personas en la Tierra. En este sentido, la pérdida de especies y la reducción de la biodiversidad tiene importantes implicancias sociales, económicas y culturales, además de las propiamente ecológicas. Su cuidado y conservación, requieren acciones diarias concretas en todos los ámbitos de la vida social. Para desarrollar mejores estrategias de conservación y de cuidado es imprescindible producir un mayor conocimiento científico sobre el medioambiente y las especies que lo habitan. Para esta tarea resulta fundamental el trabajo y la expertise de los diferentes especialistas, pero también pueden contribuir con ellos, de diferentes formas, todas las personas..
En este marco, especialistas del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA, CONICET-UNCo) desarrollan distintos proyectos que involucran a la ciudadanía en la producción del conocimiento científico, así como en la conservación y protección de especies fundamentales para la salud de los ecosistemas, pero también para el control de plagas, la producción de alimentos y la sostenibilidad de la fertilidad de los suelos.
Las referentes de estas iniciativas destacan que en este tipo de proyectos las personas encuentran un ámbito en el cual colaborar con el cuidado del medioambiente y aportar sus conocimientos. “Hacer participar a la gente es hacerlos pasar a la acción. Aunque su colaboración pase por tomar una foto de una especie, hace que estén pendientes de observar lo que les proponemos los científicos. Ese hecho motiva un involucramiento en la protección del ambiente y genera impacto”, sostiene Victoria Werenkraut, investigadora del Consejo y responsable del “Proyecto Vaquitas”.
El proyecto tiene como objetivo establecer un mapa en todo el país de la distribución de las vaquitas de San Antonio que puedan detectarse a simple vista, que sirva para sentar las bases para el desarrollo de futuros programas de conservación de este importante grupo de insectos. La especialista destaca que las vaquitas de San Antonio son depredadoras y en los ecosistemas cumplen importantes funciones vinculadas al control de plagas y la regulación de poblaciones de otros insectos. Cabe destacar que la biodiversidad de estas especies está disminuyendo en varias regiones del mundo debido a la pérdida de hábitat y al avance de las especies invasoras.
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