CINCINNATI — Le tomó cuatro juegos, pero los Rojos finalmente encendieron a toda marcha su ofensiva, con su “motor pequeño” —Matt McLain— y su “motor grande” —el dominicano Elly de la Cruz— uniendo fuerzas para desatar todo su poder.
McLain conectó su tercer jonrón en igual número de juegos, mientras que De La Cruz —utilizando un bate “torpedo” del que mucho se ha hablado— disparó sus dos primeros cuadrangulares de la temporada, se robó su primera base del año y estableció una marca personal con siete impulsadas para liderar una paliza de 14-3 sobre los Rangers la noche del lunes en el Great American Ball Park.
“Obviamente, a los dos nos encanta jugar juntos”, dijo McLain. “La presión que podemos ejercer sobre los equipos es divertida. Especialmente con él detrás de mí, presionando con su velocidad, su poder y todo lo que puede hacer, es divertido”.
De La Cruz se convirtió en el bateador más reciente de las Grandes Ligas en usar el bate “torpedo”, diseñado con el barril (la parte más gruesa) más cerca de las manos. Es el mismo tipo de bate que acaparó titulares el fin de semana tras la lluvia de jonrones de los Yankees ante los Cerveceros. El ambidiestro lo probó durante la práctica de bateo del lunes y lo utilizó por primera vez en un juego esa misma noche.
“Sólo quería saber si se sentía bien… y sí, definitivamente se siente bien”, comentó De La Cruz.
El manager Terry Francona minimizó el efecto del bate en el rendimiento de su campocorto.
“Creo que se trata más del jugador que del bate”, afirmó Francona.
El único jugador de los Rojos que había usado previamente un bate “torpedo” era el receptor José Treviño, quien jugó con los Yankees antes de ser traspasado a Cincinnati durante la temporada baja.
“Treviño habló de eso en los Entrenamientos de Primavera, pero realmente no lo había probado hasta hoy”, comentó De La Cruz.
Cuando se le preguntó si volvería a usar ese bate, De La Cruz respondió con una risa. Tras su éxito, es posible que otros jugadores de los Rojos lo imiten —y Francona no tiene problema con eso.
“Cada quien va a pedir lo que le resulte más cómodo”, manifestó Francona antes del juego. “Los bates son muy personales. Que usen lo que quieran, mientras estén aprobados por Major League Baseball, no me importa. No podemos sacar el ‘Wonderboy’”.
La dinámica dupla de De La Cruz y McLain debutó en 2023 y estuvo cerca de liderar un sorprendente avance de Cincinnati a la postemporada antes de quedarse corto en el último fin de semana. De La Cruz no pudo contar con su compañero de doble matanza el año pasado, ya que McLain se perdió toda la campaña por una lesión en el hombro izquierdo.
“Definitivamente nos sentimos bien jugando juntos”, dijo De La Cruz. “Me siento bien de tenerlo de regreso”.
En una sola noche, los Rojos anotaron más carreras que las 10 que habían producido en total durante los primeros tres juegos ante los Gigantes. Habían conectado 21 hits en esa serie, pero sumaron 14 imparables solo el lunes.
Francona señaló tras la derrota del domingo 6-3 ante San Francisco que su alineación había tenido buenos turnos y bateado fuerte sin mucha recompensa. Eso cambió en el primer juego de la serie contra Texas, especialmente luego de una preparación ajustada.
“Durante la tarde, varios muchachos estuvieron practicando contra la máquina, con velocidad, porque sabíamos lo que venía”, explicó Francona. “Estábamos listos. Creo que [Robbie] Ray nos pasó algunas rectas el domingo que nos hicieron daño”.
Los primeros cuatro bateadores de los Rojos conectaron hits ante el abridor Kumar Rocker. El segundo en el orden, McLain, le pescó una recta en cuenta de 1-0 para un jonrón de dos carreras por el jardín izquierdo-central, que le dio a los Rojos ventaja de 2-0. De La Cruz siguió con un sencillo, se robó la segunda base y avanzó a tercera por un error en tiro del receptor Jonah Heim.
Un doble impulsor de Gavin Lux al jardín derecho-central amplió la ventaja a 3-0.
La ofensiva continuó en el segundo inning. Con dos corredores en base y dos outs, De La Cruz atacó una slider en el primer pitcheo de Rocker para conectar un vuelacercas de tres carreras por el jardín central —su primero del año— que puso la pizarra 6-0.
Cincinnati sumó seis carreras más en la parte baja del sexto capítulo, incluyendo un doble de dos carreras al rincón del jardín izquierdo por parte de De La Cruz. Para Francona, fue su primera experiencia directa viendo cómo el eléctrico pelotero de 23 años puede cambiar un juego.
“Sé que llegué tarde al espectáculo”, expresó Francona. “Lo que le dije fue que lo más impresionante, creo, fue esa línea al jardín izquierdo. Cuando hace eso, significa que está balanceado, controlando la bola hacia el otro lado… y más vale que le lances buenos pitcheos cuando está en balance”.
En el séptimo episodio, necesitando un triple para completar el segundo ciclo de su carrera, De La Cruz en su lugar conectó su segundo bambinazo de la noche —un batazo de dos carreras por el jardín central que, según Statcast, recorrió 436 pies. No estaba pensando en el triple cuando fue a batear.
“No, no. Sólo estaba buscando mi pitcheo”, aseguró De La Cruz.
Tampoco pasó desapercibido el brillante debut del abridor Brady Singer, quien permitió un solo hit en siete innings en blanco, con ocho ponches y dos boletos. Según Elias Sports Bureau, Singer es el primer lanzador de los Rojos desde al menos 1900 en lanzar al menos siete entradas sin permitir carrera, con un máximo de un hit, en su debut con el equipo.
“La ofensiva estuvo increíble. Elly es realmente bueno en el béisbol”, elogió Singer. “Me hace la vida mucho más fácil cuando anotan 14. Quitó toda la presión, y estuvieron tremendos esta noche”.