Por Melissa Goldin — The Associated Press
A medida que el mandato del presidente, Joe Biden, se acerca a su fin, algunos usuarios de redes sociales afirman falsamente que su Administración gastó miles de millones de dólares en la construcción de unas pocas estaciones de carga de vehículos eléctricos.
Esas afirmaciones tergiversan la financiación reservada por la Ley de Infraestructura Bipartidista de 2021 para crear una red nacional de cargadores de vehículos eléctricos disponibles al público. Biden se había fijado el objetivo de crear 500,000 de estos cargadores para 2030.
En diversas publicaciones se afirma incorrectamente que la Administración Biden gastó 7,500 millones de dólares en construir ocho estaciones de carga para vehículos eléctricos. El representante Michael Rulli, republicano por Ohio, estuvo entre varias figuras de alto perfil que afirmaron falsamente esta semana que ya se gastó todo el presupuesto destinado para ese fin.
“Pete Buttigieg dejará su puesto como Secretario de Transporte después de haber gastado $7.5 MIL MILLONES para construir 8 estaciones de carga de vehículos eléctricos”, escribió Rulli en una publicación en la red social X que han compartido miles de usuarios. “Su legado será despilfarrar miles de millones de dólares en algo que nadie quiere, mientras millones de personas luchan por comprar las cosas que necesitan”, aseguró.
Los comentarios de Rulli son incorrectos. La cifra de 7,500 millones de dólares se refiere a la cantidad total asignada a través de la ley de 2021 para construir la red de estaciones de carga en el país, no a la cantidad que ya se ha gastado en el proyecto. Actualmente hay 214 cargadores operativos en 12 estados que han sido financiados a través de la ley, con 24,800 unidades en marcha en todo el país, según la Administración Federal de Carreteras.
La oficina de Rulli no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, calificó de “falsas” las afirmaciones que circulan en Internet en una serie de publicaciones en X.
“No se han gastado 7,500 millones de dólares, ni nada parecido”, escribió, y añadió que los cargadores financiados por el Gobierno federal son construidos por estados individuales, no por el gobierno federal, y que la mayoría se construirá en la segunda mitad de la década de 2020.
El monto total de financiación consiste en 5,000 millones distribuidos a través del Programa Nacional de Fórmula para la Infraestructura de Vehículos Eléctricos (NEVI), y 2.¿,500 millones distribuidos a través del Programa de Subvenciones Discrecionales para la Infraestructura de Carga y Abastecimiento de Combustible, o CFI.
Los fondos NEVI, determinados por una fórmula, se destinan anualmente a los departamentos de transporte de los 50 estados, además de Puerto Rico y el Distrito de Columbia, desde 2022 hasta 2026. Pero el dinero estará disponibles hasta 2030. Cada año, el 10% de los fondos NEVI se reservan para los estados y los gobiernos locales que requieren asistencia adicional.
El programa CFI da subsidios a los estados y otras localidades a través de un proceso de solicitud. Financia la construcción de cargadores de vehículos eléctricos, así como otras infraestructuras de combustible alternativo, con un enfoque en las comunidades desatendidas y desfavorecidas.
Un cargador, a menudo llamado puerto de carga, proporciona energía eléctrica a través de un conector que se enchufa al vehículo. Cada estación puede tener varios cargadores.
A principios de este año, solo cuatro estados (Ohio, Nueva York, Pennsylvania y Hawaii) habían abierto estaciones financiadas por la Ley de Infraestructura Bipartidista, informó The Associated Press en marzo. Un artículo del Washington Post señaló que esto equivalía a solo siete estaciones.
Loren McDonald, un analista independiente que sigue la construcción de cargadores para vehículos eléctricos, dijo a la AP que al evaluar el progreso que se ha logrado es importante entender que algunos estados tienen una amplia experiencia en la construcción de infraestructuras de carga para vehículos eléctricos, mientras que otros tienen poca o ninguna. Explicó que Wisconsin, por ejemplo, tuvo que aprobar una nueva ley para cumplir con los requisitos federales.
“Este es un programa federal, pero al final del día, depende completamente de los estados”, dijo. “Y por eso, la verdadera crítica probablemente deba dirigirse a los estados que avanzan lentamente o a cómo se estructuró el programa. Pero no sé de qué otra manera lo habrían hecho”.
Cuando se le preguntó si el Gobierno federal podría hacer algo para ayudar a los estados a avanzar más rápido, McDonald sugirió que podría haberles proporcionado más orientación sobre cómo gestionar sus proyectos individuales.
Los 50 estados, Puerto Rico y el Distrito de Columbia tienen acceso a dos rondas de financiación de NEVI por un total de casi 2,400 millones de dólares, según la Administración Federal de Carreteras. Hasta el viernes, 37 estados tenían acceso a su tercera ronda de financiación, por un total adicional de 586 millones de dólares. La agencia explicó, sin embargo, que esto no representa dinero que ya se ha gastado, solo el dinero que está disponible para financiar proyectos.
La Administración Federal de Carreteras ha anunciado más de 1,300 millones de dólares en premios a través de CFI, y fondos reservados por NEVI con 779 millones de dólares en subvenciones actualmente disponibles en ambos programas. Esto también representa dinero que está disponible para proyectos en lugar de dinero que se ha gastado.
Según la agencia, actualmente hay más de 203,000 puntos de carga disponibles al público en todo Estados Unidos y casi 1,000 se activan cada semana. Esto es más del doble de la cantidad disponible en 2021. Además de NEVI y CFI, las fuentes de financiación incluyen incentivos fiscales federales e inversiones privadas.