Categoria:

Entrevista: Las grandes hadas. La religión mestiza de los campesinos europeos.

Autor: Fon S.P.
Las grandes hadas. Krk Ediciones.
Las grandes hadas. Krk Ediciones.

Tenía ya muchas ganas de pillar con tiempo a Cristobo y entrevistarle para Astures. La reciente publicación de su nuevo libro «Las grandes hadas. La religión mestiza de los campesinos europeos» es sólo una buena disculpa para «tirarle de la lengua» y que nos cuente, así como entre amigos, de qué va este trabajo.

Las grandes hadas es una obra que habla de cómo en este territorio, el cristianismo no acabó de arraigar como en otros lugares, siendo un ingrediente más de una religión sincrética que pervivió hasta el comienzo del periodo contemporáneo. La Revolución Industrial es el verdadero final de una serie de creencias, para otros «supersticiones» que tienen una raigambre que podemos llamar céltica. En ese corpus del mundo simbólico del campesino europeo, las grandes hadas son benefactoras. Protectoras de un mundo que, con sus cambios, sigue nutriéndose de unas profundas raíces que el autor explora a través de la tradición oral conservada. En un determinado momento, estas diosas paganas se adaptaron a la llegada del cristianismo transformándose en santas, encantadas, moras, vieyas… etc.

Pero eso os lo dejo para cuando os leáis este magnífico libro que ya se puede comprar en librerías y en la web de Krk Ediciones . A raíz de esta lectura le pregunté unas cuantas cosas a Cristobo y esto es lo que me dijo:

Contenidos

# Un libro en el que lo primero que llama la atención es el título, Las Grandes Hadas, que parece llevarnos a un mundo de fantasía pero que nos encamina a temas tan procelosos como el debate sobre posturas historiográficas y la política del siglo XXI. ¿Qué nos vamos a encontrar en él?

Respecto al “mundo de fantasía”: las hadas no son esas mujeres pequeñitas con alas de libélula, ni ñoñeces por el estilo. Desde las fata romana, las que dictan el destino de dioses y humanos, hasta las fées francesas, que pueden maldecir linajes y castigar a los que las ofenden, las hadas han sido siempre seres temibles.

Cuando yo hablo de las “grandes hadas” me refiero a un subgrupo dentro de las hadas europeas. Son espíritus femeninos con una personalidad bien definida, que habitan en algún elemento señalado del paisaje, alguna cueva o monumento prehistórico concreto; que a menudo tienen un nombre propio y de las que se cuentan varios mitos asociados. El rasgo más importante de estas “súper-hadas” es que tenían un poder real y que la gente, los campesinos de la zona, creían en ellas y les rendían culto. Les hacían ofrendas, les tenían devoción y temor. Eran, a todos los efectos, diosas paganas.

Estamos hablando de tiempos recientes, del siglo XVIII e incluso después en muchas zonas. La Iglesia a veces no pudo acabar con estas creencias, a veces no se molestó siquiera y a veces, en los casos más interesantes, buscó un acomodo, alguna excusa teológica para la existencia de las hadas sin comprometer el dogma cristiano.

En este resumen tan apresurado ya se aprecian las ramificaciones históricas, incluso identitarias, del tema. La Iglesia trató de definir lo que es real y lo que no, y los campesinos europeos se rebelaron discretamente contra esta imposición. La política y la identidad, el conflicto entre las élites urbanas y las comunidades rurales, son dos temas que subyacen a todo el libro. Esos debates que mencionas en tu pregunta, debates que mezclan la historiografía con la política, como la eterna cuestión del celtismo o la de la invasión romana, son la versión moderna de ese conflicto.

# Profundizas en el mito conservado en Irlanda, Gales o Escocia para explicar determinadas pervivencias de Asturias o Galicia. ¿En qué basas la validez de esta identificación entre zonas alejadas y con tradiciones culturales, a priori, diferentes?

¿Hasta qué punto están alejadas? Nuestra tradición está plagada de elementos llegados de países mucho más lejanos que Armórica o Irlanda. Uno puede trazar regiones culturales con criterios muy estrictos y separar (por ejemplo) a los que dicen ferro de los que dicen fierru, pero también puede buscar conexiones mucho más amplias, como la difusión de la diosa celta de la soberanía, de la cual he encontrado vestigios en la tradición del suroccidente asturiano.

En este asunto no existen las fronteras nítidas. Lo celta se va difuminando según avanzamos desde Irlanda hacia el sur y hacia el oeste, sin saltos bruscos. En las riberas del Cantábrico, hasta el norte de Portugal o incluso hasta Extremadura, siguen apareciendo elementos célticos.

Creo que el sustrato más antiguo de nuestra cultura, el que podemos remontar hasta el primer milenio a.C., era muy similar en todo el Arco Atlántico. La romanización impuso una fractura en ese continuum cultural, pero por debajo de los restos más visibles, las inscripciones y monumentos que nos han dejado las élites urbanas y alfabetizadas, debieron mantenerse sin cambios muchas creencias y prácticas religiosas entre las masas campesinas.

En épocas posteriores, la continuidad del Atlántico se restableció. Irlanda y Gales fueron un reducto de la cultura céltica ante el impulso romano pero más adelante, en la época bajomedieval, se convirtieron en focos irradiadores de una cierta receltización. Tras la invasión normanda del año 1066, los trovadores franceses se empaparon en los mitos célticos y los difundieron por toda Europa. La búsqueda del Santo Grial es una adaptación de un mito irlandés, *Echtra Cormaic*; el hada Melusina, pariente de nuestras xanas y encantadas, hereda la riquísima mitología de las diosas territoriales célticas, tanto irlandesas como galesas. Los trovadores provenzales llevaron todas estas leyendas hasta los reinos cristianos de Iberia. Incluso Don Quijote habla de Merlín y parafrasea un romance sobre Lancelot, el personaje artúrico.

¿En qué desembocó este proceso? La tradición oral de todo el noroeste ibérico, como se muestra en el libro, rebosa de coincidencias con la del occidente francés, la Bretaña y las islas británicas. Me he dejado muchas en el tintero, historias como la del “Ungüento de las hadas” que recogen casi todas las recopilaciones de folklore céltico, y que reaparece con fuerza en Galicia, o como la Guerra de los dos Toros, que te encuentras en Yernes y Tameza, Asturias, pero también en los textos épicos irlandeses, el *Táin Bó Cúailnge*.

# ¿Cómo te diste cuenta de que había hueco para este tema en la literatura asturiana actual?

Yo no me di cuenta de nada, lancé el manuscrito sin pensar. Simplemente, quería que mi trabajo de tantos años sirviese para algo. Es cierto que últimamente se han publicado obras muy estimables sobre la identidad asturiana, después de una larga sequía. Está Astures, gens Hispaniae de José Ramón García Fernández, Monchu el Cura . Están Los Nuevos Odres del Nacionalismo Español, de Pablo Batalla y está, sobre todo, *Nunca Vencida*, de David Guardado, un ensayo que aborda un tema distinto en apariencia de *Las Grandes Hadas*, pero que coincide con mi libro en el empeño por revisar y actualizar el relato identitario de Asturias.

# ¿El celtismo vuelve a estar en auge? ¿Es sólo política?

Me cuesta reconocer qué está realmente de moda en estos tiempos tan extraños. En 1995, la cola frente al cine para ver *Braveheart* daba la vuelta a la esquina; hoy día los cines agonizan. En el mundo académico, la celtofobia más simplona de Simon James y John Collis está superada pero, por otro lado, los debates identitarios parece que ahora se centran más en cuestiones de género, y menos en asuntos como la herencia milenaria de los celtas. O eso me parece a mí. Al fin y al cabo, me hago viejo.

# Hablas de una religión mestiza del campesino europeo. Me viene a la cabeza la adopción de determinadas divinidades célticas en el occidente peninsular, o el sincretismo de la religión astur-romana, etc. ¿No son todas las religiones mestizas de alguna manera?

Sin duda, pero yo me refiero a una situación muy concreta, en la que las élites pretenden dictar una religión doctrinalmente muy rígida. En lugar de tradición oral, la Iglesia decretó que el libro era sagrado, y que el texto debía mantenerse inmutable. Los debates teológicos de los expertos en ese libro se plasman en documentos escritos, como las actas conciliares o las constituciones sinodales. Pretendían que todas las creencias y todos los rituales fluyesen de arriba abajo. A los campesinos les tocaba escuchar el sermón, pagar los diezmos y callarse la boca. Pero no lo hicieron.

Cuando digo que la religión popular era mestiza, que era híbrida, me refiero a la mezcla entre esa religión urbana, promovida por las élites, basada en los libros, que buscaba una verdad abstracta, por oposición a los mitos de transmisión oral, los santuarios en fuentes y rocas, los conjuros de curación, etc. Transmitidos desde la prehistoria por las masas campesinas y que perduraron hasta nuestros días.

Presentación, Las grandes hadas. Cristobo de Milio Carrín
Presentación, Las grandes hadas. Cristobo de Milio Carrín

Pensemos en la romanización y en la cristianización. La vieja tradición se adaptó, pero pagó un alto precio. Toda la complejidad, la especulación filosófica, las relaciones entre los dioses, etc. Es decir, la mitología propiamente dicha de los pueblos prerromanos, se ha perdido. Los aspectos más complejos de las creencias antiguas eran demasiado frágiles y dependían de una élite intelectual que terminó asimilada tras la conquista romana. Sí perduraron, en mi opinión, algunos dioses y, sobre todo, diosas, algunos motivos mitológicos descontextualizados, santuarios, etc.

El cambio que estamos viviendo ahora, y que comenzó con la máquina de vapor hace doscientos años, no tiene comparación con la expansión de Roma ni con la conversión al cristianismo. Es mucho más profundo, y solo podría compararse con la llegada de la agricultura y el fin de las sociedades cazadoras-recolectoras. No es solo que cambien los dioses; es que mucha gente ha dejado de creer en lo sobrenatural. No es que desaparezcan bardos y trovadores; es que a la gente le cuesta incluso leer un libro, que han perdido la capacidad de seguir un relato, tras veinte años clavados a la pantalla del móvil. No es que los legionarios traigan alguna innovación, como el culto a Mitra; es que los niños se zambullen directamente en Internet, se empapan de memes estadounidenses y no se aprenden ni una canción, ni un romance de sus abuelos.

No, no creo que el viejo esquema cultural supere este terremoto. No es lo mismo adaptar los mitos, rescatarlos y repetirlos porque todavía cumplen una función espiritual, que coleccionarlos y clasificarlos como mariposas secas porque ya no crees en nada. Dicho lo cual, las pelis siguen reciclando, una y otra y otra vez, las mismas historias que ya eran viejas en tiempos de Jesús. En Amazon Prime puedes ver Sir Gawain y el Caballero Verde, rodada en 2021.

# Seguro que muchos lectores se han preguntado si pueden hacer algo para que este rico patrimonio cultural no se pierda. Sin la cadena de transmisión oral ¿Cómo podríamos preservarlo?

Una idea muy buena sería comprar mi libro y recomendarlo por ahí. Bromas aparte, ¡hay tantas maneras de mantener vivo el patrimonio inmaterial! Desde los padres que ponen Deva o Nabia a sus hijas, hasta los leoneses que convirtieron a su mítica Abuela del Monte en una versión local de Papá Noel. Llan de Cubel adaptó la leyenda de la Deva en una canción que todavía suena, que ha llegado al siglo XXI, que puedes encontrarte en YouTube y Spotify. Tomm Moore estrenó una maravillosa (y exitosa) trilogía de animación en 2D, sobre la mitología y el folklore de Irlanda.

También es interesante lo que hace Ediciones Radagast. Toman personajes y temas de la cultura asturiana y los introducen en novelas de terror, o de ciencia ficción. Sé que a algunos les parece muy mala idea, que les parece una deturpación, pero una cosa es cierta: si no le encuentras una función, si lo dejas en una vitrina pillando polvo, el patrimonio inmaterial se muere. Mi gran sueño sería que alguien adaptase La Crónica de Leodegundo, de Gaspar Meana, y la convirtiese en una serie de éxito. Eso sí que pondría de moda la cultura asturiana.

En general, todo el mito de la gran diosa, la que habita la peña viva, la que nos ancla al entorno que habitamos y al pasado más remoto, es muy potente y puede cumplir una función cívica o política. Nos conviene un recordatorio de que no somos robots, que no vivimos en Internet y que todavía dependemos de la tierra para sobrevivir, exactamente igual que nuestros antepasados.

# Te veo muy reivindicativo en este libro, que se aleja del sesudo trabajo de La Creación del Mundo y otros mitos asturianos. ¿Qué ha cambiado en este tiempo?

Es curioso, porque cuando escribí La Creación del Mundo… yo era, en realidad, más radical que ahora. Me he vuelto conservador con los años pero, por otra parte, también he perdido prudencia. Tengo ideas más moderadas, pero no tengo miedo de proclamarlas.

En los dieciséis años que han transcurrido entre ambos libros, Asturias ha seguido deslizándose por la misma pendiente que tomamos en los años ochenta, y al mismo tiempo seguimos sin sacudirnos el sopor, la abulia colectiva. No comprendo esta actitud, y desde luego no la comparto. Quisiera coger a Asturias por los hombros y sacudirla, en plan “¡espabila de una vez!”

Yo no tengo soluciones para renovar el tejido industrial ni para el colapso demográfico, pero al menos puedo denunciar las manipulaciones más groseras de nuestra historia y de nuestra herencia cultural. Al menos, no callaré.

# Cuéntanos en qué estás trabajando ahora y cuál va a ser tu próximo proyecto.

Para publicar Las Grandes Hadas he tenido que cribar, apartando mucho material y muy interesante. De hecho, en el texto hago varias alusiones a los temas que me he dejado en el tintero. Mi próximo libro, en el que ya estoy trabajando, se centra en la mitología del sexo, en diosas que se acuestan con reyes y en héroes como Fergus mac Róich, que necesitaba treinta chicas para calmar su pasión. Va a ser una pasada.

Muchas gracias por tu tiempo y aprovecho para informar a los lectores de la presentación que va a tener lugar el próximo jueves 14 de noviembre, a las 19:00 en Matadero Uno. Un buen momento para escuchar de primera mano al autor, acompañado de otro gigante de la tradición oral como es Alberto Álvarez Peña y conocer algunos entresijos más de este tema, que es fascinante.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar también
este-ejercicio-fisico-nunca-lo-deben-hacer-las-personas-mayores
Salud

Este ejercicio físico NUNCA lo deben hacer las personas mayores

Hacer ejercicio aporta numerosos beneficios a cualquier edad, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda específicamente que los adultos mayores no dejen de hacer actividad física y que entrenen al menos tres horas a la semana. Lee también Este es el nivel normal de glucosa en ayunas: ¿qué hacer si lo superas? Andrea

Leer Más >>
Religión

En esta noticia Cmo fue la investigacin cientfica que habra encontrado el Arca de No? Las chances de dar con el Arca de No Qu dice la Biblia sobre el Arca de No? Cientficos de distintas universidades habra encontrado la ubicacin exacta donde yacen los restos del Arca de No.  El avance fue realizado por

Leer Más >>

¿Quieres hablar con nosotros en cabina?

Nuestros Horarios en el Estudio:

9am a 11am | 12m a 1pm | 4 a 5 pm | 5 a 6pm

horario del pacifico