Ciudad Juárez.- En un punto donde colindan las colonias Azteca, Hermenegildo Galeana, Ricardo Flores Magón y Libertad, un grupo de “güeros” sorprendieron a vecinos, ya que, con limitado español, solicitaron permiso en algunos domicilios para realizar reparaciones.
“En Mateo 28, Jesús dice: vayan a todo el mundo y compartan el evangelio. Así comenzó mi trabajo de amar a los otros y lado a lado, dar testimonio con obras que ayuden a las personas. No importa los bienes que acumules; al momento de morir, es la manera en la que enseñaste la palabra de Dios lo que se te tomará en cuenta”, dijo John, el líder del grupo de extranjeros.
El hombre, de origen estadunidense que quiso reservar su apellido y ciudad de origen, explicó que busca hacer bien a la comunidad mediante reparaciones en casas y asistencia a los infantes, no solo en Ciudad Juárez, sino en cada lugar donde existe necesidad.
Cada verano organiza viajes a distintos puntos de diversos países, especialmente en México, para evangelizar mediante la ayuda social.
A lo largo de 26 años consecutivos, John y su equipo, conformado por distintos jóvenes cristianos, han venido a la urbe fronteriza para brindar ayuda especialmente en los techos de las casas, las cuales cuestan de sus propios ingresos, ya que no realiza labores bajo el mando de alguna iglesia.
“Es muy caro realizar reparaciones, pero pagamos por ello. Entiendo que es una terrible situación si la lluvia llega y los techos no sirven”, mencionó.
Dos grupos de alrededor de 10 hombres cada uno acudieron a los domicilios y trabajaron con distintos materiales aislantes para evitar goteras en las casas que eligieron mediante evaluación visual de las condiciones de la infraestructura.
También, un grupo de cerca de 15 mujeres realizó trabajos de pintura en los hogares para que lucieran mejor.
El resto de los visitantes acudieron a la escuela “Amigo Fiel”, ubicada en el cruce de las calles La Quemada y Bonampak, misma que cuenta con horario extendido. En el lugar, convivieron con los menores de primaria, compartieron comida, historias de la Biblia y realizaron actividades lúdicas, esto luego de instalar juegos nuevos para el deleite de los pequeños.
“Hicimos un evento especial para mostrarle a los niños su nuevo patio de juegos y ellos se volvieron locos; Tuvimos un momento genial”, comentó John.
John dijo que ha regresado tantas veces a Juárez ya que le ha tomado amor a la ciudad y ha llevado a realizar acción social a sus hijos desde que tenían cinco y siete años.
“Hemos venido en invierno, cuando ha nevado, pero sobre todo, hemos venido 26 años en verano. Mucha gente en mi país piensa que Juárez es peligroso y dicen: no vayas, pero siempre he contestado que es a donde más se necesita ir porque Juárez necesita a Cristo”, finalizó.
Con más de un metro 80 de altura, Brady, un joven de 16 años que lucía rojo por el abrasante sol en la frontera, dijo que realizar reparaciones para personas con necesidad ha sido una tarea difícil, pero llena de satisfacciones.
“He amado venir a Juárez a compartir el evangelio con las personas de la zona y creo que hemos hecho una buena labor al arreglar los techos y pintar las casas. Esto te ayuda a mantenerte enfocado en lo importante de la vida y quiero regresar el siguiente año a esta ciudad”, señaló el joven.
Agregó que es importante que las personas jóvenes puedan entender la importancia de las acciones y que, de esta manera, puedan ayudar más para tener un lugar en el cielo.
Luego de concluir con las tareas pesadas y de beneficiario a al menos 15 familias a lo largo de una semana, la comitiva de religiosos procedió a regalar el “Nuevo Testamento” en la glorieta de la avenida de los Aztecas.
Al concluir la entrega de los ejemplares, compraron refrescos y se marcharon a otro sitio, otra ciudad, para compartir su fe.
