
Un estudio de la Agència de Qualitat Universitària (AQU) Catalunya indica que los estudios de Medicina y Ciencias Biomédicas, Artes y diseño y Tecnologías industriales tienen más graduados de clase alta que los del área de Intervención social, que tienen más de clase baja y media.
En concreto, en Medicina un 58,5% son de clase alta, un 29,6% de clase media y un 11,8% de baja. En cambio, en estudios sociales son un 28,3% un 39,2% y un 32,5%, respectivamente. En Artes y diseño también son más de la mitad los de clase alta, un 52,2%, y un 50,7% los de carreras tecnológicas.
El presidente de AQU Catalunya, Francesc Xavier Grau, admite que existe “estratificación horizontal” en el sistema universitario, es decir, diferencias entre titulaciones por prestigio social que tienen impacto en la composición social del alumnado, y que “hay un riesgo de mantenimiento de una separación por clases”.
Dijo que los alumnos de rentas más bajas tienden a matricularse en titulaciones con una inserción laboral más moderada, pero menos difíciles de finalizar y con notas de corte menores.
Además, el informe señala que la clase social “no tiene impacto en el hecho de estar empleado a tiempo completo”, sino que afecta más la carrera estudiada. Pero apunta que los titulados de clase social alta cobran hasta 206 euros más de media. Detalla que en 2023, su salario medio era de 2.463,8 euros mientras que los de clase baja percibían 2.257,4. El 42% de los titulados lograron empleos de rango superior al de sus progenitores y el “ascensor social” es más acusado en los estudios de intervención social (57%).