REYNOSA, Tamps., diciembre 3 (EL UNIVERSAL).- “Nosotros como obispos y sacerdotes, somos miembros de todo el pueblo que camina en cada país, no queremos protección especial. Queremos trabajar para crear una conciencia de paz a través de los diálogos que se dan en todas las diócesis, hay que trabajar por la justicia y la paz”, aseguró en Reynosa, Tamaulipas, Monseñor Joseph Spiteri, Nuncio Apostólico en México.
El embajador del Papa Francisco estuvo en ésta frontera para la celebración Eucarística de la Nueva Concatedral de la Diócesis de Matamoros-Reynosa donde lamentó los asesinatos a sacerdotes, pero se dolió aún más de la violencia no sólo en México, sino en el mundo.
“El papa no termina nunca de hablar de esto, de denunciar la violencia, de pedir que se paren las guerras, los conflictos, las situaciones de violencia de muchos países, la iglesia no quiere privilegios, aunque las autoridades nos brindan alguna protección, lo agradecemos, pero nosotros estamos con el pueblo, con los ciudadanos”.
En este contexto dijo, están trabajando por los pueblos para crear conciencia y evitar la inseguridad que azota al mundo.
Un llamado a solidarizarse con los migrantes
Por otro lado, el Nuncio hizo un llamado a la solidaridad, fraternidad y a la caridad cristiana en el tema de migración.
Destacó que no sólo hay que atender las cuestiones de guerra y hambre, sino también hay que trabajar para ayudar a resolver el tema de los migrantes.
“La Santa Sede está en contacto con todos los países para que se respeten los derechos humanos de los migrantes. México es un país de migración, incluso migraciones internas”.
Recalcó el respeto que se debe tener para todos los migrantes que pasan por México y por los que se quedan en el país a trabajar, así como para los que alcanzan el sueño americano.
“Siempre el mensaje de la iglesia y del Papá Francisco es de solidaridad, hay que respetar las normas, así como el derecho de los países donde uno se encuentra”, concluyó.