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Utilizar militares para cuidar la frontera y acabar con programas migratorios humanitarios son algunas de las medidas que el presidente anunció tras jurar en el Capitolio. Mientras simpatizantes de Trump las aplauden, migrantes reaccionan con temor.

Decretar una emergencia nacional para la frontera, declarar como terroristas a los cárteles de la droga y anunciar un Gobierno que solo considerará los géneros masculino y femenino; esas fueron algunas de las medidas que el nuevo presidente anunció.

A las 12:02 pm del este de EE.UU. Donald Trump terminó de jurar sobre dos Biblias, una que usó Abraham Lincoln para jurar como presidente y otra que le regaló su madre. Acto seguido dio su discurso inaugural y, con Joe Biden detrás, lo cuestionó.

Unas 20,000 personas estallaron de júbilo cuando anunciaron la entrada del presidente, quien llegó acompañado de su esposa. El republicano saludó y charló por algunos segundos con varios seguidores con quienes se topó cuando caminaba a la tarima.

Kai, de 17 años, es hija de Donald Trump Jr., se ha destacado por ser muy cercana al presidente y, distinto a otros miembros de su familia, tiene una vida pública activa. En redes sociales comparte su amor por el golf, hobby que comparte con su abuelo.

Como marca el protocolo, el mandatario tuvo la tradicional revisión en la que estuvieron representantes del Ejército, la Marina, Fuerza Aérea, el Cuerpo de Marines y más. Esto suele ocurrir al aire libre, pero por el frío fue dentro del Capitolio.

La ceremonia ha tenido varios cambios a lo largo de los años. Anteriormente ocurría el 4 de marzo, pero desde 1933 se estableció que fuera el 20 de enero. La primera vez que este evento se transmitió en vivo por internet fue en 1997 con Bill Clinton.

Fue criado por sus abuelos en Ohio, pues su madre sufría de adicciones. Sirvió en la Infantería de Marina cuatro años y estuvo seis meses en Irak. Antes de sus aspiraciones políticas, se proclamó un “never trumper” y años después se retractó.

Mientras unos camiones se estacionan en el ala sur de la Casa Blanca y cargan con los muebles del presidente saliente, en el lado norte aguardan las pertenencias del nuevo mandatario. Dentro, unos trabajadores limpian y otros acomodan piezas de arte.