Un mes después de que la Justicia habilité este tipo de mercado, más de 6,3 millones de dólares entraron en juego para elegir quién ganará.
-
Estados Unidos: cómo es el proceso de las elecciones presidenciales
-
Estados Unidos: Corte Suprema examina la regulación de las polémicas “armas fantasma”
Un fallo de un tribunal de Washington en los últimos tiempos dejó habilitado el mercado de apuestas para las elecciones presidenciales en Estados Unidos del próximo 5 de noviembre. Desde entonces, más de 6,3 millones de dólares entraron en juego para la disputa entre Kamala Harris y Donald Trump.
Un mes antes de las elecciones presidenciales, una corte de la capital estadounidense determinó que la startup Kalshi pueda captar apuestas sobre la contienda que determinará quién gobernara el país los próximos cuatro años. Hacía años que la empresa venía batallando para lograr este permiso.
A partir de entonces, millones de dólares comenzaron a volcarse en este tipo de apuestas. La firma Interactive Brokers fue una de las que picó en punta. Más de un millón de contratos (apuestas) fueron intercambiados en Interactive Brokers en últimos días. Algunos dicen que son un termómetro para prever el resultado final.
El vicepresidente ejecutivo de Marketing y Desarrollo en Interactive Brokers, Steve Sanders, afirmó a la agencia AFP que los contratos que ofrecen con los apostadores “son buenos para que la gente sepa lo que creen que está pasando y protejan sus inversiones”.
A favor y en contra de este tipo de apuestas
La CFTC (Commodity Futures Trading Commission), la comisión encargada de regular el mercado de apuestas en Estados Unidos, estuvo en contra de habilitar las apuestas sobre elecciones.
El consejero general de CFTC, Rob Schwartz, advirtió los riesgos. “No quiero sonar muy dramático, pero vivimos en un país donde decenas de millones de estadounidenses creen que la última elección presidencial fue un fraude“, sostuvo.
La jueza Patricia Millett que habilitó permitir las apuestas electorales coincidió en la importancia de “garantizar la integridad de las elecciones y evitar interferencias indebidas y la desinformación”.
Pero, según dijo en su fallo, la CFTC “no ha proporcionado a esta corte ninguna base concreta para concluir que los contratos por eventos serían un vehículo para tales perjuicios”.