La conversación en torno a la campaña se enfocó este viernes en los recientes ataques de Donald Trump contra la excongresista Liz Cheney, a quien llamó “halcón de guerra” y sugirió hipotéticamente que debería ser colocada en un campo de batalla “con nueve cañones disparándole”.
La Casa Blanca emitió un comunicado para calificar de “inaceptables” y “peligrosos” los señalamientos del expresidente contra sus adversarios políticos. Incluso, el fiscal general de Arizona, Kris Mayes, inició una investigación para determinar si los comentarios de Trump constituyen una amenaza de muerte, según la ley del Estado.
A tan solo cuatro días de las elecciones, la campaña de Kamala Harris anticipó que Trump podría declarar la victoria prematuramente la noche de las elecciones. Atribuyen esta maniobra al historial de desinformación e intentos del republicano de sembrar dudas sobre los resultados electorales a lo largo de la campaña. En este sentido, se pronunció el gobernador de Minnesota y nominado a la vicepresidencia, Tim Walz. “No espero que lo acepte. Pero es una pena para él, porque vamos a ganar”, afirmó sin dejar de mencionar las protecciones existentes para garantizar el respeto a la voluntad de los estadounidenses en las urnas.
El momentum de la noche se quedó nuevamente del lado demócrata con el mitin que la vicepresidenta ofreció en Wisconsin, donde la cantante Cardi B, neoyorquina de origen dominicano, subió al escenario para contar que estuvo desilusionada con las elecciones hasta que Harris entró en la carrera en sustitución de Biden. “Donny Dump, dijo que protegería a las mujeres, les guste o no (…) Si tu definición de protección es asegurarte de que nuestras hijas tienen menos derechos que sus madres, entonces no la quiero”, expresó sobre el tema de los derechos reproductivos que se ha convertido en una de las principales banderas de los demócratas en la carrera por la presidencia.