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JOSÉ FÉLIX DÍAZ
Actualizado
Todo transcurría con normalidad, al menos así piensan en el Real Madrid, hasta que Maffeo sacó a relucir su demostrada capacidad para alterar el orden de los partidos cuando se enfrenta el equipo madridista. Nada había sucedido e incluso hasta ese momento, los de blanco recordaban aquello de ‘vamos a dejarnos de tonterías’ que dijo el lateral del Mallorca tras el último enfrentamiento con el Real Madrid, perdón con Vinicius, pero que pronto quedó en el olvido ante el gesto de tirarse de manera descarada al césped ante un simple roce del brasileño, que le costó la reprimenda de De Burgos Bengoetxea.
A partir de ese momento, unos y otros, y de manera innecesaria, como bien dijo Ancelotti, empezaron la habitual guerra subterránea en la que se han convertido los partidos entre estos dos equipos, pero como recalcan del vestuario del Real Madrid, todo lo inició Maffeo y ‘ sus ganas de llamar la atención’ como públicamente dijo Tchouameni. Muchos entendieron que todo debía quedar en eso, pero no todos y así pasó el lamentable espectáculo final.
Siempre se apunta al mismo
En el vestuario del equipo madridista empiezan a estar un poco cansados también de que siempre sea la culpa del brasileño, de que si bien da a veces motivos, en esta ocasión vio como intentaron provocar una expulsión, fingiendo de manera descarada una agresión que nunca se produjo. A partir de ahí, nada fue igual. De hecho, alguno recordaba lo dicho el día anterior por Raillo al negar que siempre fueran a buscar al delantero del Real Madrid, cuando se enfrentaban los dos equipos. poco le duró esa afirmación, lo que tardó Maffeo en desmayarse en el césped del King Abdullah, buscando la expulsión de Vinicius de forma absurda.
Por un momento pensaron que todo había pasado a la historia, cuando el anterior partido uno y otro habían hablado intentando revertir una situación que ya de por sí estaba bastante tensa. La supuesta broma de Maffeo sobre lo que le duraría Vinicius en pie en una velada de boxeo de las de Ibai, fue el aviso de que todo iba a seguir igual, pero hasta que no volvió a suceder sobre el césped, algunos llegaron a pensar que todavía había terminado.
En lo sucedido al final, ya con el partido terminado, los dos entrenadores reconocieron que se habían perdido los papeles y aunque Ancelotti dijo que no culpaba al Mallorca, los jugadores del Real Madrid piensan, en su mayoría, que sus rivales venían con la lección aprendida y que nada fue casualidad.
Los jugadores madridistas tienen claro que lateral venía con la lección bien aprendida y que su gran objetivo era provocar y provocar. Lo hizo con Vinicius y remató con Asencio, recordando este último, el episodio de unos vídeos, en un tema que está judicializado y que por el momento no le señala como culpable.
Riesgo de expulsión
Maffeo en esta ocasión se encontró con Bellingham en el camino, que decidió impartir justicia, que dándose a un paso de poder ver la segunda tarjeta amarilla y no jugar la final del domingo, lo que hubiera sido el pleno para el defensa del Mallorca.
Es curioso como los dos técnicos después del partido hablaron del temor a lo que hubiera podido pasar en forma de expulsiones, con posibles sanciones, circunstancia en la que no cayeron ni unos ni otros, que demostraron estar bastante lejos del saber estar tanto de Ancelotti como de Arrasate.