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El Atltico perdi el ltimo resquicio para alcanzar la Copa. Fue ante un Barcelona decepcionante, que acab pidiendo la hora para defender un gol, slo un gol, de Ferran Torres. No le vali al Atltico la rabiosa segunda parte.
El Barcelona ha creado un “matrix” especial, donde en cada partido a los rivales les convoca en inferioridad. No tuvo perdn desde el primer minuto para acosar y reducir al Atltico a un pobre equipo defensivo.
En esa primera parte, la mquina de goles solo fabric uno, con un gran pase de Lamine Yamal al goleador de moda Ferran. Qu hizo el Atltico? Defenderse con ocho jugadores detrs del baln, acongojados y laminados por un desquiciado Simeone, que incluso lleg a tirarse al suelo como protesta por las tarjetas a cuatro de sus jugadores.
Entre ellos, De Paul y Julin lvarez, ms la amenaza de un inseguro Azpilicueta, la ms peligrosa porque tena a Raphinha, siempre tan escurridizo. Aunque ste ha perdido un cuarenta por ciento de la ferocidad goleadora de hace unas semanas. Quiz le tiene desafinado un Brasil catico.
Mgicamente, con Simeone con la soga en el cuello, decidi atacar, algo que se le olvida muchas veces. En vez de acurrucarse en su rea sali con garra, frescura y ambicin. Dej al Bara como un equipo mediocre.
Tuvo Sorloth la gran ocasin de empatar , que hubiese sido la perdicin barcelonista, porque ese “matrix” se pixelaba y ya no tena ese mundo triunfal. Lamine Yamal perdi el toque milagroso y Raphinha tena su cabeza perdida.
Me sorprendi el pavor de Flick, que renunci casi al contragolpe y, desde luego, a su presin de asfixia, y meti a dos defensas ms, Eric Garca y Araujo, que desequilibraban ms an a su asustado equipo, nervioso ante la rabia increble de un Atltico con un tono valiente.
Es decir, que la mquina goleadora, el supremo equipo de la temporada, lleg a perder toda su esencia. Flick renunci a atacar. Simeone haba sido valiente, inconcebiblemente, porque lleg a jugar con tres delanteros, pero el caso es que Griezmann ya no est en el mundo de los grandes jugadores. Una pena.
Ha sido el tercer golpe final a un Simeone que cosecha un gran fracaso de temporada. Curiosamente todas sus posibilidades las quem en su propio Metropolitano. Y eso es inexcusable.
Frente al Madrid fue culpa suya por ser tan defensivo. En liga, con el Bara pareci un mueco, a pesar de llevar dos goles por delante, y finalmente hoy con este eplogo a su temporada, con una reaccin demasiado tarda.
En fin, ha dejado al club, que hizo una gran inversin en jugadores para poder vender el equipo a lo grande, desnudo. Simeone lo ha abaratado an ms. Hace temporadas que el show de Simeone se ha acabado por repetitivo defensivo.
El Barcelona mostr que no es una mquina maravillosa de ftbol y que se le puede ganar siempre que corras y seas muy ofensivo.
La ofensa es la de Laporta, un tipo sin escrpulos y tramposo, que ha dicho que a su Bara -habla como si fuera suyo- le quieren liquidar en los despachos. Todo cuando le han pillado en una estafa de cien millones de euros por decir que haba vendido unos palcos inexistentes. Pattico.