Andreu Blanes, especialista en carreras de 3.000 obstáculos, participó este fin de semana en el Meeting de Braga -competición oficial del calendario de la World Athletics-, donde vivió el episodio más surrealista de su carrera deportiva. Poco antes de comenzar la prueba el atleta alicantino se cercioró de que algo no cuadraba en las líneas de la pista. Convencido de que la salida de su prueba estaba mal señalada, trató de advertir al juez. «Al principio fui yo solo pero después otros atletas me apoyaron e intentamos dialogar con el árbitro, pero nos dijo que no había duda ninguna y que la línea de salida era esa», nos explica el propio protagonista de la escena.
«Salimos con la mosca detrás de la oreja y pasamos la primera vuelta en 1:13, que es un disparate. ¡Es un ritmo de 3:00/km cuando debíamos ir a 2:45! Íbamos muy lentos, la liebre pasa el primer 200 tarde y luego para compensar mete un cambio de ritmo tremendo. Fue todo un esperpento del principio hasta el final y yo en la última vuelta decidí abandonar, aunque debí hacerlo antes», asegura Andreu Blanes.
Convencido de que aquello estaba mal medido, sus sospechas se confirmaron cuando otro atleta portugués se acercó al final de la prueba y le confesó que hace dos años ocurrió lo mismo en aquella misma pista: «Me dijo que su entrenador midió la pista con la rueda y estaba mal», comenta Andreu, quien no quiso marcharse del tartán sin hacer sus propias comprobaciones. Así, cogió su teléfono móvil y, ayudándose de sus propios pasos y de Google Maps, demostró en una publicación de Twitter lo que ya parecía evidente: aquella carrera había sido de 3.020 obstáculos.
«Son cuatro años de esfuerzo para intentar estar en los Juegos Olímpicos para que todo se pueda ir al garete por algo así», se lamentaba el atleta de HOKA, quien tratará este fin de semana en el Nacional de La Nucía de buscar una marca que le catapulte hasta París. «Es muy complicado, hay que bajar de 8:20 y estar en las posiciones delanteras para sumar puntos para el ranking. Ahora mismo Dani Arce está un escalón por encima de los demás y habrá mucha competencia: Carro, Sebas, Ibrahim, Estanislao…, está muy difícil», comenta sincero Andreu.
