Men’s Health participa en varios programas de afiliación de marketing, lo que significa que Men’s Health recibe comisiones de las compras hechas a través de los links a sitios de los vendedores.
- Esta la mejor forma de comer frutos secos para obtener sus beneficios sin preocuparse por ganar peso
- Las 6 claves más importantes para perder medio kilo de grasa a la semana y bajar de peso de forma saludable
- Un nutricionista comparte tres alimentos baratos y eficaces para aumentar el tamaño de los músculos rápidamente
Cuando hablamos de dieta mediterránea lo hacemos sin lugar a dudas de uno de los patrones alimenticios más universales y famosos del mundo. Conocida por su alto consumo de fitoquímicos procedentes de verduras, frutas y legumbres, históricamente se ha relacionado con efectos beneficiosos para la salud cardiovascular y metabólica y son numerosos los estudios científicos que se han encargado de ensalzar sus bondades.
Pero una dieta está definida por sus componentes y alguno de esos beneficios que aporta la mediterránea tienen un protagonista fundamental: el ajo. Perteneciente a la familia de las liliáceas y de los bulbos de estas plantas, el origen de este ingrediente de potente sabor y olor se sitúa en Asia Central desde donde se extendió al resto del mundo.
Más allá de su uso en la medicina tradicional para tratar diversas afecciones, según recoge la Fundación Española de la Nutrición, se tienen noticias de su utilización como energizante en la alimentación de los obreros que construyeron las pirámides de Egipto, mientras que en Grecia los atletas comían ajo antes de la competición para coger fuerzas, y después de ella para reponerse.
Hoy en día, el ajo está considerado como un ingrediente fundamental para aportar sabor a una amplia variedad de recetas y su inclusión es obligatoria como parte el típico sofrito que tanto nos caracteriza. Pero el ajo es mucho más que la personalidad que aporta a los platos ya que, además, puede considerarse perfectamente como un superalimento.
Muchos beneficios gracias a su densidad nutricional
Y es que el ajo es fuente de proteínas, yodo, fósforo, potasio, magnesio, selenio, hierro, calcio vitamina B6 y vitamina C y compuestos sulfurados, como la alicina. Así pues, no es de extrañar que los beneficios que aporta al organismo sean muchos y variados.
Sin ir más lejos, se ha demostrado su eficacia contra enfermedades comunes como el resfriado o la gripe, como certifican sendas investigaciones publicadas en Advances in Theraphy y Clinical Nutrition. También existen evidencias, como concluye un estudio piblicado en The Journal of Nutrition, de que el ajo ayuda a controlar la hipertensión, regula el colesterol y promueve un mejor funcionamiento del sistema inmunitario.
Y por si fuera poco, la ciencia también ha estudiado sus propiedades a la hora de prevenir algunos tipos de cáncer, como queda plasmado en otro trabajo publicado en The Journal of Nutrition y en una investigación recogida por The American Journal of Clinical Nutrition.
Por qué no hay que cocinarlo entero
Eso sí, para obtener muchos de los importantes beneficios que aporta el ajo, es importante cortarlo o machacarlo para que la alicina, su principal principio activo y origen de su fuerte olor, se libere adecuadamente y ofrezca todo su potencial. Algo que no sucede si de consume o se cocina entero.
Y si te preocupa famoso mal aliento que provoca, sobre todo cuando se consume crudo, una reciente investigación publicada en Molecules concluye que ingerir yogur natural o griego inmediatamente después del ajo es especialmente eficaz. Si no forma parte de tu dieta, ya no tienes escusas para no incorporarlo.
Álvaro Piqueras es experto en deportes y en el último lustro se ha especializado en fitness, nutrición y otros temas de salud. Trata de mantenerse al día en lo que se refiere a nuevas investigaciones y tendencias de los campos que domina para poder compartir con rigor la rutina de entrenamiento que puede inspirar un cambio en tus hábitos, las propiedades de los alimentos que deberían formar parte de tu dieta o los hallazgos científicos que pueden mejorar el bienestar físico y mental de personas como tú.
Comenzó su trayectoria en medios locales y regionales de la tierra de Don Quijote, concretamente en Albacete. De ahí dio el salto a medios de ámbito nacional tras un enriquecedor paso por una maravillosa agencia de publicidad independiente con nombre de canción de los Beatles (GettingBetter), aunque siempre mantuvo intacta su vocación periodística.
De ahí que persiguiera su sueño de trabajar para alguno de los principales grupos editoriales del país como Prisa, Vocento y ahora también Hearst. Quizá le hayas leído en la versión digital del Diario As, abordando infinidad de temáticas, o en ABC y otras cabeceras y revistas del grupo elaborando reportajes de branded content para grandes marcas, multinacionales e instituciones. Y si no has tenido la ocasión, este es el momento de hacerlo en Men’s Health y Runner’s World.
Como no podía ser de otra forma, confiesa ser un amante de la práctica deportiva y desde muy pequeño ha probado con disciplinas tan dispares como atletismo, fútbol, baloncesto, tenis, ciclismo o natación. Unas veces sintiendo la adrenalina de la competición, y otras simplemente disfrutando de los beneficios de la actividad física. Ahora le ha dado por los ejercicios funcionales y el boxeo porque tiene la certeza de que el saco es incapaz de devolverle los golpes.
Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Alicante, también posee formación específica en gestión y dirección de RRSS, planificación estratégica y diseño gráfico. Últimamente se ha adentrado en el universo de la inteligencia artificial generativa aplicada al periodismo, pero jura y perjura que no la emplea profesionalmente porque, entre otras consideraciones, sigue disfrutando de cada palabra que escribe tras 20 años de experiencia en el sector de la comunicación.
Nutrición
Publicidad – Sigue leyendo debajo
Publicidad – Sigue leyendo debajo
