Cansado, pero feliz por cumplir de modo estupendo la tarea en el estreno en la Fórmula 1. Agobiado, por la exposición que tuvo desde el viernes hasta varias horas después de finalizado el Gran Premio de Italia. El circuito de Monza abrazó a Franco Colapinto como en las jornadas doradas de la Fórmula 3, donde el argentino celebró dos victorias. No hubo ceremonia de podio ahora, aunque el premio resultó mayúsculo para el pilarense, de 21 años: la cátedra destacó la actuación, los pilotos rivales y su compañero en Williams resaltaron la reacción de su primer episodio en el Gran Circo, y James Volwes, el jefe de la escudería de Grove, reveló que el joven talento no se intranquilizó con la abrumadora cantidad de datos con la que los ingenieros lo bombardearon para el debut. Nada lo desenfocó, ni el pequeño desliz que impidió ascender a la Q2 en la prueba de clasificación. La concentración y en cómo absorbió la información que brindaron los ingenieros para una rápida adaptación, otra perla a favor que distinguió Volwes de Colapinto.
Tres días transcurrieron desde el anuncio de que Colapinto reemplazaría a Logan Sargeant en la segunda butaca de Williams, al primer contacto con el auto N°43 del equipo de Grove. Tres sesiones de entrenamientos libres, una el sábado, jornada que tuvo su continuidad con la qualy, y el domingo su gran premio en un dibujo que fue reasfaltado en su totalidad, por lo que los ingenieros debían redescubrir la degradación que sufrirían los compuestos que dispuso Pirelli para la decimosexta fecha del calendario.
La manera en la que el argentino lidió con la presión del estreno, uno de los sellos que empujó a Volwes a inclinarse por el rookie, aunque el paddock observaba con mejores posibilidades a Mick Schumacher, piloto de reserva de Mercedes y de Alpine en el Mundial de Resistencia de la FIA.
“Parte de la razón de por qué está en el auto es su capacidad para enfrentar la inmensa cantidad de carga a la que se somete un piloto novato en su primera experiencia. Eso es una virtud innata, además de tener la capacidad natural para ser un piloto rápido. Parece que nada lo pone nervioso”, celebró el jefe de la escudería, que apoyó desde el inicio que un integrante de Williams Racing Driver Academy tomara el asiento que dejaría Sargeant. Y de las promesas, la única que giró en el año en el primer entrenamiento libra de un programa oficial de un gran premio fue Colapinto en Silverstone.
“Lo cargamos con más información de la que un ser humano puede soportar”, aseguró Volwes a Motorsport.com. “Creo que si le preguntan ahora mismo dirá que sin duda fue demasiado, pero no lo hizo entrar en estado de pánico. Tomó la responsabilidad con espontaneidad: ‘Así es como hago las cosas, porque así rindo mejor’. Esa madurez también lo hizo elegible”, expuso el ingeniero británico, que trabajó como jefe de estrategia en el ciclo dorado de Mercedes, entre 2014 y 2021 bajo la conducción de Toto Wolff y ahora desanda desde comienzos del año pasado.
Volwes, junto al director deportivo Sven Smeets, fue el encargado de anunciarle a Colapinto de su práctica en Silverstone. Esa comunicación se hizo apenas una semana antes del GP de Gran Bretaña por un motivo: el equipo ensaya un seguimiento de las repercusiones en redes sociales y observó en el GP de Brasil 2023, cuando el pilarense fue invitado a desandar la carrera junto al equipo, cómo reaccionó el fanático argentino. “Podíamos anunciarlo cuatro semanas antes, pero era someterlo a una presión innecesaria”, advirtió Smeets, luego de que la estructura examinara la curva, con picos masivos, tras la experiencia con Colapinto en Interlagos.
Para la gestión de los neumáticos en Monza, Colapinto tuvo una charla con Volwes y la conducción del ingeniero de carrera Gaetan Jego –el hombre que guía a Franco desde las comunicaciones de radio- resultó determinante para el argentino, que agradeció la detallada tarea de quien ingresó en Williams en 2019, aunque llevaba años de experiencia en el equipo ART Grand Prix.
“En la reunión del día de la carrera fuimos muy claros en el reto que tenía por delante. Teníamos graining en el neumático delantero izquierdo, algo que no sucede de manera habitual, pero necesitamos que gestione ese déficit. La forma será sobrecalentar el neumático trasero, otro punto común, aunque no es normal sufrir ambas situaciones al mismo tiempo. Para que funcione debes ser equilibrado, como hacer malabarismo: lo hizo al punto que tuvo una única detención en boxes para recambiar neumáticos”, reveló Volwes.
El trabajo de gestión fue decisivo para que terminara duodécimo en el clasificador, siendo el mejor piloto argentino en estrenarse desde la irrupción de Ricardo Zunino en el GP de Canadá 1979, cuando el sanjuanino tomó la butaca de Niki Lauda en Brabham. Luego se sucedieron Miguel Ángel Guerra (Osella), en 1981; Oscar Larrauri (EuroBrun), 1988; Norberto Fontana (Sauber), 1997; Esteban Tuero (Minardi), 1998, y Gastón Mazzacane (Minardi y Prost), 2000.
Colapinto, además, recorrió los 53 giros de la carrera, algo que Carlos Reutemann (Brabham) no logró en su estreno en 1972 en la Argentina, donde Lole terminó séptimo tras señalar la pole. El segundo stint, con neumáticos de compuesto duro –la primera vez que los calzaba- demostró la inteligencia de Colapinto para ser cuidadoso con el desgaste y no dudó en pedir ayuda para migrar el balance de frenos al ingeniero Jego, cuando la situación apremió: recorrió 37 vueltas y solo el ganador Charles Leclerc (Ferrari), con 38 giros; Kevin Magnussen (Haas), 39; y Daniel Ricciardo (RB), 42, lograron estirar más la vida útil de las gomas.
“Es mucha información para asimilar en tu primera vez y aunque Monza es una pista en la que corrió en F.3 y tiene largas rectas para pensar y descansar, el reto era difícil y él tuvo éxito”, concluyó Volwes, que ahora junto a Colapinto tendrá ocho nuevos desafíos hasta el final del calendario. La siguiente estación será el 15 de septiembre en el circuito callejero Bakú, donde el recorrido de la pista, de 6003 metros, llevará la aventura por lugares turísticos de Azerbaiyán como la Casa de Gobierno y la Torre de la Doncella…
