Por Antonio Planas – NBC News
El soldado del Ejército que murió dentro de un Cybertruck de Tesla que estalló frente al hotel Trump en Las Vegas era un veterano de guerra altamente condecorado, que muy probablemente luchaba contra un trastorno de estrés postraumático (PTSD) y que llamó al Gobierno de Estados Unidos “débil”.
En el mismo evento, la policía detalló que no “mostró hostilidad contra el presidente electo, Donald Trump” y que cree que fueron simultáneas la herida de bala autoinfligida y la explosión. “Parece ser un trágico caso de suicidio”, afirmó este viernes el agente especial del FBI, Spencer Evans, en rueda de prensa.
Los investigadores han identificado al conductor del Tesla —quien quedó irreconocible a causa de las quemaduras que sufrió— como Matthew Livelsberger, un Boina Verde de 37 años de edad oriundo de Colorado Springs, Colorado. La oficina del médico forense del condado de Clark dijo que su muerte fue un suicidio causado por la herida de bala.
Autoridades destacaron que no pueden dar un motivo claro aún sobre el incidente ya que la investigación sigue en curso y aún queda mucho material por analizar. Pero informaron que lograron extraer de uno de los celulares –de dos— que había en el vehículo, dos cartas en una aplicación de notas. En una, Livelsberger dice: “Somos Estados Unidos de América, el mejor país que ha existido. Pero actualmente estamos enfermos de forma terminal y nos dirigimos al colapso”.
[Lo que sabemos sobre las víctimas en Nueva Orleans]
“Esto no fue un ataque terrorista, fue un llamado a despertar. Los estadounidenses solo le prestan atención a los espectáculos y la violencia. ¿Qué mejor forma de establecer mi punto que con un espectáculo de fuegos artificiales y explosivos?”, señaló otro fragmento compartido por la policía. “¿Por qué hago esto ahora? Necesitaba limpiar mi mente de los hermanos que he perdido y liberarme de la carga de las vidas que acabé”.
A la pregunta por parte de periodistas sobre la relación entre el incidente en Las Vegas y el atentado en Nueva Orleans en año nuevo, el FBI destacó que no hay ninguna evidencia de que los eventos estén relacionados. “Solo hay similitudes y coincidencias”, afirmó Evans, refiriéndose a que ambos eventos ocurrieron con autos rentados por la misma compañía, los dos hombres eran militares y rentaron un Airbnb. “No hay ninguna información que sugiera que ambos se conocían”, agregaron autoridades.
The Associated Press informó más temprano el viernes que el soldado le confió a una exnovia, que había trabajado como enfermera del ejército, que sufría un dolor y un agotamiento significativos que, según ella, eran síntomas clave de una lesión cerebral traumática.
Vompartió imágenes y mensajes de texto con Alicia Arritt, de 39 años, a quien conoció y con quien comenzó a salir en Colorado en 2018. En ellos, se sinceró sobre el agotamiento, el dolor que lo mantenía despierto por la noche y revivió la violencia de su despliegue en Afganistán.
Cuando le preguntaron el viernes sobre si Livelsberger había estado luchando con algún problema de salud mental que podría haber provocado su suicidio, la portavoz del Pentágono, Sabrina Singh, respondió a los periodistas que “el departamento ha entregado todos los registros médicos a las autoridades locales”, según la AP.
Si usted o alguien que conoce puede estar en riesgo, llame o envíe un mensaje de texto al número 988 de la línea de prevención de suicidios, que ofrece apoyo gratuito, en español y confidencial las 24 horas del día, los siete días de la semana.