CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 12 (EL UNIVERSAL).- Ciertos hábitos tienen un impacto positivo en nuestra salud, destacando sus beneficios en el bienestar físico, mental y social, señalan desde el Hospital Privado de la Universidad de Córdoba (Argentina). Sus expertos indican que la ausencia de estos puede traer aparejados problemas de salud y un deterioro en la calidad de vida.
Desde el Gobierno de Navarra (España) indican que se le llama hábitos saludables a todas aquellas conductas que tenemos asumidas como propias en nuestra vida cotidiana y que inciden positivamente en nuestra salud. Además, añade que estos hábitos determinan la presencia de factores de riesgo y/o de factores protectores para el bienestar.
La salud guiada por nuestros hábitos es primordial, no solo para nuestro presente sino para el inevitable proceso de envejecimiento. La Organización Panamericana de la Salud afirma que un envejecimiento saludable es un proceso continuo de optimización de oportunidades para mantener y mejorar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida a lo largo de la vida.
Es por todo esto que la ciencia se ha abocado a investigar todos los factores que pueden incidir en lograr un envejecimiento con buena salud y en este punto es que se destaca un estudio realizado por científicos de la Universidad Médica de Wenzhou (China). Los investigadores ponen el foco en el hábito de dormir adecuadamente como una de las claves para lograr la longevidad y una salud fortalecida.
La investigación afirma que el envejecimiento con buena salud es aquel que presenta una ausencia de enfermedades crónicas graves y de deficiencias físicas, además de la existencia de una función cognitiva elevada, una buena salud mental y la participación en actividades sociales.
Para conseguir todo eso, además de los hábitos de alimentarnos adecuadamente y realizar actividad física de forma periódica, los científicos afirman que dormir 8 horas es un excelente hábito que nos ayudará a envejecer con buena salud. Además, desde el Departamento de Salud y Servicios Humanos (Estados Unidos) remarcan que descansar es fundamental para el cerebro, afecta a casi todos los tejidos de nuestro cuerpo, a las hormonas de crecimiento y del estrés, nuestro sistema inmunitario, el apetito, la respiración, la presión arterial y la salud cardiovascular.