CIUDAD DE PANAMÁ (AP) — Panamá festejó el martes el 25 aniversario del traspaso del canal interoceánico por parte de Estados Unidos con un evento lleno de patriotismo y en el que recordó al recién fallecido expresidente estadounidense Jimmy Carter, quien estampó su firma en los tratados para la histórica transferencia.
La nación centroamericana de más de 4 millones de habitantes también reafirmó que es la dueña plena de la vía marítima, en respuesta a las recientes amenazas del presidente electo estadounidense Donald Trump de que intentaría reclamar su posible devolución.
El 31 de diciembre de 1999 los panameños se volcaron a las calles para participar en un acto que marcó la reversión a manos panameñas de la vía interoceánica después de haber sido administrada por Estados Unidos durante 85 años, en cumplimiento de los tratados firmados en 1977 por el entonces jefe de gobierno panameño, el general Omar Torrijos, y Carter, quien falleció el domingo a los 100 años de edad.
“En este día tan especial… una mezcla de alegría por este 25 aniversario del canal en manos panameñas y una tristeza que nos invade por la muerte del expresidente Jimmy Carter”, destacó el mandatario José Raúl Mulino durante la ceremonia de celebración en el edificio de la administración de la vía marítima. Agregó que Carter junto a Torrijos y a las generaciones precedentes “tuvieron la visión y la nobleza de recorrer el justo camino para que el canal tuviera la nacionalidad que correspondía”.
TRUMP ARREMETE Y PANAMÁ RESPONDE
A menos de dos semanas del aniversario, Trump volvió a cuestionar los tratados, señalando que Carter traspasó tontamente la vía construida por Estados Unidos que costó la vida a miles de sus ciudadanos. El republicano, que asumirá un segundo mandato de cuatro años el 20 de enero, arremetió contra lo que calificó como precios y tarifas “exorbitantes” que cobra el canal a la Armada y a la industria estadounidense.
“Si no se respetan los principios, tanto morales como legales, de este magnánimo gesto de generosidad (en alusión al traspaso) exigiremos que se nos devuelva el Canal de Panamá en su totalidad y sin cuestionamientos”, advirtió el 21 de diciembre en su cuenta Truth Social.
Sin embargo, no dijo cómo lo haría. Los expertos afirman que no existe una cláusula en los tratados o vía legal para que Estados Unidos recupere unilateralmente el control de la vía construida en 1914 que une los océanos Atlántico y Pacífico.
Trump volvió a la carga el Día de Navidad enviando a través de su red social un mensaje a los “maravillosos soldados de China” que, según él, operan el canal. Ese día también anunció la designación de Kevin Marino Cabrera, al que presentó como un “luchador feroz por los principios de ‘America First’ (América está primero)”, como embajador en Panamá, “un país que nos está estafando”, señaló.
Aunque durante el acto de más de una hora no se mencionó a Trump ni se hizo una alusión directa a sus amenazas, Mulino dijo al inicio de su discurso que “no hay otras manos en nuestro canal metidas más que las panameñas. ¡Tranquilos! En nuestras manos se va a quedar para siempre”.
Los expertos dicen que esas amenazas son impulsadas posiblemente ante la cada vez más creciente influencia de China, su principal rival comercial en la región, o para presionar en otros asuntos como la migración procedente de Sudamérica y otras partes del mundo que busca llegar a Estados Unidos utilizando el corredor selvático del Darién.
Panamá rompió lazos con Taiwán para establecerlos con China en 2017. Un consorcio chino de Hong Kong opera desde hace casi tres décadas los principales puertos en ambas entradas del canal, luego de adjudicarse esa operación en un concurso en que hubo participación estadounidense, según las autoridades. Panamá prorrogó la concesión a ese consorcio 25 años más en 2021.
Las autoridades también resaltaron que el país centroamericano ha cumplido el desafío de manejar el canal y expandirlo a pesar de los viejos temores de que no podría hacerlo tras el fin del control estadounidense.
“Con el canal hemos demostrado que los panameños somos gente de retos”, señaló el administrador de la vía, Ricaurte Vásquez. “Afrontamos la pandemia, los efectos del cambio climático, los ciclos económicos mundiales, las confrontaciones bélicas que han afectado a nuestros usuarios y surgimientos de nuevas alternativas que compiten con nuestro canal”.
Pero “Panamá sigue siendo la ruta competitiva y confiable”, agregó.
TRIBUTO A “MÁRTIRES” PANAMEÑOS Y A CARTER
Al ritmo de una banda escolar, un grupo de estudiantes realizó un recorrido con una bandera panameña gigante doblada desde el monumento de la “Llama Eterna” dedicado a los 21 panameños fallecidos durante los choques con la otrora policía estadounidense de la zona del canal en 1964 que precipitaron la renegociación de los tratados del canal, hasta la colina del edificio de la administración. Allí miembros de la guardia de honor presidencial recibieron el pabellón que izaron con la participación de Mulino, en uno de los momentos más emotivos.
El primer colaborador panameño contratado tras la transferencia en 1999, proveniente de un poblado indígena, fue condecorado, mientras que más de dos centenares de personas, muchas de ellas invitadas y con banderitas en las manos, asistieron al acto que también incluyó presentaciones culturales.
En el evento también se recordó al expresidente Carter con un aplauso al inicio y un minuto de silencio al final.
BENEFICIOS DEL CANAL
Mulino destacó días antes que el canal ha sido un “facilitador” para el comercio de Estados Unidos, que es el principal usuario, seguido por China. Refirió que más del 70% de la carga tiene como origen o destino los puertos de la potencia norteamericana.
Reprochó a su vez que en los 85 años de manejo estadounidense la anualidad entregada a Panamá fue una “miseria”. El canal ha aportado a las arcas del Estado panameño más de 28.000 millones de dólares desde el traspaso, 15 veces más respecto del periodo bajo control estadounidense, según las autoridades.
DESAFÍOS DE LA VÍA INTEROCEÁNICA
Mientras tanto, el gran reto futuro del canal será avanzar en el megaproyecto de un nuevo embalse para atender la demanda de agua para el consumo humano y la operación después de lidiar con una de las peores sequías que restringió como nunca antes el tránsito.
Las lluvias de los últimos meses han llenado los lagos que proporcionan el agua para la operación, pero el plan de embalsar el río Indio, que tomaría seis años a un costo de 1.600 millones de dólares, se torna impostergable, según el canal. Para ello, sin embargo, necesitará alcanzar acuerdos con las comunidades que viven a orillas del afluente y que serían anegadas.
“La solución al problema del agua no puede ser visto como una amenaza, es una oportunidad para el desarrollo humano de muchos panameños”, dijo Vásquez ante el rechazo de algunos grupos.