La plaga de lesiones deja a Míchel sólo 12 jugadores de campo disponibles • El Slovan, con cero puntos en el casillero, afronta también una final
La plantilla del Girona reflejó buen ambiente antes de un choque clave para su futuro en Champions.
-
JOEL SEBASTIÁN
Girona
Actualizado
La Champions está exigiendo un peaje altísimo al que fue el equipo revelación de la pasada temporada no sólo en LaLiga. Probablemente, también en Europa. El Girona llega al partido después de perder en Montilivi por la mínima ante la Real Sociedad (0-1) en el que era el segundo de los tres partidos consecutivos ante su afición -el primero lo ganó ante el Athletic en el 99 con un tanto de Stuani de penalti-. En este tercer encuentro, los de Míchel no pueden fallar, pese a las bajas de media plantilla -literal-, y deben vencer por cualquier medio al Slovan de Bratislava si quieren seguir optando a una de las posiciones de playoff de acceso a octavos de final.
El conjunto eslovaco es el club más laureado de su país y llega al partido ante los catalanes después de vencer en el derbi de su competición doméstica contra el Spartak Trnava, algo que sitúa a los de Vladimir Weiss a un solo punto del líder MŠK Žilina y con 10 de margen sobre el tercer clasificado. En la Champions League, como el Girona, los eslovacos no han sumado ningún punto después de caer goleados en la jornada inaugural contra el Celtic (5-1) y en la segunda fecha en su propio estadio contra el Manchester City (0-4).
El conjunto gerundense llega herido al partido y con múltiples bajas, y es que Míchel solo cuenta con 12 futbolistas de campo de la primera plantilla y podría hacer una alineación competitiva con los futbolistas lesionados (Blind, Jhon Solís, Bryan Gil, Yáser Asprilla, Abel Ruiz, Portu, Tsygankov, Oriol Romeu, y los jóvenes habitualmente en dinámica con el primer equipo como Jastin y Artero), más los que no han podido ser inscritos por normativa (Juan Carlos, Misehouy y Minsu, este último porque tiene ficha B y le falta un día para llevar dos años en el club). Parece increíble que el Girona pueda salir vivo de un partido de alta exigencia como es cualquiera que se disputa en la Champions.
Un partido y sumar los tres puntos para seguir soñando con la posibilidad de continuar adelante en esta Champions. Sin perder de vista la Liga, donde no sufren pero tampoco encuentran su mejor versión, los de Míchel tratarán de minimizar errores que resulten decisivos como sucediera en sus dos primeros compromisos europeos. Europa no perdona y el Girona quiere dejar de pagar la novatada. Ha llegado el momento de estrenarse en Champions.
