¿Qué desafíos le quedan a Franco Colapinto en la Fórmula 1? – TyC Sports

En el Gran Premio de Italia, Franco Colapinto tuvo un debut que superó las expectativas. Finalizó decimosegundo luego de avanzar seis posiciones durante la carrera. Además, en su primer fin de semana con un auto de Fórmula 1, hizo el tiempo de vuelta más rápido del equipo Williams, superando a su compañero Alex Albon. Sin embargo, las ocho fechas restantes le presentarán un enorme desafío al oriundo de Pilar: circuitos desconocidos, temperaturas extremas, mucho desgaste físico y una intensa lucha por el único asiento disponible.

Por supuesto que su rendimiento en Monza fue una grata sorpresa, pero se podía esperar que se sintiera cómodo debido a que conocía el circuito y ya había ganado allí la carrera sprint de la Fórmula 3 el año pasado. Este fin de semana correrá en una pista desconocida para él -de las que faltan, solo corrió en Abu Dhabi- y extremadamente desafiante, como lo es el callejero de Bakú.  

6.003 kilómetros de extensión, con zonas rápidas que recorren la parte moderna de la ciudad y frente a las que se debe ser muy técnico para no pagar caro los errores que se puedan cometer. Además, la curva 8 es una de las más difíciles de toda la temporada. Se encuentra en el ingreso al castillo, donde el ancho del circuito es de sólo 7,6 metros, lo que imposibilita el sobrepaso y en el que hay que ser muy cauto debido a que los competidores la transitan a 100 kilómetros por hora, una zona que un auto convencional tomaría a 16.

Después del reto de Azerbaiyán, al piloto de 21 años se le presentará otro también muy complejo: Singapur. El país asiático es uno de los más húmedos del mundo y esto le pasa factura a los pilotos. En este Gran Premio los pilotos suelen enfrentar temperaturas que rondan los 60°, casi como en un sauna, lo que provoca pérdidas de entre 3 y 4 kilos de peso corporal. Además, el circuito urbano de Marina Bay es otro muy desafiante: con un total de 23 curvas, es la pista que más tiene en todo el calendario. Sin dudas, será la doble fecha más desafiante del calendario. 

Colapinto también deberá adaptarse al nuevo auto. Tras la carrera en Monza se lo notó muy dolorido por la incomodidad del asiento de carbono: “Estuve una hora y media arriba del auto. Nunca había estado tanto tiempo, con tanta fuerza G. De a poco fui encontrando muchos lugares que me empezaron a molestar. Tengo mucho dolor en la espalda baja, no me puedo ni agachar, en los hombros. Tengo cosas que trabajar con el asiento para estar más cómodo“, explicó en una entrevista posterior. 

Las carreras que restan serán de suma importancia para ganarse un asiento de cara al futuro. Para el año que viene la situación está complicada, ocho de los diez equipos ya tienen su dupla confirmada y los únicos sitios disponible están en RB, el banco de pruebas de Red Bull, que busca acompañante para Yuki Tsunoda; y Kick Sauber, la peor escudería en cuanto a rendimiento, que aún no le renovó a ninguno de sus dos pilotos actuales -Valteri Bottas y Guanyu Zhou- pero tiene confirmado a Niko Hülkenberg.  

Teniendo en cuenta la situación actual, lo más probable es que continúe un año más en la F2,  mientras consolida un fuerte respaldo económico como el que necesitó para llegar a la situación actual, al mismo tiempo de sumar experiencia en la F1. Teniendo en cuenta que Oliver Bearman se ganó un lugar en Haas para el año próximo en gran parte gracias a que finalizó sexto en el Gran Premio de Arabia Saudita cuando le tocó reemplazar a Carlos Sainz en Ferrari, es muy probable que si Colapinto lo hace bien en las jornadas que quedan se haga con un lugar en la máxima categoría del automovilismo mundial proximamente.