El Papa Francisco envió un mensaje a la comunidad universitaria de la Universidad de Belén el pasado 20 de diciembre, previo a la celebración de la Navidad, en el que les ofreció dos recomendaciones fundamentales: salvaguardar el don de la fe y confiar todo a Jesús a través de la oración.
En su carta, dirigida al Vicerrector de la institución, Hermano Héctor Hernán Santos González, miembro de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (lasallistas), el Santo Padre destacó el significado del tiempo de Adviento, calificándolo como un período de “gozosa espera” de la venida de Cristo. Además, expresó un cálido saludo de cercanía espiritual a todos los estudiantes y al personal de la universidad.
Renovación espiritual y perseverancia en la vocación
“Mientras toda la Iglesia se prepara para celebrar la Natividad del Señor, que marca también el inicio del Año Jubilar”, dijo el Papa, “rezo para que estas ocasiones, que significan vida nueva, esperanza y reconciliación, ofrezcan a cada uno de ustedes oportunidades de renovación espiritual y de fortalecimiento de la perseverancia en su vocación de ser discípulos gozosos de Cristo”.
De manera especial, Francisco se dirigió a los jóvenes de la Universidad de Belén, instándoles a custodiar siempre “su precioso don de la fe”. Aunque en ocasiones, destacó, los jóvenes puedan no comprender completamente lo que implica la fe, les recordó que “no es algo que deban ocultar, sino un tesoro que deben compartir con los demás”. El Papa subrayó que el Señor “rebosa vida” y les ayudará a hacer que su juventud sea plena y significativa.
La importancia de la solidaridad y el testimonio cristiano
El Santo Padre también les exhortó a no caminar solos, sino a fomentar la amistad y la solidaridad tanto en el ámbito académico como en el social. “¡Cuánta necesidad tiene nuestra familia humana de ejemplos de solidaridad llena de esperanza en el contexto actual de violencia que afecta a tantos hermanos y hermanas!”, expresó.
En este sentido, Francisco animó a los estudiantes a ser testigos de los valores perennes del Evangelio, mostrando con entusiasmo el amor y la paz de Cristo. Les instó a servir de ejemplo a los líderes religiosos y políticos de distintas creencias y tradiciones, a fin de construir un futuro fundamentado en el diálogo, la comprensión mutua y la armonía fraterna.
Confianza en la protección de María
Concluyendo su mensaje, el Papa Francisco encomendó a todos los miembros de la Universidad de Belén a la protección de María, Madre de la Iglesia, pidiendo que ella los acompañara y protegiera en su camino de fe y estudio.
“Con estos sentimientos, invoco cordialmente sobre todos ustedes abundancia de alegría y de paz en Jesucristo, Verbo Encarnado”, finalizó el Papa, transmitiendo un mensaje de esperanza y paz para el nuevo año que comienza.
Este mensaje refleja la cercanía del Papa con los jóvenes que estudian en una de las universidades más representativas de Tierra Santa, en un contexto marcado por retos y tensiones, pero también por la posibilidad de transformar el futuro a través de la fe, la solidaridad y la construcción de la paz.