Por Gabe Gutierrez y Olympia Sonnier – NBC News
SAN YSIDRO, California — El Gobierno de Donald Trump cerraría el Tapón del Darién, la peligrosa selva panameña que cientos de miles de migrantes cruzan cada año en su camino hacia el norte, dijo el jueves el nuevo zar de la frontera, Tom Homan, en una entrevista con NBC News en la frontera sur de Estados Unidos.
“Es necesario”, dijo. “Cerrar el Tapón del Darién protegerá nuestra seguridad nacional. Salvará miles de vidas”.
Panamá ha enfrentado presiones para tomar medidas enérgicas contra la migración en los últimos años, y las autoridades de inmigración del país dijeron este mes que el año pasado hubo una caída del 42% en los cruces a través del tramo de 70 millas de selva, típicamente sin ley.
“Vamos a trabajar con el gobierno extranjero”, dijo Homan.
Los comentarios de Homan se producen mientras el presidente electo comienza a diseñar una política exterior expansionista para su segundo mandato. Esta semana, Trump no descartó el uso de la fuerza militar para retomar el Canal de Panamá o adquirir Groenlandia.
Homan, director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas durante la primera Administración de Trump y exagente del ICE, también reconoció que el plan de deportación masiva de Trump incluiría “arrestos colaterales”: inmigrantes indocumentados sin antecedentes penales que son descubiertos mientras los agentes del ICE buscan a sus objetivos.
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Homan advirtió que las redadas en los lugares de trabajo se intensificarían nuevamente poco después de que Trump asuma el cargo.
“Lo vamos a hacer de una manera inteligente”, dijo. “Todavía estamos trabajando en cómo queremos implementar esto exactamente, pero las operaciones [en los lugares de trabajo] tienen que volver porque es el lugar número uno en el que encontramos víctimas de trabajo forzado dirigido por muchos cárteles”.
Queda una pregunta crucial sobre cómo la Administración pagará estos ambiciosos planes. ICE ya tiene un déficit presupuestario de $230 millones, y no está claro cuándo y cómo el Congreso acordará la financiación. Homan dijo que 86,000 millones de dólares serían un “gran comienzo”, y señaló que es menos de lo que Estados Unidos ha gastado en asistencia militar y de otro tipo a Ucrania después de la invasión rusa.
“Estoy diciendo: ‘¿Vamos a defender las fronteras de otra nación?’ ¿Qué tal si defendemos también nuestras fronteras? Entonces, dennos el dinero para hacer este trabajo”, dijo.
Cuando se le preguntó sobre cómo la Administración Trump pagaría esta operación de deportación, Homan no dijo si los funcionarios tomarían dinero del Departamento de Defensa para financiarla.
“Esa decisión está por encima de mí”, respondió. “El Departamento de Defensa ciertamente puede ser un multiplicador de fuerza”.
¿También en su lista para el Congreso? Camas de detención. Homan quisiera al menos 100,000 camas de detención; actualmente, Estados Unidos tiene aproximadamente 34,000.
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En respuesta a los críticos de las deportaciones masivas que argumentan que dañarían la economía estadounidense, Homan fue contundente.
“Creo que la deportación masiva y los resultados de la deportación masiva son más importantes para este país que cualquier otra cosa”, dijo. “No le pongo precio a todas estas jóvenes que han sido violadas y asesinadas. No le pongo precio a nuestra seguridad nacional”.
Homan también dijo que la transición estaba considerando una “idea nueva” sobre una línea directa que permitiría a los estadounidenses denunciar a los inmigrantes indocumentados que creen que han cometido delitos en sus comunidades.
“Quiero un lugar donde los ciudadanos estadounidenses puedan llamar y denunciar”, dijo. “Necesitamos cuidar al pueblo estadounidense. Necesitamos asegurarnos de que tengan un medio para ayudar a denunciar a los traficantes de niños, a los traficantes de trabajo forzado. Queremos darles la oportunidad de ser parte de la solución”.
Otro cambio que Homan querría hacer: realizar conferencias de prensa semanales con actualizaciones sobre las deportaciones.
“Creo que debemos ser transparentes para el pueblo estadounidense y debemos mostrarle a la gente exactamente lo que estamos haciendo”, dijo.
Homan también está discutiendo la expansión del programa 287(g) de ICE, que permite a la agencia federal asociarse con las fuerzas del orden locales.
“Tengo muchos alguaciles que vienen a mí y no pueden esperar a que se reactive el programa 287(g)”, dijo. “Así que vienen a nosotros”.
Homan no confirmó si la Administración planea volver a implementar el Título 42, la medida de salud pública de emergencia durante la pandemia de Covid que facilitó que Estados Unidos expulsara a los migrantes. Pero argumentó que estaría justificado debido a otras enfermedades que los migrantes podrían traer a través de la frontera, incluida la tuberculosis, el sarampión y la varicela.
“No sé si él (Trump) ha tomado una decisión y no me adelantaría a él”, dijo Homan. “Pero creo que podría haber un caso para ello”.
Aún así, según los Institutos Nacionales de Salud, “hay poca documentación de transmisión de enfermedades emergentes o propagación epidémica a Estados Unidos atribuible a refugiados o inmigrantes”.
Homan también quiere eliminar la aplicación CBP One de la administración Biden, que los migrantes han estado usando para programar las evaluaciones iniciales de asilo.
“Crear programas para permitir que miles de personas ingresen a este país por semana a quienes no examinamos adecuadamente y que sabemos que no califican no es la respuesta”, dijo Homan.
A solo unas pocas millas de distancia, al otro lado de la frontera en Tijuana, Oscar Mendoza Santiago, de 44 años, ha estado luchando durante meses para programar una cita en la aplicación. Está en el refugio Movimiento Juventud 2000 desde fines de noviembre con nueve familiares: su esposa, cuatro hijas, un hijo y tres nietos. Dentro, unos 100 migrantes duermen en tiendas de campaña junto a adornos navideños que no han sido retirados.
“Tengan piedad y compasión con las personas que quieren venir [a Estados Unidos] a trabajar”, dijo.
Santiago dijo que abandonó su ciudad natal en México debido a la violencia y ha estado tratando sin éxito de obtener una cita para la evaluación de asilo. Con la Administración Trump prometiendo eliminar la aplicación, está preocupado por el futuro.
“El plan B es quedarse aquí en Tijuana y trabajar”, dijo.
José María García, director del refugio, está preocupado de que la eliminación de las opciones para solicitar asilo obligue a algunos migrantes desesperados a tomar la decisión “incorrecta” de intentar entrar ilegalmente a Estados Unidos.
Trump “no impedirá que los migrantes vengan”, dijo. “No los disuadirá”.
Pero Homan, quien dijo que hablaba con el equipo de transición de Trump a diario, cree que las restricciones migratorias más estrictas terminarán siendo un factor disuasorio.
“Creo que el pueblo estadounidense ha hablado”, dijo. “Este es el tema número uno. Fueron a las urnas para votar. Creo que el Congreso está prestando atención. Nos darán el dinero para hacer este trabajo. No se trata tanto de inmigración ilegal. Se trata de seguridad nacional”.
¿Su mensaje para cualquiera que esté en Estados Unidos ilegalmente?
“Váyanse a casa”.
