No hay nada más molesto que cruzarnos con un bug que nos arruine un tramo de una partida, pero lo más catastrófico sucede cuando nos topamos con un fallo que borra directamente el progreso. ¿Hay algo peor? Lo cierto es que sí y Pool of Radiance: Ruins of Myth Drannor se encargó de demostrarlo por todo lo alto.
Este RPG isométrico para un solo jugador basado en las franquicias de Pool of Radiance y Dungeons & Dragons fue lanzado el 24 de septiembre de 2001 por Ubisoft para Windows, aunque el desarrollo corrió a cargo de Stormfront Studios. El problema vino de serie, ya que en la versión original 1.0 del juego se incluía un error en el desinstalador.
Si intentabas desinstalar Pool of Radiance: Ruins of Myth Drannor, el programa directamente decidiría que lo más apropiado sería eliminar archivos del sistema, lo cual provocaría fallos en el sistema operativo que lo harían inservible. Es decir, tu PC corría el riesgo de irse al garete si tenías la osadía de retirar de tu vida la aventura de fantasía.
Hay que tener en cuenta que el título alcanzó el estado Gold el día 5 de septiembre y poco después se produjo el atentado del 11-S, pero se decidió seguir adelante con la fecha prevista, en lugar de retrasarla como hicieron otros proyectos. Evidentemente, semejante metedura de pata provocó que dos semanas después de su llegada al mercado se lanzase el parche 1.1 que solucionaba semejante desastre.
En el análisis de ArsTechnica de hace 24 años ya avisaban de lo que podía ocurrir, así como de otros errores que también eran preocupantes y que conllevaban la pérdida de horas de juego. Por lo tanto, visto en perspectiva, cualquier bug que nos topemos hoy en día parece una nimiedad en comparación.
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