Estamos ante un hito espacial. Un equipo internacional de astrónomos acaba de publicar el mapa infrarrojo más detallado hasta la fecha de la Vía Láctea, la galaxia en la que se encuentra el Sistema Solar y, cómo no, todos los terrícolas que están leyendo estas líneas. El trabajo, realizado durante más de una década, ha conseguido recopilar más de 1.500 millones de objetos que habitan en nuestro vecindario espacial. “Hemos hecho tantos descubrimientos que hemos cambiado la visión de nuestra galaxia para siempre “, afirma entusiasmado Dante Minniti, astrofísico de la Universidad Andrés Bello en Chile y director principal de este proyecto.
La información captada permite “mirar a través del polvo y del gas que inundan nuestra galaxia”
El trabajo, presentado este mismo jueves en la revista científica ‘Astronomy and Astrophisycs’, recopila más de 200.000 imágenes de alta definición captadas por los instrumentos del Observatorio Europeo Austral (ESO). Según explican los responsables de esta iniciativa, la información recopilada permite “mirar a través del polvo y del gas que inundan nuestra galaxia“. “Estamos viendo la radiación de los lugares más ocultos de la Vía Láctea y, así, estamos abriendo una ventana única para observar nuestro entorno galáctico”, afirman los especialistas.
Los astrónomos aseguran que estamos ante una hazaña científica de primera magnitud. Los datos recopilados por este mapa baten todos los récords espaciales establecidos hasta la fecha. Para que se hagan una idea, se estima que la información publicada hoy multiplica por diez el catálogo más extenso del que disponíamos hasta ahora. “Hemos captado desde estrellas recién nacidas hasta astros ‘fallidos’, planetas que flotan por libre sin depender de una estrella e incluso algunos de los objetos más antiguos de la Vía Láctea”, relatan los astrónomos que han liderado este trabajo.
Un ‘inventario’ de nuestra galaxia
La creación de este mapa ha requerido poner en marcha una titánica campaña de observación que se ha alargado durante más de una década. Los instrumentos se pusieron en marcha a principios de 2010 y continuaron apuntando al cielo hasta la primavera de 2023. En total, se consiguió ‘fotografiar’ el cielo nocturno durante 420 noches. Gracias a esto, por un lado, se hizo pudo elaborar un inventario de todos los objetos que hay en nuestra galaxia y, por el otro, en algunos casos también se pudo estudiar su evolución. Por ejemplo, el cambio del brillo de algunas estrellas permitió medir con exactitud su distancia y estimar cuál era su recorrido en el conjunto de la galaxia.
El proyecto ha conseguido desvelar información hasta ahora oculta de nuestro vecindario estelar y hasta reconstruir zonas ‘oscuras’ de la Vía Láctea
El mapa publicado hoy, a diferencia de sus predecesores, recoge información que hasta ahora permanecía oculta. Sobre todo porque, en este caso, se ha utilizado una tecnología de infrarrojos que, además, ha permitido crear un mapa en tres dimensiones de nuestra galaxia y hasta reconstruir regiones internas hasta ahora desconocidas. “Estamos ante algo monumental”, afirma Roberto Saito, astrofísico de la Universidade Federal de Santa Catarina en Brasil y autor del artículo en el que se anuncia la finalización de este proyecto.
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